La primera patata caliente de Yolanda Barcina.

Una de las primeras cuestiones políticas sobre las que tendrá que decidir Yolanda Barcina será la postura de UPN respecto a las próximas elecciones al Parlamento Europeo. Careciendo de un candidato propio, y no formando ya frente común con el PP, las dos alternativas parecen bien pedir el voto para los populares o bien dar libertad de voto a sus afiliados y simpatizantes. No es que estos no la tengan en cualquier caso, pero no es totalmente irrelevante el posicionamiento público del partido y sus líderes, ni tampoco la manera en que esto afecte a sus relaciones con el PP y el PPN.

La llamada de Rajoy.

Según llega a nuestro conocimiento, Yolanda Barcina ya habría recibido al menos una llamada de Mariano Rajoy tras ser elegida presidenta en el Octavo Congreso. En esa llamada es posible que se haya tratado la cuestión europea. Parece ser que Barcina podría estar dispuesta a alinearse con el PP y es posible que Rajoy, que de momento no ha soltado prenda sobre el nombre del europarlamentario navarro, decida este nombre según el grado de entendimiento con UPN. Una parte del PPN apuesta claramente por introducir un nombre nuevo, alejado de los protagonismos de la ruptura el año pasado, y UPN podría decantarse más claramente si no entiende este nombramiento como una provocación. De momento, aunque en algún medio nacional se ha citado como “inminente” un pronunciamiento de Yolanda Barcina pidiendo el voto para el PP, la consigna en la formación regionalista es repetir una y otra vez que el voto es secreto, y Miguel Sanz ha declarado por su parte que no cree que los órganos ejecutivos de UPN deban tomar una decisión sobre el asunto. En el PPN y el PSN esperan con la escopeta cargada. Lo dicho, la primera patata caliente.