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ETA está acabada. Esto no es un hecho que se deduce de una declaración o una entrega de armas. En todo caso la relación causal sería la contraria: que si ETA hace una declaración o una entrega de armas es porque está acabada, y que está acabada lo sabemos hace tiempo. Por tanto no es demasiado importante tal o cual comunicado o tal o cual acto. Pensar esto sería un poco como pensar de un fallecido que lo relevante es el certificado de defunción y no que se le paró hace años el corazón, como si el muerto no estuviera muerto desde que se le para el corazón y no desde que se firma el certificado de defunción. No nos excederemos por tanto en la importancia que se debe dar a los anuncios de ETA o en pensar que ETA está acabada porque hace un anuncio, cuando la realidad es que ETA hace un anuncio porque está acabada.
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Siendo el análisis esencial que ETA está acabada hace tiempo, ello no nos impide sin embargo ser conscientes de que hay unos criminales que aún deben rendir cuentas por sus crímenes, unos en prisión y otros todavía fugados por el mundo. Hay quien se está dando mucho prisa por empezar a soltar presos de ETA cuando aún hay crímenes por resolver y etarras que ni siquiera han sido juzgados por sus crímenes. Que ETA esté acabada tampoco nos impide temer que las entregas de armas sean un suceso menor en la historia de la liquidación de una banda. Hay explosivos que caducan. Hay zulos de los que la propia banda no se atrevería a retirar armas por temor a que estén señalados. No sabemos cuántas armas tiene ETA y por tanto si las entrega todas. Las armas, además, nunca son tanto el problema como los hombres que las empuñan.
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ETA no ha desaparecido porque sí. Durante muchos años se atacó a ETA sólo en el frente pistolero. Durante todo ese tiempo ETA vivió muy cómodamente. Había unos pistoleros, los más tontos de la organización, que vivían en la ilegalidad, mataban gente, a veces morían, casi siempre eran detenidos y cuando pasaba cualquiera de estas dos cosas eran sustituidos por más carne de cañón. Al mismo tiempo, los menos tontos de la organización vivían cómodamente en su casa, dentro de la ley, en el frente político, ocupando cargos en las instituciones y pastando del presupuesto. El comienzo del fin de ETA tuvo lugar en el momento en que se decidió atacar no sólo a los etarras de las pistolas sino también a los etarras de las instituciones. La izquierda abertzale quedó fuera del Parlamento de Navarra en 2007 y fuera del Parlamento vasco en 2009. En cuanto se obligó a la izquierda abertzale a elegir entre las pistolas o los votos, el fin de ETA fue cuestión de muy poco tiempo. A este respecto sólo cabe señalar lo increíble de que no se ilegalizara a Batasuna mucho antes y que nada se les debe en cuanto al fin de ETA a quienes se opusieron a la ilegalización.
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Recordar todas estas cosas resulta pertinente porque lo que sí nos jugamos en los próximos tiempos es el relato de la historia, el relato de los hechos. Aquí había una misma organización en la que unos se dedicaban a ir a las instituciones a presentar sus exigencias y otros a matar a quienes se las discutían.
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ETA no se dedicaba a luchar por el pueblo vasco ni por su libertad, evidentemente. Eso lo saben bien todos los vascos que fueron asesinados por ETA. ETA mataba a todo el que le llevaba la contraria lo mismo fuera vasco o de cualquier otro lugar. ETA, además, no sólo mataba a cualquiera por discutir sus cuestionables ideas sobre la autodeterminación, su aplicación, su sujeto o sus territorios, sino también por discutir las ideas de ETA sobre la energía nuclear, los trenes o los lugares por donde debía pasar una autovía. ETA mataba por no estar de acuerdo con ETA en cualquier materia, empezando por todos los vascos que no estaban de acuerdo con ETA en cualquier materia. Toda le supuesta épica de ETA como movimiento de liberación nacional es una mierda, aunque en el relato de los libros de historia tal vez haya que utilizar otra palabra más fina. Más fina, pero que signifique lo mismo.
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Con ocasión del anuncio de la entrega de la armas, o de unas armas, hay quien no ha podido evitar plantear el supuesto dilema de que, tras un conflicto, hay que elegir entre libertad, paz y justicia. Quienes así razonan pretenden que a cambio de la paz y la libertad hay que evitar aplicar la justicia a los etarras. Como en la Transición, deslizan. Lo que pasa es que quienes deslizan esto son los mismos que quieren ahora deconstruir la Transición, por un lado, sin tener en cuenta por otro que si en la Transición hubo en alguna medida un conflicto entre libertad, paz y justicia fue porque Franco murió en la cama y no hubo una derrota del régimen sino un tránsito democrático por acuerdo. Algo así pasó con Pinochet, hasta cierto punto con las dictaduras comunistas del otro lado del Telón de Acero y como quizá en un momento dado suceda con Cuba. El problema es que ETA sí ha sido derrotada, como Hitler, por lo que no hay que hacer cesiones en el terreno de la Justicia a cambio de paz y libertad. Esto significa que a los presos de ETA se les debe aplicar no más de toda la dureza de la ley, pero tampoco menos, y que la ley podrá ser más o menos dura también en función de la actitud de los presos. Si los presos persisten en no arrepentirse, no pedir perdón, permanecer fieles a las consignas y enorgullecerse de sus crímenes, será su problema y el de sus familias. Algún día descubrirán que fueron la carne de cañón de otros más listos, de su propio bando, que desde la comodidad de sus sillones denunciaban su sufrimiento tanto como poco hacían por terminarlo.
