Un finlandés acude 4,2 veces al año al médico como promedio. Un sueco lo hace 2,8 veces. Un español, sin embargo, acude al médico 8,1 veces al año. Es decir, casi el doble que un finlandés y casi el triple que un sueco. A pesar de lo cual, evidentemente ni los suecos ni los finlandeses viven menos (los suecos, de hecho, viven más, quizá por acudir tan poco al médico). Todo ello nos pone en la pista de que en España se puede estar produciendo un cierto abuso en el uso del sistema público sanitario.
El copago podría ahorrar miles de millones
El gasto sanitario en España ronda los 65.000 millones de euros anuales. No obstante, la atención primaria (el capítulo sobre el que incidiría la implantación del copago) supone sólo cerca del 15% de ese gasto. No obstante, el gasto en atención primaria supone unos 10.000 millones de euros. Aunque los niveles de Suecia o Noruega podrían suponer un ahorro de entre 5.000 y 7.000 millones de euros, sólo con que el copago redujera en un 10% la asistencia primaria estaríamos ahorrando 1.000 millones de euros.
El copago es un ahorro, no un repago ni un recorte
La siguiente reflexión es que el copago no es un repago ni un recorte. Es tan sólo una barrera frente al abuso de un servicio público. El pago de una cantidad simbólica por la atención médica primaria no tiene impide a nadie la atención médica adecuada. Simplemente está demostrado que, cuando tenemos que pagar algo por poco que sea, llevamos a cabo un consumo más cuidadoso. El efecto psicológico es tan poderoso que funciona incluso cuando al tiempo de haberse pagado la administración lleva a cabo el reembolso.
Con el copago no habría repago ni más pago, de hecho habría menos pago
Si los españoles acudieran al médico más que los suecos o los finlandeses, pero sólo 6 veces al año en vez de las actuales 8,1, nos encontraríamos ante un ahorro cercano a los 2.500 millones de euros. El coste del copago, en cambio, sería de 1.380 millones de euros suponiendo un copago de 5 euros por visita (46 millones de españoles x 5 euros x 6 visitas anuales). El saldo neto para los españoles sería un ahorro de 1.120 millones de euros. Dicho de otro modo, cada español ahorraría después de pagar el copago 24 euros respecto a lo que está pagando ahora vía impuestos. Estas serían por tanto las alternativas:
– Pagar 2.500 millones de euros más sin copago, vía impuestos.
– Pagar sólo 1.380 millones de euros con copago.
La diferencia entre ambas cantidades sería la correspondiente al abuso del servicio público. Obviamente el modelo es meramente aproximativo y susceptible de introducir variables como la exclusión de ciertos colectivos (rentas bajas, enfermos crónicos) e incluso el copago con reembolso.
El copago y los recortes
En el escenario actual, en el que la administración sencillamente no tiene dinero, el supuesto es por ello algo distinto. Los servicios sanitarios se enfrentan a tres posibles alternativas:
1 – Mantenerse con un menor coste (copago)
2 – Recortarse
3 – Mantenerse con una subida de impuestos
Naturalmente se puede elejir no recortar en Sanidad, por lo menos hasta que se pueda recortar en otros sectores, como en escuelas de teatro. Elijan ustedes mismos. Tan sólo una información final: Suecia y Finlandia eligieron el copago.