Chirriante imagen la ofrecida por el PSOE el domingo en Rodiezmo, con algunos de sus principales líderes cantando La Internacional puño en alto. Por una parte, resulta chocante escuchar entonar una letra que reza “Arriba parias de la tierra” a personas que, como Leire Pajín, cobran un trisueldo anual de 240.000 euros a cargo del presupuesto. Por no mencionar los cinturones de Hermes con los que acude a los mítines Zapatero, valorados en 500 euros. Pero es que además la simbología del puño cerrado nos retrotrae a las peores dictaduras totalitarias del siglo XX. Resultaría inconcebible que algún líder del centro-derecha español cerrara un mitin con el saludo fascista. Parece evidente por ello la necesidad por parte de la izquierda actual de una revisión autocrítica de su pasado. Respecto al inequívoco y trasnochado significado del puño en alto, basta con mostrar estas imágenes entre las que tenemos que colocar, por su torpeza, las de la familia socialista en Rodiezmo. Es probable que los propios socialistas se sintieran incómodos, e incluso indignados, en este collage del horror, rodeados por el siguiente repertorio de personajes saludando todos con el puño en alto. Pero si realmente es así, tal vez debieran reflexionar sobre la idoneidad de adoptar todavía a estas alturas gestos tan desfasados.
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