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El ascenso de la extrema derecha en Alemania está dando lugar a diversos e interesantes análisis en los que no pasa desapercibido que los mejores resultados de Alternativa por Alemania se producen en la Alemania Oriental, la antigua RDA comunista ocupada hasta los años 90 por los soviéticos.
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Al mismo tiempo, la RDA también es el granero de votos de los neocomunistas, podemitas alemanes o como los queremos llamar.
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La extrema derecha ha obtenido en la Alemania oriental un 20,5% de los votos, frente al 17,5% de los nostálgicos comunistas. De algún modo se podría concluir que la antigua RDA es la principal fuente de votos tanto de la extrema derecha como de la extrema izquierda. Tal vez los extremos se tocan. Tal vez los regímenes totalitarios dejan para la historia un fuerte poso residual de afección y desafección. Tal vez, como muchas veces se ha remarcado y luego veremos, los partidos de extrema derecha se nutren en buena medida de votantes venidos de la izquierda. Los partidos a la derecha del socialismo, en todo caso, superan en la antigua RDA el 55%.
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Aunque Alternativa por Alemania haya obtenido sus mejores resultados en la parte oriental de Alemania, no significa sin embargo que no haya obtenido buenos resultados en el conjunto de Alemania, entre todos los grupos de edades y en todos los caladeros de votos. El siguiente gráfico resulta bastante significativo.
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Alternativa por Alemania ha quitado un millón de votos a Merkel, siendo la coalición de la canciller la principal donante de votos para esta formación, pero es que la extrema derecha también ha quitado prácticamente otro millón de votos a los socialistas y comunistas respecto a los comicios de 2013. A ello hay que sumar los casi 1,5 millones de votos de antiguos abstencionistas y los 730 mil de otras formaciones de lo que se deduce que el éxito de Alternativa por Alemania tiene una naturaleza transversal.
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