Comportamiento insólito de Laura Pérez el pasado jueves durante la sesión del Parlamento de Navarra en la que se aprobó, con los votos a favor de UPN, Geroa Bai, Podemos, PSN, PPN e I-E y la abstención de EH Bildu, una propuesta a iniciativa del PPN por la que la Cámara se compromete a “colocar en un lugar preferente del Atrio de la sede del Legislativo una placa de homenaje a las víctimas de la banda terrorista ETA en Navarra y a los navarros asesinados en otras localidades, indicando en ella el nombre de las víctimas y la fecha en la que se produjo el atentado”.
La resolución aprobada incluye un segundo punto en el que, a su vez, se insta al Gobierno de Navarra a que, “en colaboración con los ayuntamientos de la Comunidad Foral y las familias de las víctimas, sean colocadas placas en los lugares donde se produjeron asesinatos perpetrados por la banda terrorista ETA, figurando en dichas placas el nombre de las víctimas y la fecha en que se produjo el atentado”.
La inciativa del PPN aprobada es una noticia relevante y un deber de justicia de la sociedad navarra con las víctimas de ETA, que recuerda a otras iniciativas como la de los adoquines dorados, que rememoran en las calles de muchas ciudades alemanas a los vecinos que murieron víctimas del Holocausto.
Incomprensible resulta la actitud de Laura Pérez dando la nota, desmarcándose de su propio grupo en una especie de ejercicio de transfugismo, traicionando el voto de muchos de sus electores, confirmando la impresión que muchos observadores tienen de ella y siendo, junto a los representantes de Bildu, la única que no votó a favor de la colocación de las placas; Bildu porque se abstuvo, Laura Pérez porque evitó votar.
Dicen las malas lenguas que en los círculos de Podemos hay descontento con la actitud de Laura Pérez y el seguidismo militante que hace del nacionalismo. Estas críticas internas se hicieron evidentes por ejemplo cuando se votó la posibilidad de una candidatura conjunta al 26-J entre Podemos y Bildu, que las bases de Podemos rechazaron con rotundidad. Que Laura Pérez empiece a votar por libre y además para coincidir con Bildu es probable que no mejore la percepción de sus críticos. Cierto es que Podemos ha obtenido un buen resultado en Navarra, la pregunta es si no sería aún mejor con un candidato que no hubiera sido contratado ilegalmente en el concejo que preside su madre y vicepreside su padre y que además fuera capaz de presentar un discurso diferenciable del de Bildu. Aunque pensándolo bien, quizá a todos menos a Podemos nos interesa un duradero liderazgo de Laura.
2 respuestas
Pasado el tiempo, los submarinos de Bildu dentro de Podemos asomaránbel periscopio, el morro, y finalmente el torpedo con el que se llevaran una parte de los cargos públicos, pero no será transfuguismo, lo verán, sino un proceso ideológico de afirmación marxista, o algún nombre parecido. Será justo antes de las siguientes elecciones forales y municipales, nunca antes.
«La Parrala, dicen que era de Mogué, otros aseguran que fue de La Parmá, pero nadie pudo de fijo sabé
de dónde sería Trini la Parrala.»,
Pues ay que si ,si.