¿Por qué te odia la izquierda si eres de derechas? En realidad la respuesta es fácil. La izquierda te odia porque eres un cunetero y un fascista que quieres que los niños se mueran de hambre. que vuelva la esclavitud, que las mujeres sean violadas y golpeadas y que sólo los ricos tengan dinero para ir al hospital. Lo imposible sería no odiarte, por mala persona. Eres horrible. Antes de juntarse con un bichejo como tú, alguien de izquierdas se juntaría con cualquiera. Con un separatista, por ejemplo. O con el chupacabras. Con cualquiera antes que con alguien tan detestable como tú.
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El que quiera que la gente viva mejor, a la luz de los resultados, quizá debería ser de derechas
Obviamente habrá muchas personas, de hecho el 99,9999%, que no se reconocerán en ese retrato que les hace la izquierda. La gente de derechas no quiere que violen y peguen a las mujeres. Ni que los niños se mueran de hambre. Ni que se nieguen las medicinas a los abuelos, o que los hombres se mueran de frío bajo los puentes. Es más, las personas de derechas se califican como tales y votan en consecuencia precisamente porque piensan que votando a la derecha hay más seguridad, los delincuentes están en la cárcel, hay más empleo, más riqueza para todos, más libertad… Nadie de derechas vota a la derecha para que predomine el mal, sino porque cree que en los países en que gobierna la derecha se vive mejor. Es más, de una manera bastante evidente la realidad les da la razón. Es decir, donde la gente se muere de hambre y encima no tiene libertad es precisamente en los países comunistas en los que se aplica más estrictamente el estatalismo, el igualitarismo, la colectivización, la nacionalización de los medios y la planificación de la economía. Por contra, los países más prósperos son aquellos en los que se garantiza la propiedad privada, los poderes del estado se encuentran separados, contrapesados y sujetos a la ley, se propicia el libre comercio, existe libertad para contratar, los medios son plurales y no gubernamentales o existe la libre competencia. Algo debe hacer mal la derecha o alga falla en el planteamiento ultraizquierdista cuando los países capitalistas son precisamente aquellos en los que menos gente es pobre, menos niños se mueren de hambre, más cuidados están los mayores y más libertad se disfruta.
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Para qué me odia la izquierda
Dicho todo lo anterior, mucha gente pensará que es terrible te digan que te comes a los niños crudos por ser de derechas porque, aparte de injusto, es algo que te impide entenderte con nadie de izquierdas, al menos si piensa eso. Pues a ver si va a ser precisamente por eso el interés en el cultivo del odio, aunque sea injustificado, o precisamente por estar injustificado: para evitar que nadie de la izquierda se entienda con nadie de la derecha. ¿Y esto a quién le conviene? A la extrema izquierda y a nacionalismo, por lo que decíamos antes: antes me entendería con un separatista, con alguien de extrema izquierda o con un vendedor de veneno para cachorros que con alguien que quiere que los niños se mueran de hambre y los abuelos se queden sin medicinas. Los nacionalistas, los vendedores de veneno para cachorros y la extrema izquierda son los claros favorecidos de la crispación, la doctrina del odio y satanización de las personas de derechas. El odio de la extrema izquierda no se entiende preguntándose por qué la izquierda odia a la derecha, sino para qué tiene que odiar la izquierda a la derecha. Podemos o ERC tienen mucho más poder si no se puede hablar con la derecha que si existen puentes entre la derecha y la izquierda. Hay un discurso que promueve el odio porque el odio tiene sentido. Sembrar odio es parte de la estrategia, por no decir del negocio, de algunas formaciones políticas.
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Una característica de este odio político hacia la derecha es que da igual lo que la derecha haga o diga en el mundo real para desmerecer ese odio. El éxito depende de los medios que tengas para sembrar ese odio y crear un pensamiento dominante con tu influencia. Se puede generar un odio tan extremo como injusto igual hacia los judíos que contra los hutus que contra las monjas. Para contrarrestar el discurso del odio, por tanto, no basta con no merecerlo o no ser realmente el monstruo que te acusan de ser, sino denunciar, combatir y poner de manifiesto ese discurso, su falsedad y sus turbios propósitos.
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El odio sirve además para fidelizar a los adeptos. El odio sirve para que la gente no cambie de partido ni de voto. Alguien se puede plantear votar a alguien que piense diferente, pero no a alguien al que odia. De hecho, ya es difícil en general dar la razón a otro, aunque sea tu amigo, por lo que reconocer que tiene la razón alguien al que odias ya es casi imposible. Más aún, el odio permite que la gente no reflexione sobre su voto o sus opiniones en términos de si el otro puede tener razón. O sea, uno puede cambiar de opinión si cree que estaba equivocado, pero no si cree que cambiando de opinión se convierte en una mala persona, por tanto no puede cambiar de opinión no ya por un asunto argumental sino moral y emocional, aunque todo sea una falsedad.
