Un nuevo ejemplo de que de esta salimos más unidos, para que luego se le critique tanto al gobierno. Y es que han sido capaces de poner de acuerdo a CONCAPA, Britila, Herrikoa y Sortzen en el rechazo a la imposición de la jornada continua para el curso que viene en Navarra.
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El Gobierno de Navarra no sólo ha decidido imponer la jornada continua el próximo curso, una medida ya este curso más que discutible en cuanto su eficacia, pero es que además el próximo curso la situación sanitaria no va a tener nada que ver con la actual. Hasta el propio gobierno afirma que habremos alcanzado la inmunidad de rebaño a la par que impone este tipo de jornada con carácter general. ¿Por qué? ¿Cuál es la lógica que justifica esta imposición? ¿Tiene algo que ver con el coronavirus o es una imposición gubernamental a las familias sin más? Una imposición que además no tiene lugar más que en Navarra, por ninguna razón en particular. Huelga decir que Navarra ha tenido más contagios que la mayoría del resto de comunidades, por lo que no ha tenido ninguna eficacia sanitaria digna de reseñar.
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Incluso admitiendo que la situación sanitaria para el siguiente curso escolar puede ser completamente distinta a la del comienzo del curso pasado, el gobierno tan sólo contempla dos plazos para poder revertir esta imposición. O la primera quincena de octubre, o la primera quincena tras las Navidades.
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Imposible conciliación familiar y laboral para la mayoría de los hogares
“Si ya hemos hecho un Tetris durante este curso para poder conciliar, el próximo curso va a resultar prácticamente imposible”, denuncian las federaciones de padres y madres de los escolares, que consideran además una “quimera” pretender que después las familias modifiquen los horarios en medio del curso.
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Esta pandemia ha puesto de manifiesto muchas cosas, no siendo la menos preocupante de ellas la facilidad de los gobiernos para deslizarse hacia el autoritarismo y aficionarse a la imposición.
