Tanto hablar de Cataluña, podemos caer en un fenómeno denominado “rumiación”. La rumiación es una mezcla terminológica entre rumiar e información, o lo que es lo mismo pasarse el día rumiando las mismas noticias hasta caer en un cuadro de ansiedad y disociación de la realidad. Llegados a ese punto alguien puede llegar a sorprenderse de que tal vez está sobredimensionando la importancia de un problema a base de pasarse el día dándole vueltas. Es por ello que a veces, para evaluar la importancia real de un problema, resulta interesante tratar de ver si no estamos exagerando subjetivamente su relevancia y si se puede observar eso que pensamos que es un problema desde otro punto de vista, para confirmar o mitigar su relevancia. ¿Es eso lo que sucede en el caso de Cataluña?
x
Grave y muy real
En el caso de Cataluña resultaría un tanto absurdo ignorar que difícilmente estamos sobrevalorando el problema cuando todo el mundo habla de ello. Cuando todo el mundo se preocupa por algo, de hecho eso mismo ya es un problema aunque antes no lo hubiera, algo así como cuando todo el mundo va a sacar el dinero de un banco pensando que hay un problema y entonces ya hay un problema de verdad aunque antes no lo hubiera. Desde luego la bolsa y en general todo lo relacionado con lo humano replica ese escenario. Si todo el mundo está preocupado y tiene miedo es inevitable que eso afecte a los mercados, y efectivamente así se refleja y para observar la crisis catalana elegimos este punto de vista.
x
x
Como puede observarse en la gráfica de los últimos 6 meses, correspondiente a los índices IBEX35, EuroStoxx50 y Standard & Poor´s, si retrocedemos hasta el inicio de ese plazo y ponemos el contador a cero observamos algo bastante interesante. Desde mayo hasta septiembre, se aprecia que el índice estadounidense Standard & Poor´s 500 sigue su propio camino alcista, dejando por debajo al IBEX y al EuroStoxx. Eso sí, también se aprecia claramente que hasta septiembre el IBEX y el EuroStoxx iban claramente de la mano en su cotización. Desde comienzos de septiembre, sin embargo, el EuroStoxx y el IBEX se separan y no sólo se separan claramente, sino que el IBEX se separa para caer con rotundidad. El resultado es que en estos 6 últimos meses los estadounidenses ganan un 8%, el conjunto de los europeos un modesto 0,64% pero los inversores españoles pierden un doloroso 7,35%. Desde que empezó la crisis catalana la bolsa española pierde 8 puntos porcentuales respecto a la bolsa europea, que hasta septiembre venía subiendo o bajando a la par que la española. No hay duda que la crisis catalana afecta a los inversores, a los ahorradores y al conjunto de la economía, no de un modo subjetivo sino completamente objetivo, podríamos decir que contante y sonante, y no ligeramente. Un 8% que sobre los alrededor de 500 mil millones que valen las empresas del IBEX suponen pérdidas de unos 40.000 millones. Moltes gràcies, señor Puigdemont. Bon dia, senyor Junqueras.
x