Indudablemente el primer torpedo que impactó bajó la línea de flotación de la OPE nacionalista fue el del gobierno central, que paralizó en los tribunales la oferta pública de empleo. Pero este primer impacto no fue el último, ni el gobierno central el único lanzador de torpedos.
El Gobierno de Navarra intentó presentarse ante la opinión pública como una víctima del PP y de la actuación chapucera de UPN, que había convocado una OPE con graves defectos formales, la cual se solapaba con la OPE del nuevo gobierno, obligando a paralizarlo todo, separar las plazas en litigio de las plazas «seguras» y lanzar la OPE en dos plazos. UPN defendió su gestión y de hecho el Gobierno de Navarra, pese a sus acusaciones, expresó tanto su decisión de litigar en defensa de la OPE de UPN como su convicción de que iba a ganar. Pero pronto quedó evidenciado que había algo más.
No sólo se estaba anunciando una paralización, ni que la OPE tendría que completarse en dos fases, sino que se estaban produciendo otros muchos cambios, no obligados judicialmente, como una alteración en la proporción de plazas ofertadas o la eliminación de la lista y tribunal único, que inmediatamente provocaron la indignación de Bildu o la petición de la dimisión del consejero Mendoza por parte de LAB. ¿Qué estaba pasando? ¿Había torpedeado la propia Geroa Bai la OPE después de todo?
La parte no nacionalista del tetrapartito
Las últimas informaciones publicadas, sin embargo, señalan a IU como responsable de la voladura del proceso. Esta formación, que ya había expresado su rechazo a la OPE de Mendoza, amenazó en el último momento con un boicot parlamentario al decreto ley que tenía que formalizar la oferta de empleo. Para ello, IU (Izquierda-Ezkerra) ya había llegado a un acuerdo con el PSN y se daba por hecho el apoyo de UPN y PPN para formar una mayoría parlamentaria puntual en contra de la OPE.
El nacionalismo actúa como si fuera mayoría, pero no lo es
Al final, por tanto, la explicación de cómo ha descarrilado la OPE de Geroa Bai y Bildu podría ser la más sencilla. A fin de cuentas, los nacionalistas sólo cuentan con el 30% de los votos y 17 de los 26 del tetrapartito. O bien 17 de 50, según se mire… minoría en cualquier caso. Desde que se constituyó el nuevo gobierno foral, los nacionalistas siempre han ido más allá en todas las acciones de gobierno de lo que estrictamente permitiría el voto nacionalista, gracias al seguidismo de Podemos e I-E. En este caso, Laura Pérez se ha mantenido sumisa al nacionalismo pero no así en cambio Izquierda-Ezkerra. De todos modos ya se verá hasta qué punto la OPE final (o las OPE que se convoquen) se parece más o menos a la OPE original, o si el gesto de I-E para mostrar un poco de criterio propio sólo ha sido postureo, la nueva palabra de moda en el diccionario político.
2 respuestas
Bienvenida sea toda ayuda para parar la nazificación y la euskerización forzosa de la coudadanía, para reducirlos a meros esclavos de la nueva gleba, el batúa, que los ata y reduce las posiblidades de moverse y buscar empleo, para al final depender directa o indirectamente de la administración controlada por ellos.
Pero nadie se confíe, no cejarán, seguirán con ello, metiendo modelo D por doquier, para ideologizar a los niños desde la más tierna infancia, que no se puedan defender. A ver cuando espabilamos pero del todo.
Que la cordura de izquierda ezquerra,unida,NO sea POSTUREO….sería una cuchillada a la normalidad social y educativa.