La Escuela Navarra de Teatro dejará de percibir el año que viene una subvención nominativa. Es decir, que la administración foral determinará sólo las más interesantes entre el conjunto de propuestas culturales que aspiren al jugoso bote de las subvenciones. De esta manera se pone fin a la costumbre de que un colectivo obtenga una subvención por el mero hecho de acreditar una labor subvencionada. El debate suscitado ha servido para sacar a la luz las controvertidas cifras de la Escuela Navarra de Teatro. He aquí algunos de los datos publicados:
Gastos anuales 927.073 euros
Gastos personal 604.569 euros
Subvenciones 580.000 euros
35 alumnos
Plantilla media anual de 21 personas, incluyendo 11 directivos
La plantilla incluye 16 profesores (algunos de ellos directivos)
Sueldo grupo directivos 294.250 euros
Gasto por alumno 26.487 euros
Sueldo promedio de los directivos 26.750 euros
La escuela no ofrece titulación oficial
Pequeña y carísima
El análisis de las cifras ofrece pocas dudas a la hora de concluir que la Escuela Navarra de Teatro es pequeña pero resulta carísima. Los gastos totales divididos por el escaso número de alumnos suponen nada menos que 26.487 euros por alumno. Teniendo en cuenta que unos dos tercios de los presupuestos de la escuela provienen de las arcas públicas (580.000 euros), el coste para los contribuyentes es de 16.571 euros por alumno. Por comparación, matricular a un alumno en la Escuela Municipal de Teatro de Zaragoza cuesta entre 531 y 764 euros. Una escuela de teatro privada ofrece en Madrid una diplomatura en arte dramático por menos de 3.000 euros cada curso. El precio medio de una matrícula en la Universidad de Navarra es de 8.244 euros (Consumer 2011). Teniendo en cuenta que la Escuela Navarra de Teatro ni siquiera ofrece una titulación oficial, los 16.571 euros de dinero público por alumno pueden parecer fácilmente un gasto innecesario. Naturalmente la viabilidad de una escuela de teatro depende directamente de la demanda social de teatro. Una demanda que se debe medir en las taquillas, salvo que los políticos se dediquen a obligar a pagar con sus impuestos los espectáculos a los que los ciudadanos no quieren asistir voluntariamente pagando una entrada. El despotismo ilustrado, además de despotismo, es muy caro y a menudo poco ilustrado.
5 respuestas
Las matemáticas no engañan. Habemus de nuevo otro pozo sin fondo de subvenciónes e ineficencias, y encima ineficaz.
El Estado no debe mantener la actividad teatral. Debe ser la propia sociedad. Si no lo quiere hacer, pues bien, no hay teatro porque la sociedad no lo desea. A lo mejor es un problema de calidad, pues bien, la calidad no se arregla haciendo intervenir al Estado.
Por favor que la cierren pero a la voz de ya. Y que sirva de ejemplo. Y que los afectados, si tanta vocación tienen, creen una empresa de teatro que se gane honradamente la vida con el precio de las entradas de sus representaciones. Que seguro que son magníficas y que el público está deseando pagar por verlos.
¿Recuerdan los lectores cuando el Gobierno de Navarra Forestal y la Cámara de Comercio le regalaron 50 millones de pesetas al Marichalar de la moto de agua para que llevara la bandera de Navarra en el culo de su moto de agua en una excursión que se hizo a la isla de Goa con el pretexto de hermanar a San Franciso Javier?
CINCUEMTA MILLONES AL DE LA MOTO DE AGUA, el hermano vividor del de pantalón de paramecios, vamos, del que se paseaba por Serrano en patinete a motor con fulares de Hermés; ése.
Quién el payaso que le regaló los CINCUENTA MILLONES? Que dé un paso al frente si tiene huevos…!!!
Vaya, veo que Navarra Confidencial opta por la censura sin anestesia previa para eliminar opiniones que le incomodan, aunque estas opiniones en nada vulneren el propio código de NC.
Fue bonito mientras duró.