¿Cuántas personas se manifestaron el sábado en defensa de la manada de Alsasua? ¿Fue un éxito o un fracaso? ¿Qué es un éxito o un fracaso?
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La Policía Municipal, dependiente por tanto del Ayuntamiento de Pamplona, gobernado por Bildu, estimó una participación de 30.000 personas. ¿Es poco o es mucho?
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Mucha gente, pero menos de la esperada
Si retrocedemos al 14 de abril, a la anterior manifestación en Pamplona en defensa de los violentos de Alsasua, nos encontramos con que la Policía Municipal estimó una asistencia de 38.000 personas, ambos datos los puede encontrar ahora cualquiera en la hemeroteca. Obviamente debe resultar difícil para algunos medios, tras todo el apoyo recibido, publicar cifras para el pasado sábado inferiores a las de abril. Tan difícil que a lo mejor no han podido.
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Pero entonces, ¿qué hacemos con esas fotos tan impresionantes en las que parece que hay tantos asistentes?
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Tampoco nos engañemos. Es cierto que había mucha gente en la manifestación. Lo que sucede es que quizá no tanta como pudiéramos pensar a través de las fotos o sin un cálculo medianamente detallado de la superficie ocupada. La “multitud” que “desborda” las calles de Pamplona en la siguiente imagen, en realidad ocupa menos de 10.000 metros cuadrados. Una captura vertical de uno de los muchos vídeos publicados en las redes sociales evidencia que tampoco la densidad es tan intensa como podría parecer desde una toma horizontal. En la siguiente foto, una de las más reproducidas en las últimas horas, en realidad hay una cantidad de manifestantes que podría oscilar entre las 10.000m, tomando un cálculo conservador, ó 30.000 personas siendo muy generosos. Desde luego nada que ver con otras cifras que se han publicado.
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Si en vez de tomar una imagen de la mitad del recorrido elegimos una del final, el resultado no presenta grandes diferencias con la estimación anterior. Obviamente existe un margen para jugar con los metros ocupados o la densidad, pero los metros de superficie ocupada no deberían moverse demasiado de un margen entre los 10.000 y los 12.000. Obviamente no se pueden tomar como referencia, como han hecho algunos, los metros cuadrados de recorrido sino los metros cuadrados efectivamente ocupados por los manifestantes, o bien si es por el reccorido habría que estimar para las Javieradas una afluencia de más de un millón de personas.
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¿Poco o mucho? La respuesta comparando la del sábado con la anterior movilización en Pamplona en el mes de abril ya hemos visto que podría ser decepcionante. Podríamos compararla también con la manifestación convocada por SARE (que también apoyó la manifestación del sábado) el 13 de enero en Bilbao, en apoyo de los presos de ETA. Habrá quien considere impertinente la comparación, pero en aquella gran movilización de la izquierda abertzale la Policía Municipal contabilizó 95.000 personas.
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Llegados a este punto alguien podría decir que puede que 30.000, ó acaso 20.000, resulte una cifra no demasiado impresionante, pero en cualquier caso superior a los 15.000 que estimó la Policía Municipal del Pamplona con ocasión del 2-J. Es verdad, quizá el sábado hubo menos manifestantes. También puede ser verdad, por otro lado, que la izquierda abertzale o la extrema izquierda tienen más capacidad de movilización que el resto de sectores políticos, lo cual no es lo mismo a tener más apoyo social. Es un hecho, por otro lado, que la manifestación del sábado provocó una gran afluencia de asistentes provenientes de fuera de Navarra, otro elemento importante a la hora de evaluar el éxito de la manifestación.
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Algunas estimaciones hablan de 130 autobuses llegados de fuera, una cifra coherente con la que presumían los propios organizadores. Por comparación, hemos consultado con fuentes de la organización el número de autobuses que llegaron de fuera de Pamplona el 2-J y la cifra que se nos da es 12. Otro detalle curioso que se pudo comprobar el sábado en Twitter es que, a la hora de la manifestación, tanto si se introducía como término de búsqueda “Pamplona” como “Iruña”, alrededor de la mitad de las referencias encontradas referidas a la manifestación eran en catalán. Insistamos en que no es que no hubiera mucha gente y también mucha gente de aquí, pero ni lo uno ni lo otro dejan de ser una parte de la verdad.
