Demasiado felices se las prometía el centro-derecha con los resultados de Madrid, o las encuestas que le otorgaban la mayoría absoluta, como para no tomar alguna acción decisiva encaminada a hacer saltar por los aires la alternativa al gobierno social-comunista. Con todo tan a favor y conociendo las tendencias suicidas del centro-derecha raro era que el propio centro-derecha no hiciera algo absolutamente enloquecido para frenar su meteórica carrera. Y efectivamente así ha sido. Para ello ha contado con gente que se ha revelado tan dotada para autoboicotearse como Pablo Casado o Teodoro García Egea.
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A estas alturas alguien podría pensar que Pablo Casado, o Egea, según quién pensemos que manda realmente, es un infiltrado de Pedro Sánchez, pero que es un infiltrado de VOX también podría afirmarse tranquilamente. O sea, Ayuso es un tapón en Madrid para evitar la fuga de votos a VOX. Muchos votantes en Madrid han votado a Ayuso, pero con otra candidata hubieran votado a VOX. Es decir, no han votado al PP sino a Ayuso. Liquidar a Ayuso o a Cayetana Alvarez de Toledo es derribar el dique de contención que frenaba el trasvase de votos del PP a VOX. Si Abascal pudiera haber elegido la estrategia del PP que más le favorecía sin duda habría escrito un guión con todo lo que están haciendo Casado y Egea.
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Por otro lado, Pedro Sánchez no puede estar más satisfecho con la deriva cainita y suicida del Partido Popular. Todo lo que pierda el PP y no se lo lleve VOX son escaños que puede perder el centro derecha. Si además crece VOX, ya tiene el espantajo que necesita para movilizar a sus bases. Todo lo que están haciendo Casado y Egea también podría ser perfectamente un guión escrito por Pedro Sánchez.
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En el origen de todo esta enfermedad autoinmune en la que el PP se vuelve contra el PP sin duda se encuentra el complejo de inferioridad de Pablo Casado respecto a Ayuso. Resulta que Casado era un buen líder mientras sus generales perdían, cuando empezaron a ganar se aterró pensando si no serían mejores que él y no le quitarían el puesto. Viendo los generales que quita y los generales que pone parece bastante claro que a Casado le gusta verse rodeado de perdedores. Piensa que ganará la guerra rodeándose de generales que sólo pierden batallas pero que no le pueden hacer sombra, como si la batalla la tuviera con sus propios generales en vez de con los generales enemigos, como si pudiera seguir siendo líder del PP perdiendo la guerra con el PSOE, y como si pudiera ganar al PSOE acabando con sus mejores generales.
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Por si fuera poco, la izquierda se puede inventar como comodín electoral el partido de la España vaciada. En una batalla electoral ajustada como la que se perfila, un nuevo partido como Teruel Existe pero multiprovincial puede renovarle a Pedro Sánchez la presidencia, o por lo menos agitar el cocotero cuando la victoria electoral del centro derecha parecía segura. Que aparezca un nuevo partido a revolver el panorama cuando parecía segura la victoria del centro derecha dice ya bastante de a quién beneficia y por tanto de quién puede estar detrás de la irrupción de este partido de la España vaciada que no es como está España, sino como van a dejarla.
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Un comentario
Casado y Teo aspiran a ser el ministerio de la oposición, sin molestar mucho a la PSOE