La solución a la crisis puede ser una cosa que se llama “buen banco malo”

 

La economía española, como bien saben los empresarios, sigue paralizada por la ausencia de crédito. En tanto no vuelva a fluir con naturalidad el crédito, resulta casi impensable que se pueda salir de la crisis, aumentar la recaudación, recuperar la solvencia del estado y crear empleo. El problema es que el criterio para decidir las soluciones que se han venido aplicando hasta ahora no ha sido el de su idoneidad para acabar con el problema, sino que ha primado el principio de empezar aplicando las soluciones que para aquellos que tenían que adoptarlas resultara menos traumático. El resultado es que tres años y muchos miles de millones de euros después el grifo del crédito sigue cortado. La solución puede ser la creación de lo que se conocen como “buenos bancos malos”.

Los malos políticos

«Desesperados por preservar el valor de unos activos inflados por esta enorme burbuja de liquidez, los políticos han rechazado la solución dolorosa. Las inyecciones de liquidez, los planes de rescate, la garantía de los depósitos y los paquetes de estímulo fiscal intentan sostener los precios de los activos, cuando lo que hace falta es que caigan hasta su valor real para que puedan ser limpiados. Los políticos sólo han prolongado la crisis». Así de tajante se mostraba David Roche a la hora de describir el escaso valor en esta crisis de los políticos. El analista citaba en su artículo el caso de la crisis japonesa a partir de los noventa, y recordaba un informe del Banco Mundial que ya en el año 2002 advertía que las “medidas acomodaticas”, entre las que se encuentran las inyecciones de liquidez, rescates y recapitalizaciones enunciadas en la cita anterior, lo único que hacen es “incrementar significativamente el coste de la crisis bancaria” y prolongarla en el tiempo, sin conseguir por el contrario la reactivación de la economía. Es decir, más o menos lo que los españoles estamos viviendo.

Los bancos malos

La crisis bancaria no terminará, según este esquema, hasta que todos los activos “malos” caigan hasta su valor real para que los balances de cajas y bancos puedan ser purgados. Para ello «debe obligarse a los bancos a descubrir sus activos tóxicos”, los cuales “deben ser amortizados a precios de mercado”. Sólo entonces se puede proceder a limpiarlos creando un banco malo. La fórmula ya fue probada con éxito en Suecia hace un par de décadas, pero para que la operación tenga éxito todavía hay que distinguir entre buenos y malos “bancos malos”.

El buen banco malo  obliga a los bancos a limpiar sus balances amortizando todos sus activos tóxicos a precio de mercado. De esta forma, aunque se salvaguarde a los depositantes, se deja caer sin piedad toda la repercusión de esta limpieza  sobre los bonistas y los accionistas. El buen banco malo acumula los activos tóxicos, sí, pero habiéndolos adquirido a su precio actual de mercado. Aquellas entidades que en el proceso de revelan insolventes son recapitalizadas, nacionalizadas o… directamente liquidadas.

El mal banco malo, por el contrario, es aquel que se usa para comprar los activos tóxicos a precios inflados, evitando los necesarios ajustes y amortizaciones en los balances de los bancos. Pero si se continúa la farsa de esta manera, sigue advirtiendo Roche, “el sistema seguirá tan corrupto como antes. Los activos malos seguirán chupando recursos del sistema económico en forma de prestatarios zombis, mala distribución y precio distorsionado del capital, deuda pública y déficits presupuestarios«.

De que empieza a extenderse la convicción de que la única salida de la crisis pasa por la adopción traumática de este tipo de medidas, son testigo hechos como que Caja Madrid y Bancaja anunciaran la semana pasada la creación de un “banco malo”, siguiendo aparentemente los pasos unos días antes de La Caixa. Lo que no está claro es si serán bancos malos “buenos” o bancos malos “malos”. Si el dolor no es intenso y desgarrador como la picadura de una avispa gigante asiática, seguramente es que son malos bancos malos.

Compartir este artículo

Un comentario

  1. La creacion de un buen banco malo no soluciona los problemas de la noche a la mañana. Como decis, el problema esta en la transparencia de los precios. Los activos deben de ser valorados «a precios de mercado» y lamentablemente no existe un telefono donde podamos llamar a mercado para que nos de su precio. Por lo cual, hecha la ley, hecha la trampa. Si ademas las acciones del banco que ha quedado limpio no cotizan en ningun mercado secundario (caso de las cajas en la actualidad) no existe ninguna manera de comprobar a traves de la valoración de su capital si lo han hecho bien o no.

    Es decir, lo que hay que hacer es asumir la totalidad de las perdidas y eso es lo que no han hecho nuestras cajas, ya que si lo hicieran entrarian en fase de liquidación y pondrian en riesgo todo el sistema financiero y, no nos olvidemos el politico tambien.

    La solución no es evidente, aunque no por ello fácil ni cómoda, pero lo que no es de recibo es que haya personas que vean el paso del tiempo como un instrumento para que su bonus aumente.

  • Navarra Confidencial no se responsabiliza ni comparte necesariamente las ideas o manifestaciones depositadas en las opiniones por sus lectores. Cada usuario es único responsable de sus comentarios
  • Los comentarios serán bienvenidos mientras no atenten contra el derecho al honor e intimidad de terceros, puedan resultar injuriosos o calumniadores ,infrinjan cualquier normativa o derecho de terceros , empresa, institución o colectivo, revelen información privada de los mismos, incluyan publicidad comercial o autopromoción y contengan contenidos de mal gusto.
  • Se procurará evitar en lo posible los comentarios no acordes a la temática publicada
  • Navarra Confidencial se reserva el derecho de eliminarlos

Información sobre protección de datos

  • Responsable: Navarra Confidencial
  • Fin del tratamiento: Controlar el spam, gestión de comentarios
  • Legitimación: Tu consentimiento
  • Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  • Derechos: Acceso, rectificación, portabilidad, olvido.
  • Contacto: info@navarraconfidencial.com.

Suscríbete a nuestro boletín