En el año 2000, ETA atentó contra la discoteca “Txitxarro” asegurando que se trataba de un foco de narcotráfico. En el comunicado que reivindicaba el atentado, ETA aseguraba que se trataba de una “seria advertencia ante la red de narcotráfico que se extiende a lo largo y ancho de Euskal Herria”. En ese mismo texto, ETA acusaba a las fuerzas de Seguridad y a la Ertzaintza de “facilitar el tráfico de drogas y utilizar sus consecuencias para sus intereses”. El comunicado concluía asegurando que el consumo de estupefacientes era un obstáculo para “la lucha de liberación de Euskal Herria”.
500 porros.
El hallazgo resulta especialmente llamativo tratándose del número uno de ETA y de una organización que ha llegado a cometer varios asesinatos contra personas a las que acusaba de narcotráfico. Es el caso, por ejemplo, de Angel Focal Souto, José Antonio Santamaría o el de José Manuel Olarte. La organización terrorista ETA, además de su asesina, podría haber sido tambien su mejor cliente.