Todos los días tenemos algún tipo de reconocimiento a las víctimas del 36 del bando republicano. No es que esté mal que se reconozca a las víctimas del bando republicano, pero es un poco extraño que sólo oigamos hablar de las víctimas del bando republicano, sobre todo cuando a quienes hablan de ellas se les llena la boca, hablando de violencias más recientes, de reconocer a “todas las víctimas” y condenar “todas las violencias”, pero veamos de lo que estamos hablando.
Por estas mismas fechas pero hace 79 años, concretamente el 12 de noviembre de 1937, Pamplona fue bombardeada por la aviación republicana, la misma Pamplona que, cuando se trata de las víctimas del otro lado, nos recuerdan que no era un frente de guerra y que los enfrentamientos militares estaban muy lejos de nuestra frontera.
Pues bien, en aquella fecha de la que justo este fin de semana se cumplirán 79 años, la aviación republicana efectuó un bombardeo contra la capital navarra que afectó a la estación de autobuses, al Paseo Sarasate, a la calle Yanguas y Miranda y a la Diputación. 7 personas murieron en el bombardeo y varias decenas resultaron heridas. De aquel ataque quedan como testimonio los desperfectos en la fachada de la Diputación que se aprecian en la foto y de los que muchos navarros es probable que desconozcan su origen, pensando que se trata de meros desperfectos fruto del paso del tiempo. Es curioso que estén como recuerdo los desperfectos de la metralla y no haya en cambio un recuerdo a las víctimas de esa metralla.
El bombardeo del 12 de noviembre de 1937 no fue el único ni el primero que llevó a cabo la aviación republicana contra Navarra.
En el mes de mayo murieron en Pamplona 11 personas en otro bombardeo, incluyendo 5 mujeres y 3 niños, a los que habría que añadir como victimas a varias decenas más de personas heridas.
Unos meses después, en enero de 1938, se produjo un nuevo bombardeo que dejó 1 fallecido.
Pamplona no fue la única localidad navarra bombardeada por los republicanos durante la guerra. El 13 de agosto de 1937 se bombardeó Tudela provocando entre 10 y 13 muertos. El 25 de septiembre de 1937 fue bombardeado Lumbier, falleciendo 6 personas. Como decíamos, Navarra no era frente de guerra. Aquellos bombardeos produjeron básicamente víctimas civiles y sólo sirvieron para aterrorizar a la población.
Lo curioso es que este mismo año, en el mes de junio, UPN tuvo la audacia de proponer en el Parlamento de Navarra “organizar actos en memoria y reparación también de aquellos navarros y navarras muertos por los bombardeos de la aviación del Gobierno de la República o asesinados en territorio controlado por este”. Los regionalistas propusieron “una política de la memoria incluyente, plural y basada en la reconciliación, el mutuo respeto y la erradicación del odio”. No se trataba de dejar de reconocer a las víctimas del bando republicano, sino de empezar a incluir en el reconocimiento también a las víctimas de las que fue autor el bando republicano. La propuesta fue rechazada de plano por Geroa Bai, EH Bildu, Podemos, PSN e I-E.
En aquella sesión del Parlamento Koldo Martínez, por ejemplo, justificó el rechazo de Geroa Bai a la propuesta argumentando que “el proponente de la moción comete la indecencia de poner en el mismo plano a las víctimas de la represión franquista con las víctimas de los bombardeos de la aviación del gobierno de la República”.
Otro de los momentos estelares del debate fue la indignación de los portavoces de progreso con una de las frases pronunciadas por el diputado de UPN Iñaki Iriarte: «el río se desbordó por ambas márgenes». Nuin llegó a decir que ese tipo de palabras constituían un “discurso legitimador del golpismo”. Pues bien, la frase no era propia de Iriarte sino una cita de Manuel Azaña. La izquierda actual reivindica una versión tan mutilada y maquillada del pasado republicano que en ella no cabe ni el relato de los propios republicanos de la época.
¿Se dan ustedes cuenta de la hipocresía?
¿Dónde quedó lo de reconocer a todas las víctimas y rechazar todas las violencias? ¿Tiene la extrema izquierda la capacidad de reconocer sus propias violencias?
