Total, si ya has metido al guardaespaldas en el consejo de Renfe, sin más cualificación conocida que haber sido portero del Rosalex (conocido club de alterne de Pamplona), y no ha pasado nada, qué más te da meter también a su mujer. Y la prima de su mujer. Y a quien haga falta.
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La agraciada con el puesto de ayudante de secretaria en el Ministerio de Transportes, dirigido por Abalos, es Patricia Úriz Iriarte, mujer de Koldo García Izaguirre, portero, aizkolari, guardaespaldas y hombre para todo de Abalos. En cuanto a la agraciada con el puesto, al margen de haber formado parte de la ejecutiva del PSN, según informa El Confidencial su trayectoria laboral se limitaba hasta ahora a un trabajo en el “sector de las grandes superficies”.
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Podría decirse que las políticas del nuevo gobierno social y de progreso se están enfocando principalmente al derecho inalienable de las parejas de los nuevos prebostes del régimen a no tener menos derechos que el resto del mundo a tener un puesto de confianza en el nuevo gobierno. Desde luego el derecho a que alguien no pueda obtener un puesto por ser mujer o marido de alguien está quedando absolutamente garantizado.
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Otro caso llamativo es el de la nueva presidenta de Red Eléctrica, la exministra de Vivienda del PSOE Beatriz Corredor. Entre los numerosos méritos que apuntalan la elección de Corredor como presidenta de Red Eléctrica, seguro que podemos descartar el hecho de que fuera una de las pocas socialistas que, junto a Cerdán, apoyó la candidatura de Pedro Sánchez a las primarias del PSOE. Si gobernara el PP esto la llamaríamos una puerta giratoria, o directamente corrupción, y diríamos que es intolerable y que forma parte de un complot entre el gobierno y las eléctricas para manipular el precio de la energía y garantizar los beneficios de las eléctricas a costa de morir la gente de frío. Afortunadamente ahora tenemos en el gobierno a Pablo Iglesias y su mujer Irene Montero para defender a los de abajo, acabar con el enchufismo y garantizar que nadie deja de obtener un puesto por el pequeño detalle de ser la mujer o el marido de algún miembro del mandarinato. Por cierto, Jordi Sevilla, el sucedido en Red Eléctrica por Corredor, era otro ex ministro socialista, lo que revela lo endémico de la situación.
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Ya ven que nos lo tomamos con ironía, pero los niveles de cinismo e hipocresía se encuentran en máximos históricos con la nueva administración. Interesa no obstante tomarse estas cosas con cierta calma y entereza porque devolver a los nuevos gobernantes a la oposición puede parecerse más a un tratamiento de quimioterapia que a la extracción de una muela. O sea, no se trata de algo doloroso pero breve sino que podemos enfrentarnos a un período no sólo doloroso sino dilatado y de pronóstico incierto. Preparémonos para lo peor y regocijémonos si sucede lo mejor. Pero que lo peor, si llega, no nos encuentre descolocados.
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Por otra parte todo este entramado de colocaciones no deja de tener su propia lógica perversa. De este modo todo el mundo asegura su puesto. Es decir, si tú has colocado a tu mujer, tu guardaespaldas o tu marido, ya no me puedes reprochar que yo haya plagiado un libro, haya constituido una sociedad para pagar menos impuestos o haya enchufado a mi prima. Si todos podemos reprocharnos algo, nadie le va a reprochar nada a nadie. No se puede agitar ninguna rama porque, como diría Pujol, entonces caen todos los nidos. Si se descubre algo de alguien, ¿quién podrá pedir responsabilidades dentro del propio entramado gubernamental si o todo el mundo tiene algo que reprochar o todo el mundo ha callado cuando el que hacía el mal era otro? Y fuera del gobierno, ¿quién va a pedir responsabilidades por esto en los medios? ¿Risto Mejide? ¿Wyoming? ¿El follonero?
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