La implosión de Caja Navarra dio lugar a un apaño en virtud del cual la CAN dejó de ser la CAN, se convirtió en una fundación especial y quedó como pequeño accionista minoritario de Caixabank con una participación de menos del 1%. Esa fundación, la ahora Fundación Bancaria Caja Navarra, mantendría la obra social de la CAN o algo parecido principalmente con los dividendos que cobrara por su participación en Caixabank. De este modo, la Fundación Caja Navarra ha venido cobrando en los últimos años una cantidad que empezó rondando los 10 millones de euros pero que ha ido menguando en proporción a los problemas de rentabilidad de la banca española en los últimos años. Por aportar un par de datos, Caja Navarra destinó 45 millones en 2008 a la Obra Social, frente a los 11,2 millones de presupuesto para 2020 de la Fundación Bancaria Caja Navarra, de los que 5,36 millones estaba previsto que se ingresaran a cuenta de los dividendos de las acciones de Caixabank, una cantidad ya de por sí muy inferior a la que se percibía hace años, bien es cierto que la Fundación La Caixa viene aportando por su parte unas buenas cantidades de dinero a Navarra.
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El problema este año es que con la irrupción del coronavirus y su impacto sobre la economía una de las cosas que han sucedido es que el Banco Central Europeo, para reforzar el capital de los bancos, les ha impuesto la obligación de dejar de repartir dividendos. Es decir, los dividendos de Caixabank no es que sean menguantes, es que se volatilizan en principio y al menos hasta el año que viene. Los presupuestos de la Fundación Bancaria Caja Navarra obviamente quedan también desfasados y superados.
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Además de lo anterior pero en relación con ello podría volver a plantearse el propio sentido de que la mayoría de los ingresos de la Fundación Caja Navarra dependan de una única inversión, que de ningún modo es estratégica, que viene ofreciendo resultados cuestionables y resulta dudoso que mejoren en el futuro o que no existan mejores alternativas de inversión.
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Respecto a lo primero, uno de los principios esenciales de la inversión es el de la diversificación, es decir el viejo principio de no poner todos los huevos en la misma cesta no sea que se te caiga la cesta. ¿Qué sentido tiene que la Fundación Caja Navarra tenga casi todo su dinero invertido en Caixabank?
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La inversión en Caixabank, por otro lado, bajo ningún concepto se puede considerar estratégica cuando representa menos del 1% del capital de Caixabank. Con ese porcentaje, la Fundación no tiene ninguna capacidad de decisión sobre Caixabank.
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Los 53,6 millones de acciones de Caixabank que tiene la Fundación Bancaria Caja Navarra valen ahora unos 106 millones de euros. En 2017 ó 2018 esas acciones se podían haber vendido por 240 millones de euros.
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En 2015, sin ir tan lejos, las acciones de CaixaBank podían haberse vendido por 190 millones y haberse invertido en acciones de Apple, por ejemplo, esas acciones valdrían ahora 650 millones de euros.
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¿Por qué Caixabanx y no Apple o amazon)? ¿Por qué sólo Caixabank? ¿Para mantener la ficción de que lo que queda de lo que queda de la CAN tiene algo que ver con la CAN y la banca? No sólo es absurdo, sino que es una ficción limitante e improductiva respecto a la que ya hace muchos años se escribió en este confidencial. Invertir en banca sólo tiene sentido si se cree que la banca es la mejor inversión, cosa que desde luego no lo está siendo en los últimos años. Incluso no hacer nada puede ser una buena opción, siempre que el resultado de haberlo pensado antes barajando todas las opciones y no el de no haberse hecho ninguna pregunta. La pagana de las malas decisiones o las no decisiones a fin de cuentas es la obra social.
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