Nos hemos preguntado lo mismo que usted. ¿Será un fake? ¿Será inteligencia artificial? ¿Será maldad natural? ¿Será el Ministerio de Igualdad? ¿Será actual? ¿Será Almería de verdad una alcaldía con mayoría absoluta del Partido Popular?
Hola @aytoalm del @ppopular,
— Rocío De Meer ن (@MeerRocio) May 15, 2024
Ni sí ni no. Es un niño. Y vosotros unos depravados. pic.twitter.com/kOlACGjmg9
El mensaje es aterrador. Sin duda hay monstruos a un lado de la campaña, se supone que una campaña como esta se lanza contra los monstruos, pero más preocupante aún es que los que lanzan una campaña de la administración sean los propios monstruos.
Si no es un fake, ¿puede ser una especie de error? El problema es que el mensaje de este cartel no es una novedad. De hecho, es exactamente lo que dijo hace no mucho tiempo la inefable ministra de Igualdad, la sueltavioladores Irene Montero: “Todos los niños, las niñas, les niñes de este país tienen derecho a conocer su propio cuerpo, a saber que ningún adulto puede tocar su cuerpo si ellos no quieren, y que eso es una forma de violencia. Tienen derecho a conocer que pueden amar o tener relaciones sexuales con quien les dé la gana, basadas, eso sí, en el consentimiento”.
Pues bien, esto mismo es lo que dice exactamente el cartel que nos ocupa. Que si un adulto consigue el consentimiento de un niño, puede mantener relaciones sexuales con él. Esto sin embargo choca abiertamente con el Código Penal, que tipifica como delito las relaciones con menores de 16 años, sean o no consentidas. No se considera a un menor de 16 años, por ejemplo a un niño de 9 años, capaz para decidir por sí mismo si tiene relaciones con un señor de 60 a cambio de unos cromos de Bob Esponja. Lo que propone el cartel es abiertamente una apología del delito, ya que tener relaciones sexuales con un niño es delito en cualquier caso, diga el niño sí o diga no al que se las propone.
Por otro lado, la foto elegida para el cartel no deja lugar a dudas de que nos encontramos ante un supuesto que ni siquiera nos acerca al límite legal de los 16 años. Los promotores de la campaña han elegido deliberadamente la imagen de un niño claramente más cerca de la infancia que de la adolescencia. Si todo esto no es una especie de fake o de intoxicación, esta publicidad ilegal que además es una inmoralidad y una aberración ha debido pasar sin embargo el filtro de múltiples despachos e instancias de diversas administraciones, ya que el cartel se encuentra cuajado de sellos del Ayuntamiento de Almería, del Ministerio de Igualdad y del Pacto de Estado contra la violencia de género. ¿O se puede poner a cualquier cosa sin que nadie lo verifique un sello de estos?
Para todos los que no se creen que este blanqueamiento vomitivo de la pederastia por parte del @ppopular sea verdad, os dejo más pruebas: pic.twitter.com/Wz3wn0oqIn
— Rocío De Meer ن (@MeerRocio) May 15, 2024
La pregunta a la vista de todo lo expuesto es si todos estos organismos y sus multimillonarios presupuestos forman parte de la solución o del problema al que nos enfrentamos. ¿Es esta campaña aberrante un desquiciado hecho puntual o, en la línea del discurso de Irene Montero, estamos ante un discurso que deliberadamente se pretende implantar poco a poco en la sociedad? En el mejor de los casos, si no es el mensaje que pretenden transmitir, los responsables de la campaña sólo serían unos inútiles, aunque no por ello menos responsables. En cualquier caso, si no es un montaje, la carrera de ningún político debería sobrevivir a la publicación de un anuncio como este, sea la alcaldesa popular de Almería (suponiendo que esta campaña sólo ha visto la luz en Almería) o la ministra de Igualdad.