La población navarra crece, pero…
Una población que no crece es una población en decadencia. Sirva como ejemplo el de muchos pequeños pueblos navarros. Carente de la demanda de una masa crítica de ciudadanos, un territorio se encuentra condenado a no poder atraer y sostener la oferta no sólo de servicios esenciales, sino de muchos otros que hagan atractiva la permanencia dela población en el territorio. El atractivo de algunas localidades navarras, por otra parte, puede ser precisamente su tranquilidad y su aislamiento. En cualquier caso, una tierra sin manos para trabajar y cerebros para pensar es una tierra sin futuro.
Navarra no crece por la natalidad, sino por la inmigración.
La pirámide de población navarra no es tal, sino que tiene forma de abeto. Muy apropiada para estas fechas navideñas. El significado de esta figura, sin embargo, dista mucho de concordar con el alegre espíritu navideño. Todo lo contrario, resulta preocupante que la población navarra disminuya en los tramos correspondientes a la población más joven. Esto significa, por un lado, que una base estrecha de población va a tener que sostener las pensiones y las prestaciones de un contingente de población mucho más amplio. Por otra parte, también significa que las generaciones posteriores no serán capaces de alimentar el mero recambio generacional de las generaciones precedentes.
En los últimos años, la población navarra ha crecido exclusivamente gracias a la inmigración. No sólo por el contingente de población extranjera llegado hasta Navarra, sino también por la alta tasa de natalidad de este contingente. Si la tasa de natalidad media de las navarras es de 1,3 hijos, el de las inmigrantes es de 2,3 hijos. En este momento, el 20% de los nacimientos en Navarra ya corresponde a hijos de madre inmigrante. Las cifras actuales nos anticipan un escenario futuro que debería impactarnos.
Si la tasa de natalidad en Navarra ronda los 1,5 hijos por mujer, esto significa que cada generación sólo supone un 75% de los navarros que componían la generación anterior. He aquí la evolución de la población navarra, librada a su propia suerte, en sólo cinco generaciones.
La única forma de garantizar el relevo generacional, partiendo de nuestra actual tasa de natalidad, es la población extranjera. Además de ello, como comentábamos, la tasa de natalidad de las madres inmigrantes es 2,3 frente al 1,3 de las mujeres navarras, con un 20% de los nacimientos que ya corresponden a madres inmigrantes. El desarrollo de estas tasas anticipa un futuro en el que la población descendiente de inmigrantes constituirá el 80% de la población navarra a la vuelta de sólo 5 generaciones.
Un comentario
Interesante vídeo en TED sobre la pobreza y tamaño d elas familias. (el tratamiento de los datos son discutidos por especialistas) pero merece la pena verlo.
http://www.ted.com/talks/lang/eng/hans_rosling_shows_the_best_stats_you_ve_ever_seen.html