Hace poco más de un año, las portadas de los periódicos navarros se llenaron de personas con mascarillas. En las farmacias navarras no quedaba ni una. Cada paciente de gripe A era noticia de portada. Aunque había dudas forales de si nos encontrábamos ante una “peste” o una “gripe” porcina, Navarra estaba preparada para una gripe con 121.240 afectados. Las aulas de los colegios podían quedar vacías y las cadenas de montaje abandonadas. Era mejor no darse la paz en las iglesias. Prohibidos los besos. Hubo quien especuló con la hipotética conveniencia de contagiarse “cuanto antes” para inmunizarse, antes de que el virus se hiciera más fuerte. E incluso a algún responsable sanitario, sin ocurrírsele decir que era una buena idea, llegó a parecerle concebible «apostar por esta opción».
Un año después, los editoriales de los medios navarros hablan del negocio escandaloso de la gripe A y se refieren a las farmaceúticas. Y puede ser. Aunque seguro que las grandes alarmas tampoco hicieron bajar las audiencias de los telediarios ni las ventas de periódicos. Nosotros nos reafirmamos en el compromiso de mantener siempre alerta nuestro espíritu crítico. A fin de cuentas también hubo quien recogió la opinión de que, a lo mejor, “Esta gripe durará lo que dure en los informativos”.