Si un grupo de gamberros se hubiera acercado esta noche pasada a la fachada del Gayarre para encalar unas sillas plegables en el balcón, esta mañana habríamos publicado la noticia de un ataque vandálico contra el teatro. Pero no, de un tiempo a esta parte es el propio teatro el que se dedica a colgar cosas de su fachada a cual más estrafalaria. El asunto ya ha suscitado polémica entre los pamploneses hasta en Twitter, donde incluso se ha creado el hagstag #limpiaelbalcondelgayarre en el que puede observarse esta foto de la fachada. Se nos ocurren al respecto por lo menos un par de reflexiones y una pregunta. Que si todo es arte, entonces nada es arte. Que si pretendió ser sorprendente la primera vez, dejó de serlo en algún momento en que la ocurrencia empezó a ser repetitiva. La pregunta para concluir prosaicamente sería, ¿y esto cuánto cuesta?
5 respuestas
Con la.foto sobran las.palabras…retrato a.sus autores.hasta un punto por encima de sus posibilidades, que diría nuestro admirado Vecino.
Que alguien me corrija, pero si no me equivoco el director del Gayarre es un chico que impuso Maya porque era muy bueno no?.
Pues ahí tienen, un símbolo más de la Kultura oficial con la que esta pseudoderecha acomplejada llena la ciudad. Antes de las sillas de camping (se puede ser más cutre?) colgaron las camisetas quechua… Lo próximo, las chirucas. Y si nos descuidamos cualquier domingo organizan una barbacoa progre (todos en chandal) a la puerta del teatro…
Qué colgarían si gobernara Bildu? Ah! Bueno si, los cromos de los presos.
¿ Arte ?. Eso es una tomadura de pelo.
Lo que si me gustaria saber, es cuanto nos cuestan esas mamarrachadas.
Muy ocurrente el vecino de Uxue, «los cromos de los presos»
Genial
Bueno… que alguien pase por la parroquia de San Jorge, por ejemplo, para admirar cómo la decadencia cultural de occidente ejemplarizada en el feísmo no se ha instalado solamente en las fachadas.