Navarra vuelve a encontrar en la sanidad privada el salvavidas frente al colapso también en este segunda oleada del coronavirus. Según los datos hechos públicos por el Departamento de Salud, en la primera ola de la pandemia de coronavirus en Navarra 363 pacientes fueron derivados de la red pública a centros concertados para su hospitalización. La factura por la atención de esos pacientes, por cierto, ascendió a 2.9 millones de euros.
X
En aquel contexto, sólo la Clínica Universitaria tenía en abril 120 pacientes de COVID derivados del Complejo Hospitalario de Navarra. El director de la Clínica, Iñigo Goenaga, declaraba por aquellas fechas que la CUN había puesto 260 camas a disposición del Servicio Navarro de Salud y que además, en caso de “emergencia absoluta”, la CUN podría mantener operativas hasta 40 camas UCI. La capacidad habitual de Navarra, declarada por el gobierno foral al comienzo de la pandemia, es de 120 camas UCI, obviamente para todo tipo de pacientes, no sólo los de COVID-19.
X
Las últimas noticias son que la CUN vuelve a atender en esta segunda oleada pacientes derivados de la red pública, concretamente 8 ingresados en UCI en estos momentos. Aunque la red privada vuelve a ser requerida, no nos encontramos por suerte en estos momentos en una situación tan dramática como la que se vivió en primavera. La CUN ha explicado que habitualmente dispone de 12 camas UCI, ampliables a 24 cuando se produce una situación de crisis. También hay una zona UCI no COVID que sería capaz de acoger a otros 10 pacientes. El número aún podría ampliarse adaptando quirófanos y salas de despertar postoperatorias según explica un especialista de la CUN en Diario de Navarra. De este modo podrían ir saliendo las 40 plazas de las que se hablaba en abril ante una posible “emergencia absoluta”.
x
X
Casi siempre que por la razón que sea se analizan los datos del informe diario del Ministerio de Sanidad, aparecen graves inconsistencias. El caso de las UCI navarras no es ninguna excepción. El primero de los siguientes cuadros que les ofrecemos corresponde al informe de ayer mismo, en el que Navarra, con 58 pacientes, aparece con una ocupación UCI del 38%. El segundo cuadro corresponde al 17 de septiembre, cuando con 19 pacientes la ocupación UCI supuestamente era del 8%. Supuestamente porque si 19 pacientes representan el 8%, el 100% deberían ser 237 camas UCI. Sin embargo ayer, si 58 pacientes representan una ocupación del 38%, habría que pensar que ahora el 100% de camas UCI sólo son 152.
x
x
Cualquiera de las dos cifras, en todo caso, resulta muy superior a todas las que se han declarado a lo largo de la pandemia. Lo único claro es que la sanidad privada, especialmente la CUN, la odiada CUN, han evitado de momento el desbordamiento del sistema público y un nuevo confinamiento total.
x
X
Precisamente en lo que se refiere a confinamientos y comparaciones, resulta llamativo el caso de la Comunidad de Madrid. Ayuso ha pasado de muñeca del pim-pam-pum a modelo a seguir. Mediante confinamientos selectivos en vez de masivos (contra los que tanto protestó la izquierda) y la utilización masiva de test de antígenos, hasta con la hostelería abierta los contagios han bajado de forma decisiva. Madrid de hecho ha pasado a ser una de las comunidades con menor tasa de contagio y la ocupación UCI ya se encuentra por debajo de la de Navarra.
x
X
x
Gracias al sector médico privado es posible que una parte significativa de la población (más de 10 millones de españoles), pese a pagar impuestos con los que financiar la sanidad pública, por otro lado tengan un seguro privado. Esto permite que además del sistema público existe una red sanitaria privada a la que resulta posible acudir en momentos como estos. Si en tiempos normales Navarra no necesita más de 100 camas UCI, no tiene sentido que la sanidad pública, detrayendo recursos de otros sitios necesarios, mantenga abiertas 300 camas UCI, 200 de ellas desocupadas, por si aparece un virus nuevo tan o más mortal que el coronavirus. Por contra, y no sólo con el coronavirus, la sanidad pública mantiene en todos los campos unos medios acordes a las cifras habituales de demanda. Cuando se produce un pico o un nudo, la sanidad pública recurre a la ayuda de la privada mediante conciertos. Esto le sale mucho más barato a la administración que mantener una infraestructura permanente para afrontar picos que, como su nombre indica, sólo se producen de forma puntual.
X
El caso de las UCI evidencia por otro lado que en esta crisis el problema al que nos hemos enfrentado no ha sido tanto la falta de recursos como la imprevisión de la administración. Era imposible que tuviéramos almacenados desde hace años, criando telarañas, los trajes EPI, las mascarillas o los respiradores que nos hubieran hecho falta. Como se decía anteriormente, tampoco hubieran tenido sentido miles de camas UCI en desuso por si algún día venía una pandemia. Lo que sí se podía haber hecho, sin embargo, es haber adquirido todo ese material, o haber empezado a producirlo con los recursos propios del país -como se hizo después-, anticipándose a la llegada de la pandemia. No han faltado recursos sino buenas previsiones y buenos diagnósticos. Nuestros gobernantes no reaccionaron a la pandemia hasta un momento extraordinariamente tardío. Y para explicar esa tardanza en reaccionar tenemos como explicación, aparte de la incompetencia, la necesidad de aguantar como fuera hasta el 8M. Una vez desbordados los recursos públicos, por la ineptitud del gobierno, el único colchón que tuvimos fueron los recursos privados. Paradójicamente, la lección que algunos parecen haber extraído de la crisis es que hay que destruir por completo esos recursos privados. Seguro que el personal sanitario de los centros públicos hizo y hace un trabajo formidable, el problema es que al frente del sistema público están los políticos. Uno de los principales puntos débiles de lo público, desde la Educación y la Sanidad a cualquier otro campo, es que la cúpula en la que se toman las decisiones la ocupan políticos. Irónicamente esto lo reconocen como un grave problema hasta los mayores estatalistas, aunque sólo cuando lo público lo dirigen los partidos de la derecha.
X
x
2 respuestas
Hay que decirlo mas.. empresa privada, católica y sanitaria , cuando vienen mal dadas los progres se callan y lo usan ( y vía seguros de normal también lo usan) , habrá que dar la batalla de la imagen y la publicidad y decirlo en voz en grito que la gestión de titularidad y gestión estatal es mala , cara y poco eficaz.
y mejor que NO hablemos se los NAZIonalistas ENFERMOS MENTALES QUE SUEÑAN CON PAISES QUE NUNCA HAN EXISTIDO como esos de EUSKADI y EUSKALHERRIA, que con TITULACIONES DE LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA se CORR…. ian del gusto por conseguirlo, y SALIR AL MERCADO LABORAL con la GRADUACION DE LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA bajo el brazo se corr… ian del gusto…, SI MAL NO RECUERDO… hasta nuestra AMADA LIDER de APELLIDO CASTELLANO BARCOS tiene uno de la UNIVERSIDAD DE NAVARRA… jajaja…, y otro un tal MARTINEZ (apellido MAS VASCO QUE LA OSTIA, y que ahora vive en Madrid) también LO TIENE… , y así etc etc… jajaja…, vamos que ahora muerden la mano quien les dio los títulos, y les cura cuando están enfermos…, joooood.. que gente jajaja….