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La oferta de escuelas infantiles preparada por Bildu para el curso 17/18 aumenta hasta el 40,6% el porcentaje de plazas en vascuence. Según denuncia UPN, “después de la imposición del euskera en dos escuelas, expulsando a las familias castellanoparlantes que tenían a sus hijos en ellas, el Ayuntamiento vuelve a aumentar el porcentaje de plazas en esta lengua”.
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Paradójicamente, hace muy poco tiempo el Ayuntamiento de Pamplona hizo públicos algunos resultados de la encuesta realizada a las familias usuarias de estas escuelas. La propia encuesta del Ayuntamiento ponía de manifiesto que la inmensa mayoría de los padres eligen la escuela infantil por proximidad al domicilio o al puesto de trabajo, mientras que solo el 12-13% lo hace basándose en el modelo lingüístico. ¿No es esto totalmente contradictorio con que ahora se oferte más de un 40% de plazas en vascuence? En realidad, no.
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Si uno empieza a ofrecer escuelas en vascuence, la gente las elegirá aunque no quiera el vascuence, por un asunto de proximidad.
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Otro dato relevante y relacionado es que, según denunció el colectivo de familias afectadas por el cambio de modelo lingüístico en las Escuelas Infantiles, de los más de 7.000 infantes de 0 a 3 años empadronados en Pamplona, 5.400 demandan una plaza, mientras que las escuelas municipales sólo ofrecen 1.500 plazas. Existe por tanto una gran escasez de plazas públicas en relación a la demanda, y hay muchas familias que no tienen recursos más que para una plaza pública. Esto significa que si se ofrece un 40% de esas escasas plazas en vascuence habrá tortas por hacerse con ellas. No por ser en vascuence, sino por ser escasas. Si se ofrecieran en suajili, también serían demandadas.
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Si ponen en relación este hecho con el anteriormente mencionado de la proximidad, la moraleja es que, si el cuatripartito gobierno lo suficiente, en el futuro el 100% de las plazas serán en vascuence. Y la explicación no será la demanda, sino la oferta que controla el gobierno.
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Un comentario
Si todas estas medidas desproporcionadas, como el hecho de subvencionar comedor y autobús a batúaparlantes y no a hispanohablantes, son claramente una discriminación, por qué no se va directamente por la vía legal y se denuncia a la Barcos por prevaricación y discriminar a los ciudadanos. Venga, coged esa vaquilla por los cuernos ya.