Pedro Sánchez propone aumentar el gasto en 8.000 millones de euros anuales. Irónicamente podríamos pensar que se trata de una postura evidentemente responsable y moderada porque, por ejemplo, no propone aumentar el gasto en 80.000 millones de euros anuales. Eso sí, la administración cerró 2017 con un déficit del 3,07%, o lo que es lo mismo un déficit de 35.758 millones, que es un déficit evidentemente responsable y moderado porque no es un déficit de 357.580 millones. El imitador de Pablo Iglesias, en consecuencia, propone un responsable y moderado aumento de gasto de otros 8.000 millones de euros. Cuando después aparece una crisis decimos que no hay quien la entienda y que la culpa la tienen los cisnes negros.
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¡Camaradas, a por los ricos!
Como toda subida de impuestos propuesta por la izquierda que se precie, la segunda parte del anuncio de “vamos a subir otra vez los impuestos” se complementa con un “a los ricos” reglamentario que tranquilice a los ingenuos, o como queramos llamar a los ciudadanos que escuchan a Sánchez, Iglesias o hasta Montoro sin hacer números.
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No os prometo una sociedad sin pobres, sino una sin ricos
Un rápido vistazo a las estadísticas de la Agencia Tributaria revela que los declarantes con ingresos superiores a los 150 mil euros son 82.000 personas que pagan unos 10.000 millones de euros (122 mil euros de media) en concepto de IRPF. Eso significa que por cada punto porcentual que les subamos el IRPF recaudaremos, camaradas, unos 100 millones de euros. Para pagar los 8.000 millones de euros que propone Sánchez habría que subirles 80 puntos el IRPF a los ricos, lo cual ni siquiera es posible puesto que para eso tendrían que estar pagando ahora menos de un 20%, por no mencionar que si se les quitara el 100% de lo que ganan, los 80.000 declarantes más ricos del país huirían o dejarían de trabajar, invertir y producir a partir de mañana. Esto significa que el comunismo no funciona y que realmente Sánchez no va a pagar con el dinero de los ricos los 8.000 millones más que se quiere gastar en los Presupuestos. ¿No empieza a notar ya usted, que no es rico, un picorcillo en su bolsillo?
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Hablar de subir los impuestos a los ricos es siempre un acto preparatorio para subírselos a los pobres
Como hemos visto, la propuesta de Pedro Sánchez no tiene ni pretende un efecto recaudatorio sino político, competir con Pablo Iglesias por ver quién es más radical en sus propuestas, dando por hecho que al electorado español le interesa cualquier enormidad antes que las propuestas sensatas. El núcleo del asunto sin embargo es que, como sabemos por experiencia, la cantinela de subir los impuestos a los ricos es un acto preparatorio de una subida generalizada de impuestos, lo cual es muy lógico.
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Es decir, si el rico esta pagando, pongamos, un 48%, no puedes subir a los demás los impuestos al 48%, de modo que para subir a los demás los impuestos al 48%, antes se los subes a los ricos al 52%, así abres un margen para subir los impuestos a todo el mundo sin que tenga la sensación de que está pagando lo mismo que los ricos, pero el objetivo real nunca fue subir los impuestos a los ricos sino al conjunto del personal.
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Lo que propone Sánchez es en definitiva una subida de impuestos a las empresas, a las clases medias, a los ahorradores y a los que tienen un plan de pensiones. Porque efectivamente lo del 52% es el titular, la realidad o viene en la letra pequeña de la propuesta o ni siquiera figura en ella. Lo que un líder como Sánchez nunca propondrá, en cambio, es que un sindicato se autofinancie o cerrar una tele pública. Para qué hacer nada de eso pudiendo subirnos a todos los impuestos. ¿Y cómo se gestiona el dinero de nuestros impuestos? Antes de subirnos 1 sólo euros más a los contribuyentes, ¿se aseguran los políticos que piden subidas de impuestos de que no se puede hacer más con los recursos que ahora tienen mejorando la gestión? La respuesta, entre muchas que podríamos aportar, la tenemos en este vídeo.
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