Javier Ancín, celebrado columnista de navarra.com, escribía ayer un irónico tuit señalando a cualquier espontáneo de la Policía Foral, si lo hubiera, para que como sucedió con el cartel del morreo entre Chivite y Bakartxo se acercara a retirar la penúltima pancarta colgada de la valla del Instituto Iturrama, colegio público referente en Navarra del modelo D. Como puede observarse, esto sucedía antes de las 11 de la mañana de ayer.
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Seguramente Ancín planteaba la cuestión como una pregunta retórica pero, ¿por qué no comprobar si efectivamente había acudido la Policía Foral, espontáneamente o bajo alguna directriz, a retirar la pancarta? Con algún agravante. El cartel de LKN podría considerarse una representación artística, no así la pancarta en el instituto. La pancarta además se encontraba en un colegio público, un espacio común que no puede ser particularmente politizado. Otro agravante más es que todo el mundo sabe que constantemente se colocan pancartas en todos los colegios del modelo D, por lo que nadie puede alegar sorpresa o desconocimiento para no retirar las pancartas. Pues bien, ¿seguiría la pancarta en el instituto tras el tuit de Ancín? ¿Habrían sido injustos los seguidores de Ancín que, al leer su tuit, hubieran pensado que el cartel de María y Bakartxo sí, pero que para rato iba a ir la Foral a retirar una pancarta del Instituto Iturrama, colegio público referente del modelo D?
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Para no dejar la pregunta en suspenso, NC envió poco antes del toque de queda, muchas horas después, un equipo de investigación periodística que comprobó si la pancarta todavía seguía colgada de la valla. Pues efectivamente, ahí estaba.
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Lo que no hizo el equipo de investigación de NC fue dirigirse a la sede del Parlamento a comprobar si se había repuesto el dibujo de LKN, pero parece tan improbable que se repusiera el dibujo del Parlamento como que se retirara la pancarta del colegio. A decir verdad LKN tal vez debería volver a colocar el cartel ahora que se le ha disculpado por quitarlo hasta el jefe de la Policía Foral. Aunque claro, el arte es el momento , acaso la rebeldía, y el impacto de la obra ha sido precisamente su destrucción por parte de la autoridad.
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Por lo demás, lo sucedido con el cartel al final resulta que explica lo sucedido con la pancarta, y con otras tantas cosas. O sea, ¿por qué la izquierda abertzale puede llenar de cartelería el espacio educativo de los colegios públicos del modelo D? Pues porque María Chivite y Bakartxo Ruiz se están morreando. Políticamente hablando, claro. Al final el cartel del morreo va a ser la clave interpretativa de toda la política navarra durante la actual legislatura. Eso ni Chivite ni ningún policía foral espontáneo van a poder evitarlo.
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