Los cachorros de Ernai han vandalizado una cruz en el puerto de Baracaldo. La primera dimensión del hecho podría ser simplemente la intolerancia religiosa y la cristianofobia de este grupo de odiadores.
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Etarras derrumbando la Cruz del puerto de Baracaldo.
Pondremos veinte.
— Rocío De Meer ن (@MeerRocio) March 24, 2022
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Conviene sin embargo recordar por qué esa cruz está ahí en el puerto de Baracaldo, lo cual nos retrotrae a 1936. En aquel momento los republicanos habían convertido un barco, el Cabo Quilates, en una prisión flotante. Un Fuerte de San Cristóbal flotante, por poner una comparación. Pues bien, tras un bombardeo de los nacionales los milicianos fueron al barco y perpetraron una masacre contra los prisioneros. Ese terrible crimen de guerra es la razón de que esa cruz estuviera ahí. Además de cristianofobia, es un atentado contra la memoria y las víctimas de la Guerra Civil. Un acto de odio que estaría severamente castigado si se hubiera cometido contra las víctimas de las fuerzas partidarias de imponer la dictadura del proletariado en España.
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El barco Cabo Quilates donde republicanos con la connivencia de Telesforo Monzón (PNV, luego HB) y de todo el gobierno de Euzkadi asesinaron en masa en Baracaldo, y en cuyo recuerdo se levantó la cruz que han tirado los nazis ahora, fue requisado por los nacionalistas tras los pic.twitter.com/FOk75aGZAm
— exAbertzale (@bizkaiavizcaya) March 23, 2022
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Este episodio de asaltar las prisiones y matar a los prisioneros tras un bombardeo no fue por lo demás un hecho aislado ni en el País Vasco ni en otros lugares del territorio republicano. Aunque suelen mencionarse estos bombardeos como una justificación, lo cierto es que sería el equivalente a haber ejecutado a los presos del Fuerte San Cristóbal después de cualquiera de los bombardeos republicanos sobre Pamplona. Mientras que las ejecuciones tras la fuga de presos del Fuerte San Cristóbal son, con razón, un hito memorialístico, muchos que piden respeto y reconocmiento a aquellas víctimas republicanas son quienes se lo faltan o no se lo reconocen a las víctimas del lado nacional.
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Ya que algunos bárbaros y odiadores insisten en destruir los elementos de memoria y en revictimizar a los caídos de uno de los bandos, sin guardar ningún respeto a los asesinados ni a las familias de sus descendientes, interesa por lo menos recordar los crímenes de guerra por los que se colocó aquella cruz, desmitificando la naturaleza arcangélica del bando republicano y dejándonos la duda de si esta acción vandálica es fruto de la ignorancia de aquellos crímenes o de su justificación.
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