Escuchando el discurso de quienes pretenden exhumar a los enterrados en los Caídos y demoler el edificio, alguien podría pensar que se trata de personas guiadas por una exquisitez moral y democrática de carácter extremo. Esta exquisitez les haría intolerable convivir con cualquier expresión pasada o presente que no pudiera superar los más elevados estándares morales y democráticos, como una calle dedicada a un preboste franquista.
El problema con este planteamiento llega cuando vemos a estos mismos exquisitos demócratas recibiendo en homenaje a un asesino de la ETA recién salido de la cárcel, como si fuera un héroe. Cuesta reconocer aquí la exquisitez de los mismos sujetos cuya fina sensibilidad no podía soportar una placa en una pared con el nombre de un personaje que, buena o mala, ya forma parte de la historia, lleva muerto 80 años y del que seguramente no saben nada.
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Estos paladares democráticamente exquisitos tampoco tienen problemas para dedicar en Olazagutía una calle a un etarra, con su alias y todo. Hay otros que no son los que dedican en primera persona la calle al etarra, pero que de esta calle no dicen nada y son socios silentes de los que ponen la placa. Bildu es una formación que en los ayuntamientos lo mismo quita un retrato de un rey navarro que cuelga el de un terrorista.
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Entre los santos inquisidores antifranquistas también los tenemos que felicitan el cumpleaños a Fidel Castro y que aceptan calles dedicadas a Largo Caballero, Indalecio Prieto, las Brigadas Internacionales, el Ché Guevara o el golpe de estado de 1934. El callejero español resulta sorprendente en este sentido. ¿Memoria histórica? Selectiva, por supuesto.
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Aquí además no estamos hablando del abuelo de Adolfo Araiz o del de Arnaldo Otegui, sino de los propios Araiz y Otegui. ¿No es Otegui un homenaje con patas al terrorismo etarra? Pues los mismos que por sensibilidad democrática quieren exhumar a Sanjurjo o cambiar el nombre a la calle Hermanos Imaz pretenden convertir a Otegui en lehendakari, o apoyan la presentación de su candidatura, o esperan pactar con él. Menuda sensibilidad democrática.
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¿Qué credibilidad democrática tiene alguien que habla de una guerra de hace 80 años mientras jalea a criminales que aún están cumpliendo condena o fugados de la Justicia? ¿Y de qué lado estaban todas estas personas mientras los de los carteles estaban pegando tiros en la nuca o poniendo coches bomba? Cuando se encontraron en el presente una lucha de verdad contra el totalitarismo, ¿dónde estuvieron? ¿Dónde están ahora? ¿O precisamente se trata de tapar el presente con el pasado, y sólo contando una parte del pasado?
Más allá de las operaciones de lavado de cara de algunos totalitarios del presente mediante la constante desviación de la atención hacia 1936, tenemos un pequeño problema con nuestra historia y es que nuestros abuelos, bisabuelos y tatarabuelos tendrían grandes problemas para superar los estándares democráticos de la época actual. No sólo los abuelos o los bisabuelos de unos, sino todos los abuelos.
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En consecuencia, el dilema a plantear con una mínima coherencia es si quitar todas las referencias que no pasen un escrupuloso y presentista test de democracia, lo cual llevado al extremo podría llevarnos a dejar medio vacío el Museo del Prado, o a demoler las pirámides de Egipto, o bien asumir las imperfecciones del pasado, evitar absurdos test retrospectivos y convivir con el recuerdo de unos y otros, acaso eliminando los elementos de exaltación, pero incorporando el resto como testimonio real, controvertido e imborrable de nuestro pasado. Una posible guía de actuación podría ser la siguiente: cualquier actuación que nos conduzca a reabrir heridas o empezar a sentir odio hacia parte de nuestros familiares, parte de nuestros amigos o parte de nuestros vecinos, es una actuación que nos conduce por el camino equivocado.
3 respuestas
Lo dicho, en esta tierra el delito se paga, en metálico y en puestos políticos, si eres de izquierdas.
No es de extrañar el bajonazo en empresas y empleos creados, y la que se nos viene encima, el hundimiento de las finanzas públicas por todos los contribuyentes que están huyendo. A pesar de apretar el garrote vil a los que no nos podemos permitir el escapar.
Hay 300 asesinatos de ETA sin resolver. Sus asesinos todavía están vivos en su mayoría. Sería bueno que se esclarecieran ahora esos crímenes para no tener que estar dentro de 80 años removiendo heridas que, aunque mal curadas, habrán cicatrizado.
Hagamos justicia en el presente que es cuando debe hacerse. Tratar de hacerlo cien años tarde será una nueva injusticia. La justicia si se dilata en el tiempo ya no es justicia.
Las víctimas merecen más respeto.
pues a mi me parece una BUENA JUGADA la del los partidos con SEDE CENTRAL en el norte del Reyno de Castilla (cuna de Vardulos, Caristios y Autrigones), y es que mientras buscamos a los MUERTOS DEL 36, los ASESINOS VIVOS de 300 INOCENTES pueden beber chacoli en la barra de cualquier HERRIKO TABERNA, pueden REMAR sus TIPICAS TRAINERAS, BAÑARSE en sus COSTAS CANTABRICAS, e incluso venir a nuestro MILENARIO REYNO DE NAVARRA en AUTOBUSES a las MANIFAS…, vamos que es mas o menos como PEDIR que la POLICIA busque a los VIOLADORES de las GUERRAS de los BURGOS en la CAPITAL de nuestro MILENARIO REYNO DE NAVARRA antes de el PRIVILEGIO DE LA UNIÓN, y dejar SIN INVESTIGAR a los 5 VIVOS que supuestamente violaron en SAN FERMIN a una chica, vamos que a el igual que unos ganan tiempo mientras se buscan muertos del 36, para que los ASESINOS VIVOS de 300 INOCENTES puedan vivir en paz, los 5 SUPUESTOS VIOLADORES de SAN FERMIN tambien desean ganar tiempo, y que la POLICIA busque a los VIOLADORES MUERTOS en las BATALLAS DE LOS BURGOS, para que así los dejen en paz a los 5 SUPUESTOS VIOLADORES de SAN FERMIN, vamos que el ejemplo es claro…. y contundente, y en resumen busquemos muertos del 36, y VIOLADORES de la guerra de los BURGOS, y dejemos en paz mientras tanto a los ASESINOS VIVOS a día de hoy de 300 INOCENTES, y dejemos en paz también a los 5 supuestamente violadores de SAN FERMIN.