La Comunidad de Bardenas ha cerrado un preacuerdo con el Ministerio de Defensa en virtud del cual, durante los 10 primeros años de la duración del acuerdo, los congozantes percibirían 8 millones de euros anuales, que se convertirían en 16 durante los 10 años siguientes hasta completar los 20 totales. Además, el acuerdo definitivo podría contemplar el reconocimiento a Bardenas del dominio directo de los terrenos del polígono. Hasta ahora, los 22 entes congozantes venían cobrando 4 millones de euros.
Una inversión sin igual.
Contemplando la evolución de los índices bursátiles en estos tiempos, resulta difícil dudar del valor refugio de un polígono de tiro. De hecho hemos realizado algunos cálculos. Así, según Diario de Navarra, en nuestra comunidad se ha recogido este año una cosecha de trigo y cebada de 650.000 toneladas. En el caso del trigo, tenemos una producción de 300.000 toneladas en una superficie de cultivo de 77.000 hectáreas. Es decir, 3,8 toneladas por hectárea. A un precio de unos 200 euros por tonelada, la rentabilidad por hectárea de sembrar trigo es de 760 euros. ¿Pero cuál es la rentabilidad por hectárea del polígono?
Teniendo en cuenta que los congozantes van a llegar a percibir 16 millones de euros anuales, y que la superficie del polígono es de 2.200 hectáreas, la rentabilidad anual por hectárea asciende nada menos que… ¡a 7.272 euros! Es decir, 10 veces más que si sembráramos trigo en el polígono.
La comparación aún es más odiosa respecto a la cebada, teniendo en cuenta que su precio es algo inferior al del trigo.
Una huerta solar.
Hemos vestido nuestros números de verde y hemos consultado qué pasaría si, en vez de para montar un polígono de tiro, arrendáramos el terreno para la instalación de una huerta solar. Para ello hemos consultado un artículo de Diario de Noticias, del que se deduce que Arguedas está percibiendo 1.870 euros por este concepto (93.800 euros/50 hectáreas). Casi 4 veces menos que lo que perciben los congozantes por el polígono.
Pero ustedes nos conocen, así que hemos ido aún un poco más allá y hemos buscado al polígono una solución… “de progreso”.
Convertimos el polígono de tiro en una plantación de Cannabis.
Hablamos por supuesto de un escenario hipotético, ya que esto ni siquiera sería legal. ¿Pero qué pasaría? No vamos a entrar en si la generalización del consumo de drogas sería más o menos peligrosa que el uso del polígono, que no ha producido ninguna muerte civil en todos sus años de existencia. Vamos a centrarnos en los números. Y resulta que la hectárea de terreno destinada al cannabis rinde sólo entre 2.000 y 3.000 euros. Es decir: entre menos de la mitad y menos de la tercera parte que arrendando el polígono. Y todo esto viendo pasar los aviones durante el día en vez de cultivando. Con estos datos, ¿a qué dedicaría usted las 2.200 hectáreas de terreno si fuera el dueño del polígono?