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Es preciso señalar que el fin de ETA no es totalmente el fin de la lucha. Quedan los rescoldos del odio sembrado entre algunos segmentos sociales, pero sobre todo ahora empieza la lucha por el relato. Cometeremos un error si, acabada la ETA, damos por terminado el esfuerzo y dejamos que ahora la historia de ETA la escriban los que formaron parte de ETA, los que dijeron que ETA era invencible, los que decían que para derrotar a ETA había que darle lo que pedía, los que no se les debe nada en la lucha contra ETA o los que a fecha de hoy todavía no reconocen que los presos de ETA son asesinos.
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6 respuestas
Palabras para sustiruir la palabra MIERDA: Excremento, basura, residuo orgánico de origen humano, desecho, caca
Es posible que se hayan acabo los criminales de capucha negra (aunque lo dudo, vista la «trifulca» del otro día) pero siguen existiendo los que, con guante blanco y desde las instituciones, persiguen los mismos fines y hacen incluso más daño, actuando como un veneno que se va acumulando y que te mata sin remedio.
La serpiente más peligrosa en Navarra es una que lleva una aberración genética negativa en su Rh, está enroscada en un hacha herrumbrosa, además de su veneno ponzoñoso nazionalista, provoca demencia, transtornos sicóticos, carencia total de empatía, rabia y pérdida de funciones cognitivas cerebrales….gracias a todo ello muchos viven tan ricamente de subvenciones sin trabajar.
Y es que vale para este artículo también…
Esto ,pese a lo que digan los etarras , el separatismo que lo ha amparado y sus corifeos de la extrema izquierda , no ha sido una guerra con unos combatientes claramente diferenciados en dos bandos que luchaban entre si y que finalizada aquella se manda la gente a su casa. Ha sido el terror por antonomasia impuesto a una parte de la sociedad vascongada y navarra y al resto de España. Ha sido una actividad criminal de una banda armada dirigida en la sombra por una estado mayor politico no conocidos y con unos testaferros que son los que aparecían de forma engañosa como jefes y dirigido aquél terror contra la mayor parte de la sociedad que ha soportado salvo sus cómplices, sus chivatose informantes, sus colaboradores, los equidistantes y los que no han levantado la voz, y ha sido combatida esa banda con las armas de la ley por la policia ( Policia Nacional y Guardia Civil). Esta bien que entreguen las armas sin teatros ni parodias , ni ocurrencias de que lo serán ante organizaciones civiles. Las armas se entregan a la policia y que sean todas y no dos pistolas herrumbrosas, o plastico explosivo caducado y seguida de la disolución de la banda , porque una banda sin armas no sirve ,salvo que no se disuelvan porque tengan otros arsenales .. Y aqui no termina todo , deberáncolaborar con la justicia para esclarecer 300 asesinatos, y deberán ser juzgados por sus actos entre otros el de pertenencia a banda armada hasta el último momento, pedirán pèrdón y abonarán indemnizaciones en las medidas de sus posibilidades. .Listas de los etarras y dirigentes incrustados en movimientos politicos , disolución, una vez hecho entonces empezaremos a creer algo.
Y siempre nos quedará la duda si ese simbolo de la serpiente que no es mas que la doblez y el engaño acordandonos del Génesis «la serpiente era más astuta que cualquiera de las bestias del campo «. Así que ojo . Prudencia que esta y el caldo gallina no ha matado a nadie, pero confiar en traidores si.
«Lo que quiere la sociedad española es que ETA se disuelva y desparezca» es el eslogan que dicta la corrección política a la moda. Pues yo no debo pertenecer a la sociedad española, porque prefiero que los etarras sean capturados, juzgados, que paguen por sus crímenes, que restituyan al menos en lo material lo que han robado y destruido, y que colaboren para resolver los más de 300 crímenes sin castigo pendientes. Yo prefiero que los etarras se entreguen ellos en vez de sus pistolas, de la misma forma que no me serviría que los degolladores yihadistas entregaran sus cuchillos. En la línea del “pensamiento blando” imperante en esta sociedad relativista, cuando se trata de emitir opinión sobre lo relacionado con esa banda de asesinos, hemos podido leer hace unos días en El País una noticia que anunciaba con regocijo: «ETA anuncia su desarme unilateral e incondicional». Fíjense Vds. bien: “desarme unilateral”, ¡qué generosos esos chicos de la ETA!, igual esperaba el redactor de la noticia que también entregara sus pistolas la Guardia Civil y la Policía Nacional. Pues no señores, esos terroristas, en un alarde de generosidad, anuncian su desarme de forma unilateral e incondicional, así que lo de menos es que se entreguen ellos a la justicia, pues aquí la mayoría de “la gente” ya decidió entregar su alma al diablo. Solamente de esa forma se puede entender que desde hace mucho tiempo los traseros de los etarras calienten los escaños de diferentes instituciones y que se les haya dado poder y dinero público. Ya no les hace falta la bomba, el tiro en la nuca ni el impuesto revolucionario, como alguien escribió: “los etarras y sus simpatizantes han pasado de la lista de la Interpol a las páginas del BOE”. Y muchos por aquí, con sus conciencias huecas, respiraron tranquilos.
Yo tengo otra visión de los sucedido. La ETA ha conseguido instalarse en las instituciones porque los distintos gobiernos (sobre todo Zapatero) han cedido a su chantaje. No ha ganado el estado de derecho. Los bildus no son demócratas; son proetarras. Para muestra, Adolfo Araiz.