Aunque parezca mentira, a veces pasan cosas fuera de España, incluso fuera de Navarra. Cosas que, no obstante, pueden tener una influencia importante sobre Navarra y el conjunto de España, aunque a veces pasen bastante desapercibidas. En esta era de sobreinformación que nos lleva a menudo a estar infrainformados, una de esas cosas es que, en el tercer trimestre de este año, la economía alemana se ha parado.
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Para ser exactos, el dato es que la economía alemana decreció un 0,2% en el tercer trimestre. Es la primera vez desde 2015 que la economía germana ofrece una lectura de crecimiento negativa.
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Técnicamente no podemos hablar de recesión, ya que la definición clásica son dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo. Y aunque además se podría entrar analizar el cómo y el porqué de este dato trimestral negativo, el hecho es que el dato es malo.
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¿Nos afecta que la locomotora alemana se detenga? ¿Qué es eso de que la economía alemana es una locomotora?
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Los dos siguientes mapas resultan bastante reveladores al respecto. Este primer mapa muestra qué país es el principal comprador exterior de cada país.
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Este otro mapa, por el contrario, muestra cuál es principal vendedor o proveedor de cada país. En ambos casos en el mapa europeo domina la bandera germana. Es decir, la economía germana.
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Por si aún quedara alguna duda, la siguiente gráfica es una comparativa entre el IBEX35 y el XETRA alemán durante los dos últimos años. La correlación resulta evidente. Si ellos suben, nosotros subimos; si bajan, nosotros caemos con ellos.
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Por todo lo anterior resulta relevante y preocupante que la economía alemana se esté desacelerando, máxime cuando en España tanto los gobiernos autonómicos como el central se encuentran en modo de gasto compulsivo, asumiendo unos ingresos fiscales portentosos y dando por hecho que jamás acabará el crecimiento económico. Esperemos que no sea más que un catarro, pero Alemania ha estornudado.
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