¿Celebración o colonización?
En los últimos días se vienen celebrando las fiestas del barrio de Iturrama, con alguna particularidad que está resultando llamativa para los vecinos del barrio.
Como se puede apreciar en las imágenes la parafernalia, estética y simbología del festejo no es un reflejo demasiado fiel del barrio que lo celebra.
Lo que se ve no es sólo una estética y una simbología alejada del sentimiento mayoritario del barrio, sino que además esa estética monopoliza la fiesta. No hay otros símbolos ni otras estéticas en una zona que no sólo es plural, sino de hecho bastante opuesta a esa simbología. Da la impresión de que se trata de una escenografía que aparece para las fiestas y desaparece el resto del año en el barrio. Como si se tratara de un desembarco o de una gente que básicamente no vive en el barrio el resto del año. No es que en Iturrama no se puedan encontrar seguramente unos cientos de personas que respondan a tal o cual simbología, ideología o estética, pero resulta curioso que en las fiestas del barrio sólo aparezcan estas personas. Entonces no son las fiestas del barrio sino su fiesta.
Una vez más parece que nos encontramos ante esa especie de ingeniería social en virtud de la cual no se trata de que una fiesta sea reflejo de una sociedad, sino de que la sociedad acabe convirtiéndose en un reflejo de la fiesta.
¿Y quién paga la fiesta? Posibles subvenciones aparte, hay una foto significativa, en la que aparece una pegatina señalando un “comercio colaborador”, que es una forma como otra cualquiera de marcar al resto como “no colaborador”. Alguien pensará que lo mismo que se marca con una pegatina a quien colabora en una colecta callejera contra el cáncer. Aunque, cómo decirlo sutilmente, si saliera a recolectar dinero a su favor con ese mismo método el que seguramente consiguiera llenar mucho más la hucha sería el cáncer.
3 respuestas
Yo las estoy boicoteando a saco….y si aparezco por Iturrama, no entraré en ningún comercio que ponga la pegatina de la vergüenza nazi. Al más depurado estilo nazi, como en la Alemania de los años 30, marcando los negocios según sus fobias racistas.
No se puede decir que hayan inventado la sopa de ajo. Durante décadas esta gente ha usado las fiestas populares para difundir su ideario. Ha sido un movimiento sistemático de acaparamiento y apropación de las fiestas de los pueblos. Al que osara quejarse, paliza o vacío social. La cosa se repite con otras marcas de la izquierda abertzale, como las pintadas, los carteles, las manifas o la «socialización del sufrimiento» (la kale borroka). En resumidas cuentas, mediante la «gota malaya», ir calando a la gente con su pensamiento.
Cada vez que utilizan unas fiestas con este fin ganan. Cada vez que han convertido unas fiestas en una pelea tumultuaria porque la policía ha entrado, han ganado. En definitiva, tiene difícil solución.
Lo cual no quiere decir que no tenga una solución. Se trata de ser más listos que ellos. ¿Cómo se pueden despolitizar las fiestas y hacerlas populares de verdad?
Buena pregunta. Empezar por denunciar esta politización, como hace NC, es un buen comienzo.
No se dan cuenta que a mayor imposicion,Iturrama es más Navarra cada año….gracias…..BILDU!