La siguiente gráfica muestra un aspecto extremadamente preocupante de los presupuestos navarros. A lo largo de los últimos años, los gastos de personal han subido como si no pasara nada. La recaudación, por el contrario, se ha desplomado. La actual discusión entre el gobierno navarro y la oposición, un año más al margen de la realidad, no es si bajamos o subimos los gastos, sino cuánto los subimos. A esto, paradójicamente, se le llama “contener el gasto”. Hablando sólo de los gastos de personal, como les decíamos, observen ustedes el tamaño y el crecimiento de la brecha entre gastos e ingresos. Juzguen ustedes si el adjetivo adecuado para calificar esa brecha es el de “sostenible”.
Recuperación real y recuperación mítica.
No cabe duda que más tarde o más temprano se recuperará la economía. Esto pasará inexorablemente y no pasará gracias al gobierno, pero pasará incluso a pesar del gobierno. Otra cosa son la duración y las condiciones en que lleguemos al final de la crisis por culpa del gobierno. Es por ello que debemos distinguir entre la recuperación real (cuando se produzca, que se producirá) y la recuperación mítica. Según la encuesta de la EPA del segundo trimestre del 2007, en España había entonces 1.760.000 parados. Según la encuesta del segundo trimestre del 2009, el número de parados es de 4.137.500. La recuperación real consistirá en que lleguemos a un punto en que empecemos a reducir de forma consistente la cifra de ese insostenible ejército de parados. Puede que para cuando lleguemos a ese punto, sean ya 5 los millones de parados. Lo que resulta imprescindible subrayar, es que una cosa será empezar a crear empleo para esos 4 ó 5 millones de parados (recuperación real), y otra muy distinta volver a la cifra de 1,76 millones de parados anterior a la crisis (recuperación mítica). Sepamos por tanto de qué hablamos cuando hablamos de “recuperación”, porque va a resultar muy difícil que volvamos a cifras de actividad y recaudación similares a las de 2007, cuando sólo había 1,76 millones de parados.
Como recapitulación de todo lo anterior, sólo cabe concluir que no sólo no recortar, sino seguir aumentando el gasto en nuestra situación actual, representa un auténtico suicido financiero. Llamar a esto “economía sostenible” es mera propaganda o puro cinismo. Subir los impuestos en este contexto, es como subir los precios para compensar una caída de ventas y responde a la misma lógica absurda. Todo lo cual nos afecta especialmente como navarros. Porque si nuestras cuentas no son económicamente sostenibles, tampoco seremos políticamente sostenibles nosotros.