La derecha avanza en Francia

Como siempre existen múltiples enfoques desde los que analizar las elecciones francesas, para que todo el mundo pueda reclamar una pequeña victoria y ver avalado su punto de vista. La izquierda subraya la victoria de Hollande, el candidato socialista. También destaca el avance de Jean-Luc Mélenchon, el candidato de la ultraizquierda. En el otro lado, destaca el avance de la extrema derecha.

El sistema de segunda vuelta

Si, como en España, no hubiera segunda vuelta, con los resultados de ayer Francia resultaría difícilmente gobernable. Por lo extremos, Hollande o Sarkozy necesitarían de la extrema derecha o de la extrema izquierda neocomunista. Como bisagra, el debilitado partido de centro de Bayrou. Sin embargo, la segunda vuelta permite elegir ahora a los franceses entre los dos candidatos más votados. Serán los ciudadanos quienes decidan en vez de los partidos y su política de pactos. Si en Navarra existiera un sistema de segunda vuelta, en 2007 los navarros hubieran tenido que elegir en segunda vuelta entre Yolanda Barcina y Patxi Zabaleta para ostentar la presidencia. En 2011 hubieran tenido que elegir entre Yolanda Barcina y Roberto Jiménez. Hasta cierto punto, por la complejidad del mapa político foral, cabe pensar que con un sistema de segunda vuelta los políticos navarros incluso se sentirían algo aliviados.

¿Quién está mejor situado de cara a la segunda vuelta?

Aunque hoy todos puedan estar contentos, la gran pregunta que nadie sabe responder es qué pasará cuando se celebre la segunda vuelta. La victoria de hoy puede ser la derrota de mañana, cuando realmente se determine el ganador de la presidencia. En este sentido interesa destacar cómo quedaron repartidas las fuerzas en la primera vuelta 2007 y cómo han quedado ahora.

Del examen del cuadro anterior puede deducirse, contrariamente a lo que proclaman algunos titulares, que no ha habido un significativo avance del socialismo (sólo avanza 1,15 puntos). Lo que se ha producido más bien es un desplome del centro, un avance de la extrema izquierda y, sobre todo, un gran avance de la extrema derecha. El voto de derecha sigue superando en conjunto al de la izquierda.

Sarkozy no está derrotado

La conclusión a la vista de los datos es que Nicolás Sarkozy, que además ha seguido una línea ascendente durante la campaña, no está derrotado todavía. Para alcanzar la victoria, la izquierda necesitaría recabar todos los votos del centro (UDF), a la derecha le bastaría con la mitad. Sin embargo, la incógnita puede ser el comportamiento de los votantes de Marine Lepen. Aunque se etiquete al FN como un partido de extrema derecha, en algunos aspectos (especialmente económicos) se parece más a la extrema izquierda. Marine Lepen no es partidaria de abolir la ley francesa de plazos pero ha declarado que, en caso de ser necesario, dejaría de financiar el aborto antes de recortar otros servicios sanitarios. Esgrime un discurso antisistema, antiliberal, euroescéptico,proteccionista, antiglobalización y enfrentado a la banca y los mercados, pero defiende el equilibrio presupuestario. Sus otras notas características son el nacionalismo y su beligerancia contra el Islam, al que muchos franceses empiezan a considerar ya no como una amenaza para la civilización cristiana sino para el laicismo republicano.