Queremos hacer público nuestro apoyo incondicional a la “Cultura de la Vida”, a la defensa de la vida y a la dignidad humana, desde la concepción hasta la muerte natural.
Queremos defender la vida humana frente al aborto. El aborto provocado consiste en quitar la vida a un ser que durante nueve meses crece y se desarrolla dentro del vientre materno. Sabemos que ese “ser” es una persona con derecho fundamental: el derecho a nacer.
Y pensamos que el derecho a la vida de las personas es algo que nos afecta a todos; que no se trata de una opinión reservada a la ética de cada individuo.
Proclamamos la necesidad de difundir una mentalidad positiva ante la vida, que fomente la solidaridad y el respeto mutuo entre los seres humanos, especialmente con los más necesitados (ancianos, deficientes físicos y psíquicos, enfermos…)
Queremos que se ofrezcan a las mujeres con problemas a causa de su embarazo soluciones reales y alternativas positivas al aborto: centros de acogida a la vida, adopción, etc. Demandamos la creación en la sociedad de estructuras que permitan a la mujer no tener que renunciar a su condición de madre.
Consideramos que la ciencia, la técnica y las leyes deben estar al servicio del hombre, y que la investigación en esos campos debe estar encaminada a mejorar las condiciones de vida de cada ser humano, respetando su libertad y derecho fundamental a la concepción natural.
Demandamos al Estado una actitud y legislación consecuente y responsable para ayudar a las madres sin matar al hijo.
Asimismo, hacemos un llamamiento al Gobierno y al Parlamento de Navarra para que, en virtud de su autonomía, contribuyan con todas sus fuerzas a la erradicación del crimen del aborto.