Sin duda habrá llamado la atención de muchos lectores una gráfica relativa a la evolución del número de nacimientos publicada ayer por Diario de Navarra. Se trataba de una gráfica que reflejaba el número de nacimientos por año en Navarra y tenía un aspecto semejante a ésta, que hemos elaborado con los datos publicados por el mencionado periódico.
Aparentemente, la gráfica muestra una recuperación del número de nacimientos, alcanzando niveles similares a los de mediados de los años 70 cuando se produjo el “baby boom”, cuyo pico se produjo en 1976 el cual constituye la noticia de fondo del artículo.
La información sobre la cifra de nacimientos en números absolutos, como decíamos, puede resultar engañosa fuera de contexto. Y es que la población navarra, según el censo de 1970, era de 466.597 habitantes frente a los 620.337 del 2008. La población navarra actual, siendo un 33% superior a la de 1970, genera un 19% menos de nacimientos.
La situación anteriormente descrita se aprecia mejor si, en vez de atender al número absoluto de nacimientos, atendemos a la tasa bruta de natalidad de la población navarra, 6,5 puntos inferior a la de 1976 y mucho más cercana a sus mínimos que a sus máximos.
En la ligera recuperación que se observa, no obstante ser mucho menor que la podría deducirse de la cifra absoluta de nacimientos, hay que incluir además un factor relativamente novedoso, como es el de la natalidad de la población inmigrante. En el año 2008, un 21,5% de los nacidos en Navarra lo son de madre extranjera. A este dato hay que sumar el de que la natalidad de las navarras es de 1,3 hijos por mujer, frente a los 2,3 de las madres extranjeras.
Para entender la trascendencia de lo anterior hay que pensar que, en una población que sólo tiene 1,3 hijos por mujer, la siguiente generación representa sólo el 65% de la generación anterior. Como deducíamos en un análisis anterior, esto supone que en 8 generaciones (con la tasa actual de natalidad) Navarra quedaría reducida a un 8% de su población actual. De esa menguada población, además, el 63% descendería de inmigrantes. Es por ello que nos atrevemos a calificar como engañosa la gráfica publicada, si de algún modo nos lleva a pensar que el escaso número de nacimientos en Navarra ha dejado de ser un problema simplemente para garantizar el recambio generacional de la población actual.