Incluso para hacer el mal hace falta una cierta habilidad. Tal es la moraleja que podría concluirse de lo que le está pasando al cuatripartito con la OPE de Educación. El Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) anulaba en octubre de 2016 las plazas para euskera contempladas en la Oferta de Empleo Público (OPE) de personal no docente universitario aprobada por el Gobierno foral para ese mismo año.
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La Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJN argumentaba que cualquier OPE del departamento de Educación para puestos de trabajo incluyendo una referencia a cualquier idioma que no fuera el castellano ofrecería puestos de trabajo distintos a los recogidos en la plantilla orgánica del departamento y, por tanto, contrarios a derecho. En definitiva, se estaban convirtiendo en plazas con requisito de vascuence puestos que en la plantilla orgánica del departamento no figuraban como tales, por lo que eran nulas.
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Afortunadamente para las 117 personas afectadas y para el Gobierno de Navarra, el sindicato AFAPNA, que era quien había recurrido la OPE, decidió no pedir la ejecución de sentencia. Afortunadamente para las 117 personas porque se hubieran quedado en la calle al anularse la oferta en virtud de la cual habían obtenido la plaza. Y afortunadamente para el Gobierno de Navarra que de este modo se evitaba el escándalo y tener que indemnizarlas.
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Lo que sucede es que hay quien sencillamente no es capaz de reconocer un error, por lo que el Gobierno de Navarra, en vez de asumir la equivocación y reconducir sus planes por el cauce normativo adecuado, hizo lo que no había hecho AFAPNA y recurrió la sentencia del TSJN. El resultado se acaba de conocer y es que el Tribunal Supremo rechaza el recurso del Gobierno de Navarra, confirma la sentencia del TSJN y vuelve a dejar en el alero el puesto de las 117 personas que habían sacado su plaza, ya que si en 2019 un nuevo gobierno sucede al actual estaría en plazo para pedir la ejecución de sentencia.
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Como detalle, el Tribunal Supremo condena en costas al Gobierno de Navarra al considerar que las alegaciones contenidas en su recurso “deben tildarse de manifiestamente carentes de interés casacional”.
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Por si todo esto fuera poco, se supone que en junio de este año tendrán lugar las pruebas de una OPE de Secundaria y Formación Profesional que, según señala AFAPNA, vuelven a incurrir en el mismo defecto que ha costado la anulación de la OPE de 2016, lo que podría afectar a otras 83 plazas de esa OPE y ahora AFAPNA, ante la contumacia del Gobierno de Navarra, anuncia que sí pedirá la ejecución de sentencia si se determina su nulidad.
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La Educación es un caos y aquí no se puede echar la culpa a la nieve
El resultado de toda esta acumulación de despropósitos es que el Gobierno de Navarra puede dejar en la calle a casi dos centenares de opositores que habrían sacado su plaza con requisito de vascuence, mediante unas convocatorias en las que no sólo aparecía claramente descompensada respecto a la realidad social de de navarra la proporción de plazas con requisito de euskera, sino que actuando en contra del derecho para conseguir ese objetivo. Si alguien hubiera querido boicotear deliberadamente las OPE del cuatripartito, no lo hubiera hecho mejor ni distinto.
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