El problema con la memoria histórica selectiva es que primero habrá que recordar a varias generaciones de españoles la existencia de unas víctimas cuya existencia ni se conoce, o se desprecia. Hablamos de decenas de miles de personas ejecutadas en la retaguardia republicana. Después vendrá la labor de que se reconozca también a esas victimas así como a sus verdugos. Al mismo tiempo, habrá que recordar qué es exactamente lo que defendía el bando republicano porque también es justo para los caídos del bando nacional y sus descendientes que se recuerde que no luchaban contra el bando de la democracia y la libertad.
5 respuestas
Una plaquita para recordar a las victimas civiles de los bombardeos no estaría mal, pero claro, pedirle esos a algunos es demasiado.
La iniciativa de UPN me pareció fantastica, pero a la izquierda le ciega el odio, y luego dicen que son reconciladores, lo que es, es revanchismo
Estoy hasta el gorro de la doble vara de medir.
¿Es que hay muertos buenos y malos?
¿Por qué hay que condenar todas las violencias, vengan de donde vengan (como dicen ellos refiriéndose a las Fuerzas de Seguridad del Estado al mismo nivel que ETA) y en el caso de la Guerra Civil sólo hay que condenar las atrocidades de un bando y del otro no?
Iniciativa perfecta. Y cada partido se retrata. Revanchismo y odio. Leches, que pasó hace 80 añossssssss. ¿No es hora ya de una auténtica reconciliación?
Coctel “de progreso”: Mezclar 1/3 de mediocridad, 1/3 de odio y 1/3 de envidia; añadir unas gotas de ignorancia (al gusto). Agítese antes de servir y tomarlo, preferentemente, en ambiente nacionalista.
Hay quien se toma unos cuantos de estos antes de asistir a las sesiones del Parlamento.
Es utilizando el título de un artículo del historiador andaluz Alfonso Lazo «Media memoria histórica» recomiendo su lectura.
Desde luego para gentes que están decididos a borrar la historia, alabar la bravura de los llamados gudaris, exhumar de criptas los restos de combatientes caídos del otro bando y exclusivamente ver represión en una parte, hacer desaparecer monumentos, solo existe una memoria. Además, es que las víctimas civiles que causaron los bombardeos de los aparatos soviéticos en la zona de la España llamada nacional, no deben tener el mismo tratamiento. El sufrimiento de civiles, hombres, mujeres, niños de la España llamada nacional en Pamplona, en Tudela, en Valladolid, en Sevilla, Córdoba capital y en pueblos como Cabra, Baena y su pedanía de Albendin, Luque , Espiel,Peñarroya, Motril, Porcuna,Villanueva del Rey etc. no puede ser parangonable para los sectarios que los de la zona llamada entonces roja. Por lo visto las bombas que tiraban los Katiuskas es decir los Tupolev y los Polikarpov R-Z soviéticos, comprados a precio de oro, eran bombones de chocolate.
“ Existe en todas las capas sociales de nuestro país el deseo de terminar con la artificiosa división de los españoles en «rojos» y «nacionales», para sentirse ciudadanos de España, respetados en sus derechos, garantizados en su vida y libertad, aportando al acervo nacional su esfuerzo y sus conocimientos…” , declaración de algún facha peligroso, de esos que dicen ya es hora de olvidarnos de lo que ocurrió hace 80 años , pues no, más bien un párrafo de la declaración del Partido Comunista de España ( entonces se llamaban así los comunistas) Por la reconciliación nacional, por una solución democrática y pacífica del problema español. Junio de 1956.
Claro que visto los nuevos métodos de los neo y veterocomunistas ,desde que Rodríguez llegó al Gobierno , encima porteadores de sus buanas separatistas ,y por tanto plenamente identificados con ellos , aquella declaración en ese párrafo, no deja de ser un especial desiderátum y a nadie se le podría reprochar que pensara que fue una muestra de propaganda, que daría envidia al propio catedrático de la misma el comunista Willi Münzenberg, ya por entonces fallecido. En definitiva, querer ganar una guerra que no les fue favorable. Menuda reconciliación es la que quieren.
El Koldo Martínez habla de indecencia porque es lo que tiene más cerca. Iñaki Iriarte considera a Azaña como político moderado. Con semejante bagaje es mejor que no diga nada.