No siempre son las palabras las que llaman la atención. A veces son los silencios los que lo hacen. Por ejemplo, hace un par de años Podemos ponía el grito en el cielo por un viaje del jefe del estado a Arabia Saudí. Para Podemos, Arabia Saudí no cumplía los estándares morales mínimos de un estado homologable y además no existía un consenso entre la población respecto a la conveniencia de esta visita. ¿Qué significa entonces el silencio de Podemos ante el viaje de Pedro Sánchez a Cuba? ¿Que la dictadura comunista cubana sí es homologable? ¿Que existe un consenso social en España aprobando esta dictadura?
X
x
El ejemplo de Podemos resulta ilustrativo porque es uno de esos casos en los que claramente se advierte la doble vara de medir con las dictaduras según sean de derechas o izquierdas. Que no es exactamente tener una doble vara de medir, sino pensar que la dictadura está bien cuando es de izquierdas. Es decir, que el problema de una dictadura no es que sea dictadura, sino que no sea de izquierdas. Y si por otro lado no hay nada malo en una dictadura cuando es de izquierdas, ¿qué razón habría para no imponer una dictadura de izquierdas allá donde se pudiera? Como por otra parte apoyar dictaduras de izquierdas sale gratis, ni Pablo Iglesias ni Podemos se recatan demasiado a la hora de apoyar a los dictadores y dictaduras comunistas. Después, sin embargo, se presentan a sí mismos como los grandes defensores de la democracia y los grandes enemigos de las leyes mordaza. Según quién sean el amordazado, claro. Y como hay dictaduras buenas, un día se puede pedir la demolición de Los Caídos y al día siguiente firmar en el libro de condolencias por la muerte de Fidel Castro.
x
x
En cuanto a la visita de Pedro Sánchez, el tema de si mantener relaciones políticas y comerciales con las dictaduras es un asunto discutible, con sus pros y sus contras para ambas posturas. Ahora bien, o comercias y tienes relaciones con todos o con ninguno. Lo que no puedes hacer es comerciar con las dictaduras de izquierdas pero no con las de derechas. O pedir embargos a Israel y apertura con Cuba. Aquí ya no es un asunto de apostar por una política u otra sino de coherencia con la política por la que se apuesta. En el caso de Pedro Sánchez, sin embargo, da la impresión de que con esta visita a Cuba o durante ella le han metido goles por todos lados. Incluyendo participar en un homenaje floral a José Martí: para Cuba será un libertador, pero para España un traidor.
X