Tres economistas de Fedea (Fundación de Estudios de Economía Aplicada) prevén que el sistema público de pensiones español quebrará en 2026 si no se hacen reformas. El análisis realizado muestra en primer lugar el momento en el que el sistema, previsiblemente, registrará su primer déficit (cuando los pagos de las cotizaciones de los trabajadores sean menores que los ingresos de los pensionistas), en segundo lugar el momento en el que se agote el Fondo de Reserva. Llegados a ese punto, las únicas alternativas no necesariamente excluyentes serán reducir las pensiones, alargar la edad de jubilación o subir los impuestos. La severidad de las medidas necesarias, lógicamente, dependerá de la brecha entre las cotizaciones y las pensiones.
Los escenarios posibles, recogidos por Libertad Digital, responden a tres supuestos posibles, según las medidas que se adopten.
Supuesto 1: No hay reformas: El primer déficit llega en 2016 y el Fondo de Reserva se agota en 2026.
Supuesto 2: Según las informaciones sobre las últimas reuniones del Pacto de Toledo, los partidos habrían acordado ampliar el período de cálculo de las pensiones de 15 a 20 años, lo que supondría una caída del 5-6% de las prestaciones. En este escenario el primer déficit llegaría en 2017 y el Fondo se agotaría en 2029. El impuesto al consumo para compensar la caída tendría que llegar en el 2050 al 46,4%.
Supuesto 3: Además de ampliar en cinco años la base de cálculo, se retrasa la edad de jubilación hasta los 67 años. En este escenario el primer déficit llegaría en 2027 y el fin del Fondo en 2037. La pensión media caería un 10% y habría que instaurar un iva del 37,6%.
Supuesto 4: Aumentar la edad de jubilación y se amplia el período de cálculo a toda la vida laboral. No obstante, incluso en este supuesto, el primer déficit llegaría en el 2028 y el final del fondo en el 2042, con una caída de la pensión media del 26,4% por el cambio en el período de cálculo.
Supuesto 5: Transición a un sistema de capitalización. Este escenario no se lo plantea FEDEA sino Libertad Digital. Supone la transición de un sistema público a otro en el que cada trabajador, en vez de cotizar en la caja del estado, ingresa el dinero en una cuenta a su nombre el dinero de su prestación. El trabajador sabe en todo momento el dinero con el que cuenta para su jubilación. No tiene un período mínimo de cotización para poder cobrar algo. Si fallece, todo lo ahorrado lo hereda su familia. Además, múltiples cálculos demuestran que recibiría más dinero que con el actual sistema de reparto. Por último, puede ser el único sistema viable. La mismísima Suecia, paraíso socialdemócrata por antonomasia, avanza hacia un sistema de pensiones basado en este sistema.
3 respuestas
hombre, yo no soy economista, pero… si esto es verdad que lo hagan ya!!
con zp todo llegará…
Lo desasosegante es que NADIE promueva un estudio sobre el sistema de capitalización… Si la capitalización (quiero decir, el ahorro de cada uno acumulado durante toda su vida laboral) es inviable, entonces, claramente, aún más lo será el sistema de reparto (que suman varios millones de sistemas de ahorro individuales, todos ellos individualmente inviables, comosistema de capitalización).
El de reparto sigue un esquema piramidal: confiamos en que cobraremos, no porque hemos ahorrado lo suficiente como para garantizar unas prestaciones… sino porque creemos que ya llegará otro que arrimará el hombro, y cuando a él le toque, a su vez, habrá otros contribuyentes, y así indefinidamente…