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Uxue Barcos habla de la manifestación
A raíz de la manifestación, la presidenta del Gobierno de Navarra se refirió a ella para, tras tildarla de “incontestable”, decir que «siempre y en todas las ocasiones en las que se produce una manifestación de la sociedad en la calle, la primera expresión de cualquier persona con responsabilidades públicas es la del respeto, escuchar, reconocer y responder a esos requerimientos«. Barcos añadió que «no se está pidiendo de ninguna de las maneras impunidad pero sí proporcionalidad».
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Las palabras de Barcos resultan chocantes en primer lugar porque nada de lo declarado respecto a la manifestación del sábado lo ha aplicado respecto a manifestaciones anteriores. En segundo lugar porque en la manifestación sí se pedía la impunidad y no sólo la proporcionalidad. No sólo es que la inmensa mayoría de los manifestantes corearon eslóganes pidiendo la puesta en libertad de todos los condenados, sino que la mayoría de las organizaciones que han secundado la manifestación y movilizado a sus seguidores vienen sosteniendo tesis como la de que no hubo agresión sino tropezón, que todo es un montaje policial, que todos los agresores están mal identificados, o que incluso los agresores y los provocadores eran los guardias civiles y sus parejas. Todo esto nos lleva, más allá de los números, a lo más grave de la cuestión.
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La defensa de la manada y el apartheid de los no nacionalistas
La de ayer, en el fondo, fue una manifestación en defensa del clima de opresión y de violencia que generó la agresión. Un clima que ni se ha reconocido, ni se ha condenado, ni se ha dado un paso para cambiarlo. Por el contrario, da la impresión de que se tata más bien de preservarlo y aún extenderlo convirtiendo a los ultras de Alsasua en casi un modelo.
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No estamos en la dinámica de señalar y rechazar socialmente a quienes ejercen la violencia nacionalista, sino todo lo contrario. Ya sean los presos de ETA, ya sean los “chavales” de Alsasua, son ensalzados mitad héroes, mitad víctimas, pero ensalzados y amabilizados en cualquier caso. Resulta llamativo el contraste frente a las campañas contra la violencia machista. Aquí no hay rechazo sino una amplia complicidad social con la violencia nacionalista.
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La violencia en Alsasua por supuesto fue la agresión, pero no sólo la agresión. Las víctimas no dejaron de sufrir la violencia nacionalista al acabar los golpes, después fueron hostigadas ellas y en su caso sus familias hasta tener que abandonar el pueblo. La propia manifestación en defensa de los agresores podría incluirse en la dinámica de retroalimentar el clima de agresión. Lo que no ha habido en absoluto, para vergüenza de Barcos y el cuatripartito que la sustenta, es apoyo a las auténticas víctimas y sus familias.
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12 respuestas
Cualquiera que el sábado estuviera en Pamplona sabe que 30000 personas no es una cifra realista.
¿Cómo puede ser que los organizadores cifren en 80.000 y policia nacional y municipal en 30000?
¿Cómo es posible que la diferencia sea de casi el 200%?
¿Si llegaron 130 autobuses, una quinta/sexta (5500 aprox) del total de los asitentes eran ellos?
El cálculo lo hacéis respecto a la foto, hasta ahí bien. Pero lo cierto es que cuando la manifestación llegó al final de Carlos III la cola todavía seguía en la Plaza de los Fueros.
Por lo tanto, seguid con la venda en los ojos y con las cuentas de la vieja, os va fenomenal.
Gracias perroflauta. Seguiremos como nos de la gana.
La PM la controla el zizurtarra Asirón así que la culpa se la echas a él.
Ahora que todos esos catalanes se han ido es hora de desinfectar las calles. Farolas llenas de pegatinas q incitan al odio y al nazismo, litronas, vasos, latas y cristales rotos en mi portal, en el portal de casa de mis padres la fachada manchada con liquido alcoholico…
Por momentos se escuchaba más catalán q euskera. Y lo repito, antes de q digáis nada de la bilis, tragárosla vosotros que esos pobre hombres no van a salir de la cárcel.
Yo no sé si Vds en NC, como parte de la sociedad contraria al movimiento nacionalpopulista liderado por el independentismo catalán, son verdaderamente conscientes del problema que estamos tratando.
El caso de Alsasua no es un problema de una pelea o de un ataque. Ni siquiera tiene ya importancia la cuestión de la prisión de las personas condenadas. Lo relevante aquí es el aprovechamiento que se hace del asunto para beneficiar al nacionalismo y a la extrema izquierda.
