Si han seguido ustedes nuestra sección de opinión durante los últimos días, habrán asistido a una interesante polémica en torno a la necesidad de que exista desde el año 2.000 un Defensor del Pueblo de Navarra.
De un lado don Julio Pomés, presidente del think tank CIVISMO, planteaba inicialmente la existencia de esta figura como un cargo perfectamente redundante, cuyas funciones son exactamente las mismas que las del Defensor del Pueblo que ya pagamos para el conjunto de España, que nace como consecuencia de un pacto político y que antes del año 2.000 nadie había echado de menos en Navarra. Don Julio, por lo demás, se detenía en cuantificar algunos de los costes para el contribuyente del Defensor del Pueblo de Navarra.
Del otro lado el propio Defensor del Pueblo de Navarra, don Francisco Javier Enériz, replicaba alegando la cercanía al reclamante navarro, la notable aceptación de sus recomendaciones por parte de la Administración navarra y la satisfacción de los usuarios.
Un punto del debate, incluso, fue la oportunidad ética de que el Defensor del Pueblo regale libros y cajas de vino a cuenta de los contribuyentes navarros.
En su contrarréplica, don Julio Pomés incide en la falta de demanda real del cargo, la cual provoca una sobreactuación del Defensor del Pueblo para justificar su existencia, admitiendo así a trámite cualquier queja incluso aunque la Administración aún no haya agotado el período hábil para responderla por el procedimiento ordinario, o aunque suponga, más que una labor del Defensor del Pueblo, una labor de información del ciudadano más propia de las organizaciones de consumidores y usuarios. Algo a tener muy en cuenta cuando cada queja presentada cuesta 2.000 euros a los contribuyentes navarros.
Para una mejor comprensión de la polémica, como es natural, les remitimos a los artículos publicados. No obstante, queremos aprovechar la ocasión para preguntarles en una encuesta específica (que pueden encontrar en la portada) cuál es su opinión respecto a la necesidad de que exista esta figura del Defensor del Pueblo en Navarra.
¿Es necesario el Defensor del Pueblo de Navarra?
Respuesta: ¿Es necesario o no el Defensor del Pueblo de Navarra?
2 respuestas
Estoy de acuerdo den que es necesario… quitarlo y despedir a los funcionarios contrados para ahorrar 1,2 millones de euros.
Y hacer lo mismo con otros muchos departamentos «de luxe» de la administración foral y local (me refiero a grandes municipios). Se me ocurre, en el Ayuntamiento de Pamplona, la concejalía encargada de organizar eventos culturales como Pamplona 2016, los encargados de enseñar a nuestros hijos a desayunar, preparar el museo sanferminero, etc…
Yo es que recuerdo perfectamente cómo el año pasado, sin que nadie le preguntara, el defensor del pueblo se sacó de la manga «de oficio» un informe en favor de la EPC que le convirtió en defensor de la administración y atacante de todos los ciudadanos de Navarra opuestos al descarado adoctrinamiento que se ejerce a través de la asignatura. Y al menos a mí no me ha mandado una cesta de Navidad para compensarme. Para ese triste papel por tanto lo tengo claro. A su casa y nos ahorramos 1,2 millones de euros.