La legitimidad de quienes se oponen a la reforma laboral

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La huelga general que prepara la izquierda política, sindical y mediática, se basa en buena medida en el abaratamiento del despido, un abaratamiento que –no obstante- también podía ser entendido como un abaratamiento de la contratación. En cualquier caso, el dato es que la reforma laboral rebaja la indemnización por despido improcedente de los 45 días con un máximo de 42 mensualidades a los 33 días con un límite de 24. Todas estas cifras, sin embargo, distan mucho de las que han aplicado quienes se oponen a la reforma cuando les ha tocado despedir a ellos a causa de sus problemas económicos. Se pueden encontrar múltiples ejemplos de ello.

El ERE de progreso de las pilas CEGASA

Diario de Noticias apoyó desde el principio el ERE de CEGASA, que proponía 30 días de indemnización con un límite de 12 mensualidades para los trabajadores de la conocida fábrica de pilas. Juan Celaya, propietario de la empresa y socio fundador del Grupo Noticias, externalizaba así la producción de pilas desde Euskadi hacia China. El ERE de Cegasa descalabró en la práctica todos los mitos teóricos del progresismo nacionalista: despido barato, externalización de la producción pese a encontrarse los órganos de decisión de la empresa en Euskadi y sumisión de los medios afectos. Poco peso pueden tener ahora los reproches a la reforma laboral desde este campo (ver noticias relacionadas)

http://www.navarraconfidencial.com/2009/02/25/diario-de-noticias-defiende-el-ere-de-cegasa/

http://www.economiahoy.es/noticia/43346/el-gobierno-vasco-rechaza-el-ere-de-cegasa-en-vitoria.html

Los despidos de UGT y CCOO

Como entidades que manejan un presupuesto y contratan empleados, los sindicatos UGT y CCO han demostrado una incapacidad inaudita para la gestión. Consiguientemente, sus propios trabajadores pueden dar fe tanto de la inseguridad de sus puestos de trabajo como de la distancia entre las indemnizaciones que reclaman y las que ofrecen luego ellos mismos. Así, CC.OO. y UGT han despedido a más de 500 trabajadores en el último año. En el caso de Navarra, por lo que nos toca, la UGT despidió a sus trabajadores (en realidad se decantó más bien por las trabajadoras) con una enorme cantidad de promesas y sólo 20 días de indemnización por año trabajado. CCOO de Cataluña acaba de presentar un ERE en Cataluña en plenos preparativos de la huelga general contra la reforma laboral. Retrocediendo un poco más en el tiempo, UGT despidió a 160 empleados en Canarias con los primeros latigazos de la crisis, indemnizándolos con 20 días por año. Volviendo a los últimos meses, la Fundación FOREM Castilla-La Mancha, de Comisiones Obreras, ha presentado un ERE que combina despidos con la suspensión temporal de empleo durante seis meses al resto de la plantilla. La lista de ejemplos podría ser interminable pero, para mayor escarnio, se puede cerrar el capítulo de los sindicatos recordando que se benefician de los ERE de las empresas ingresando alrededor del 10% del coste de cada uno.

Izquierda Unida, otra máquina de producir parados

En el año 2.000, anticipándose en más de 12 años a la reforma laboral a la que ahora se opone con vehemencia revolucionaria, Izquierda Unida quebró despidiendo a dos tercios de sus empleados, a los que ofreció una indemnización de 35 días por año.

Público, uno de los últimos y más sonados casos

El cierre del diario Público constituye otro sonado ejemplo del colapso económico e ideológico de una empresa de progreso. Mientras sus titulares aún se oponen en la red a la reforma laboral y atribuyen todos los males de la humanidad al capitalismo, la práctica totalidad de la plantilla del diario se ha ido a la calle con 20 días de indemnización rescate del FOGASA (Fondo de Garantía Salarial) incluido.

La falta de legitimidad de los sectores de progreso para oponerse a las reformas

Todo lo anterior nos lleva a deducir la falta de legitimidad del discurso de las fuerzas de progreso. Si realmente representan una política alternativa, debían habernos enseñado el camino practicándola. Si su política alternativa no funciona, entonces deberían haber cambiado el discurso. Y si su política ha ido por un lado y su discurso por otro, entonces podría pensarse que también quedan deslegitimados por hipócritas. A la vista está lo que han hecho cuando les ha tocado despedir a ellos. Que den una oportunidad entonces a quienes presentan otra política y otro discurso. La reforma laboral puede tener efectos positivos. En la situación actual el miedo no debe ser al cambio sino a seguir como estamos.