Veo en las redes sociales cómo personas de toda España asumen y retuitean los tuits de los familiares de Alsasua. El nacionalismo extremista, con esta cuestión, ha encontrado un filón.
¿30.000 u 80.000? 50.000, según los medios afines al PNV. En realidad, da igual… Lo importante es el efecto que este asunto tenga a nivel social. Está siendo grande.
Los condenados por el caso de Alsasua son ya mártires de un movimiento político que busca eso que llaman «Euskal Herria». Han sido hábiles, maquiavélicos. Como lo fueron para llegar al poder hace tres años.
Y lo peor es que la «contraparte» no es capaz de responder de manera eficaz a esa propaganda. Preveo qué tema será predominante en los sanfermines de este año, en las pancartas de las peñas y en los carteles de las calles: el tema de Alsasua.
No tengo nada claro que el año que viene el nacionalismo salga del poder. Viendo la eficacia política de unos y otros…
Pues sí, Obabatarra, tienes mucha razón, lo que pasa es que para desmontar esa inmensa industria implantada alrededor de nacionalismo, de la que comen muchas familias, habría que empezar por esclarecer y meter mano a su financiación, como se hizo con la ETA; pero claro aquí está el quid de la cuestión, quien le pone el cascabel al gato, quien se pone a investigar el destino de las generosas subvenciones a empresas amigas interpuestas etc, etc. ¿Quién se atreve? ¿Hacienda? ¿el Tribunal de cuentas? ¿La UDEF? ¿La UCO? ¿la fiscalía?… ¡Ah! es que todos esos dependen de los políticos y ¡Menudos políticos tenemos ahora!.
Proporcionalidad, la palabra clave «divinizada» por la ínclita Mª Ujué.
Yo también exijo proporcionalidad. Exijo que los sueldos de los cargos políticos sean proporcionales a la capacidad intelectual de quienes los cobran, a su verdadera formación, a su demostrada valía para crear riqueza, a su meritoria trayectoria profesional a ser posible fuera de la Administración, a su capacidad de resolver los problemas de los ciudadanos.
Después de escribir lo anterior me doy cuenta de que, en realidad, ya se les está pagando de forma proporcional a todo eso… Inversamente proporcional, claro.
¿Cuantos de los que participaron en la manifa anti-euskera hubiesen sido capaces de ir andando desde el Sadar hasta el centro?
Además del número, tambien es importante la edad. En una iba el pasado, en cambio en la otra el presente y sobre todo el futuro.
Me imagino que los hosteleros del ensanche estarán encantados y pidiendo que todos los fines de semana les pongan ese tipo de manifas.
Algunos hicieron cajas que no las van a hacer ni en Sanfermines.
A ver PTV: para comparar la manifa contra la imposición del euskera con la glamourosa del apoyo a la piara de Alsasua, hay que considerar que en aquella participó gente amateur y en esta gente bien entrenada, profesionales de la algarada; en aquella los asistentes lo hacían por su cuenta, en esta unos formaban parte de la plantilla de la industria independentista y otros venían bien engrasados y subvencionados; O sea, es como comparar el Trofeo Boscos con el Mundial de Futbol que organiza la FIFA en Rusia.
Y lo del consumo en los bares del Ensanche… menos lobos, que muchos venían desde casa con la carga en la mochila (PTV nos dirá cuantas mochilas había), eso si, a la hora de manchar y generar basura, todos a una dejando todo hecho un asco y sentados en el suelo entre la porquería (lógico en una piara). Por cierto, ayer domingo todavía permanecía toda la basura desparramada por las calles, será porque nuestro amable Ayuntamiento también encuentra ahí su ecosistema.
Por cierto PTV: si el futuro es maltratar a las víctima y apoyar a los agresores, me quedo con el pasado. Si a eso llaman progreso, apaga y vámonos.
Que desilusión. Solo me habeis puesto 11 y 8 negativos.
La absurda diatriba con la que Navarra Confidencial y sus adláteres trata de cuestionar el éxito de la manifestación del sábado es, paradójicamente, un argumento incuestionable del éxito de la misma,
Pues yo te juro, PTV, que nunca te he puesto un «negativo», tus comentarios se descalifican solos, son transparentes, como si nos enviaras un selfie.