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Veíamos que la realidad ha dado la razón con el paso del tiempo a los defensores de las ideas de derechas, capitalistas, tradicionales no progresistas o como queramos llamarlas. Los países que han prosperado son los que estaban al Oeste del telón de acero y los que colapsaron fueron los del modelo socialista. que por cierto también era un modelo ateísta y materialista. También podríamos decir que los países que han triunfado, aunque sería en parte otro debate, son los que están al norte del Islam, o los que siguen o de algún modo han abrazado los valores occidentales de la tradición greco-romana y cristiana. Al final la flor no surge donde surge por casualidad, sino que es fruto del lugar donde crece y las condiciones de ese lugar. Alemania Oriental era una triste sombra de la Alemania Occidental, igual que Corea del Norte respecto a Corea del Sur. Los restos del socialismo real son países tan poco apetecibles como Cuba o Venezuela. ¿Cómo es posible entonces que las personas que defienden el modelo que ha funcionado mejor sean las odiadas y las acusadas de querer que la gente muera de hambre si es en los lugares que los otros toman como referente donde la gente realmente muere de hambre? ¿Qué sentido tiene eso?
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Sin duda, como el comunismo, el capitalismo tampoco es perfecto, ni la democracia, ni el cuerpo de Paris Hilton, ni el de Karmele Marchante, pero que ambas tengan un cuerpo imperfecto no iguala a Paris Hilton con Karmele Marchante. Lo que sucede es que una cosa es que el capitalismo tenga imperfecciones y otra que sus imperfecciones hagan deseable reemplazarlo por sistemas todavía más imperfectos y hasta probadamente fracasados y catastróficos.
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A lo mejor es precisamente porque el modelo de la izquierda radical ha fracasado por lo que tanto la defensa de su modelo como los ataques a otros modelos no pueden establecerse en términos racionales, sino sentimentales. No se trata de rebatir los argumentos de la persona de derechas, que a lo mejor no se puede, sino de odiarla. Así las personas y formaciones de derechas son odiadas no porque sus argumentos sean peores, sino porque la contraposición no puede ser argumental, sino sentimental, y qué sentimiento puede ser más poderoso que el odio salvo el amor. Pero claro, no vas a amar a tu rival no sea que le acabes dando la razón, o incluso votándolo, así que queda el odio. ¿Quién prevalece en una discusión? ¿El que es capaz de generar argumentos o el que es capaz de generar emociones? Terminando por el principio, la gente de derechas es maja, salvo quien no lo sea, que es por otro lado lo mismo que se puede decir de la izquierda. Lo que la izquierda lleva por delante es que nadie duda de que alguien pueda ser buena persona pese a ser de izquierdas, mientras que eso se encuentra bastante en cuestión respecto a las personas que son de derechas.
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5 respuestas
Igual os viene hasta bien otros de vacaciones y todo…
No me lo he leído entero porque no hay por dónde coger esto.
Y no hay más.
Victimismo, victimismo puro y duro.
No hay formación que haya sacado más rédito a la violencia y el odio que el PP.
Soy de izquierdas, odio a la gente de derechas? Por supuesto que no.
El párrafo final es de traca:
«nadie duda de que alguien pueda ser buena persona pese a ser de izquierdas»
Así es, aunque soy de izquierdas y no voy a misa puedo ser buena persona. Gracias por perdonarme la vida!
Es ridículo que tengáis que justificaros.
Aquí tenemos otra de las genialidades de perroflauta: por lo que dice en su comentario, se deduce que solo ha leído el principio y el final del artículo. Hace tiempo nos demostró que si le das un caramelo él se queda con el envoltorio, ahora resulta que cuando tiene un bocata en sus manos se come el pan de arriba y el de abajo, lo del centro ni lo prueba. Un genio de izquierdas este perroflauta, que nos seguirá dando días de gloria. Al loro.
En Internet hay mucho que leer y mejor que estos artículos. Esto se lee en diagonal, pero al lío.
No puedes tomarte en serio un artículo que comienza:
La gente de derechas es maja. ¿Por qué te odia la izquierda si eres de derechas?
Qué dice que en Cuba se muere hambre (de Cuba se pueden decir muchas cosas, pero no eso precisamente, infórmate si no).
Qué los partidos de izquierda viven de sacar provecho del odio, y que la gente de derechas quiere el bien común, en contraposición a la gente de izquierdas.
Internet, perroflauta lee en internet, lo suponía, ya apareció el peine. Solo falta saber qué lee o, mejor, que comprende de lo que lee pues, por lo que comenta, al menos sobre el presente artículo su problema es la comprensión lectora; lo del caramelo o lo del dedo y la luna sería el ejemplo gráfico de lo que digo.
Una curiosidad: ¿Cuándo no había internet, donde leía perroflauta?.
Yo también te quiero de Navarra, pero, seguimos sin conocer tu opinión.