El trabajo de los españoles se encuentra no ya gravado o doblemente gravado sino triplemente gravado. Por una parta por el IRPF, que es quizá la parte de la que generalmente somos más conscientes. Por otro lado por las cotizaciones sociales que paga el trabajador, que se nos escapan un poco más. Y por otra parte por las cotizaciones sociales que paga la empresa por el trabajador, que suelen escapársenos por completo.
Hay varios componentes perversos en las cotizaciones sociales, que vamos a intentar desgranar uno a uno.
En primer lugar que es un impuesto «tapado». Puesto que básicamente lo paga la empresa por nosotros, nunca llegamos a cobrar ese dinero y parece que tampoco nos lo quitan. Como no solemos ser conscientes de este impuesto en la sombra, es uno de los que más elevados. Es decir, que a veces estamos pagando mucho más dinero en cotizaciones sociales que en IRPF, lo cual nos permite aproximarnos a esa perversidad del sistema de la que les hablábamos.
El tipo que se aplica para pagar las cotizaciones sociales es el mismo para todos los sueldos: el 36,25%, del cual el 29,9% lo paga la empresa y el 6,35% el trabajador. Atención, lo que paga la empresa en realidad lo pagamos también nosotros. Esa parte es en realidad una parte de nuestro salario que la empresa, en vez de pagárnosla a nosotros y luego venir el estado y quitárnosla (que nos pasaría menos inadvertido), se lo paga ella al estado. El problema, aparte de cobrarnos un impuesto sin que casi nos demos cuenta, es que de nada vale tener 80 tramos en el IRPF si estamos pagando mucho más por las cotizaciones sociales que por IRPF y a un tipo único. Resultado: al final hay una diferencia muy pequeña entre los impuestos que pagan los salarios altos y los bajos (9 puntos), el sistema es muy poco progresivo. Y sobre todo es muy poco progresivo a partir de cuando se gana más del salario medio: sólo hay 3 puntos de diferencia entre quien cobra 24.400 euros y quien cobra 100.000.
Pero es que las cotizaciones sociales incluyen otra perversidad.
Además de existir un tipo único, existe un tope máximo de manera que las cotizaciones de un trabajador, sea cual sea su sueldo, no pagan más que hasta los 3.606 euros mensuales brutos. Dicho de otro modo, sea cual sea el sueldo de alguien nunca paga más allá de un tope de 15.686 euros.
Por consiguiente, no sólo es que cotizaciones elevadas, tipo único y límite máximo cuestionen gravemente la progresividad del sistema, sino que llega un punto en el que al empresario le sale más rentable subir el sueldo a los empleados que ganan más que a los que ganan menos, porque a partir del límite máximo paga siempre lo mismo. El sistema de las cotizaciones, tal como está pensado, penaliza subir los sueldos a los que ganan menos de 3.606 euros mensuales brutos.
Todos estos datos, que hemos tomado del informe de Civismo sobre la liberación fiscal, se pueden completar con lo que a estas alturas del artículo ya se pueden ustedes ir temiendo. Efectivamente, las cotizaciones sociales de España se encuentran entre las más altas de Europa. Seguramente porque los políticos se sienten más cómodos con este impuesto poco visible que subiendo otros.
http://www.civismo.org/files/informes/2015/2015_07_01_Informes_Dia_Liberacion_Fiscal_2015.pdf
2 respuestas
Hay tres causas por las que en condiciones parecidas de tipo macroeconómico con otros países de la Unión Europea, tengamos el doble o el triple de paro.
1.-Las exageradas cotizaciones sociales, para mantener los gastos astronómicos de CCAA y ayuntamientos, donde los caciques locales disfrutan de su cacicato repartiendo dádivas en su reino de clientelismo y asisencialismo exacerbado.
2.-Un sistema legal heredado del franquismo y que raramente ha sido reformado, y sólo en la útima legislatura ha habido algo de modernización.
y 3.-que actúa como rémora de cualquier atisbo de modernización del sistema laboral, una reata de jueces de lo social, herederos del franquismo sociológico, lleno de falangistas azul mahón, sociatas, comunistas, todos en coyunda ideológica.
Si lo raro es que esto no se haya caído…
Yo no veo mucha perversidad en que las cotizaciones estén topadas si tenemos en cuenta que:
1) El principal destino de las cotizaciones sociales es la financiación del sistema de pensiones
2) Las pensiones TAMBIEN están topadas
Es decir, si se quita el tope a las cotizaciones debería en buena lógica abrise también por arriba el abanico de las prestaciones que dichas cotizaciones financian.