El último Boletín Oficial de Navarra, del 25 de octubre incluye la Orden Foral 116/2011, de 3 de octubre, de la consejera de Salud, Marta Vera. La consejera, de acuerdo con el Decreto Foral 143/1994 de 26 de julio sobre ficheros informatizados, de conformidad con la propuesta presentada por el Director Gerente del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea, y en virtud de las atribuciones que le confiere el artículo 41 de la Ley Foral 14/2004, de 3 de diciembre, en primera persona publica que:
ORDENO:
1.-Crear, en aplicación de lo dispuesto por el artículo 2 del Decreto Foral 143/1994, de 26 de julio, el fichero denominado: «Registro de profesionales sanitarios objetores de conciencia en relación con la interrupción voluntaria del embarazo».
Y en el segundo punto del apartado D de esta orden, en el que se especifica la “Estructura básica y tipos de datos de carácter personal incluidos en el fichero”, se incluyen:
2) Datos no identificativos:
-Titulación.
-Especialidad.
-Centro en el que presta servicios.
-Servicio al que se encuentra adscrito.
–Creencias
La inclusión de un apartado sobre sus creencias en la “ficha” de los profesionales de la sanidad que decidan abstenerse de abortar, ha sembrado el desconcierto en este colectivo que recuerda que en el artículo 16.2 de la Constitución Española se garantiza como un derecho fundamental que “Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias”. Todo ello reafirma la sensación generalizada frente a este “registro” de hallarnos ante la descarada implantación una auténtica lista negra. ¿Y cuales son entonces, se preguntarán algunos ciudadanos, las creencias de Yolanda Barcina? Más impuestos, más aborto, tal vez más euskera… empieza a cundir la impresión de que en el Gobierno de Navarra hay menos bicefalia de la que parecía. Tal vez se sobrestimaba la importancia frente a Roberto Jiménez de Yolanda Barcina.
http://www.navarra.es/home_es/Actualidad/BON/Boletines/2011/212/Anuncio-6/
6 respuestas
Otra muestra más del intervencionismo estatal, de la limitación y conculcación de libertades básicas. Eso sí: con la carita amable de Barcina y Vera.
Para garantizar el ‘derecho’ de quienes quieren abortar, conculcan derechos fundamentales del oersonal sanitario. Hasta la reputación de la sanidad navarra se van a cargar a costa de mantenerse en el gobierno…
Ahora que vamos a echar al PSOE del gobierno estatal, tendremos socialismo del duro en Navarra. Eso sí: con cara amable.
¿Y luego llaman ‘la derecha’ a UPN?
Pues yo prefiero ‘que vengan los vascos’ a ‘que vengan los estatalistas’.
El PSOE gobierna en Navarra e impone su modelo de sociedad. Cueste lo que cueste. Perdón, quise decir que » cueste lo que nos cueste», porque el PSOE no va a poner un euro, nos los va a exprimir todos a impuestos.
Son las cosas de Upn, donde se la cogen con papel de fumar a la hora de buscar candidatos «independientes» para las listas (Pruden) y para el gobierno (Vera) mientras la otra parte del pacto, una vez enchufados todos los sociatas «forales» se dedica a importarlos allende las mugas.
Conociendo un poco el paño dudo incluso que la Sra. Vera haya sido asidua votante de Upn, ya le irá entrando la vena «regionalista». Todo lo centran en gestión, gestión, al tiempo que mantienen y ascienden al «supergestor» Miranda, alias subvencioneitor.
Pactan con la parte contratante de la otra parte para evitar que esa otra parte pacte con los innombrables, pero resulta que el jefe de la otra parte contratante dice que oyes, que no pasa nada, que él encantado de compartir mesa y mantel con los de Otegui (Robertico dixit).
En fin, Upn en estado puro. Los antiaborto ¿no? ja, ja, ja, ja, qué risa.
Y dos. Si me pongo en el lugar de los afectados no dudaría en declarar mis creencias: creo en el socialismo, único Dios, en ZP, su profeta y los días 1 y 15 de cada mes se me aparece Bibiana Aído, versión no-humana.
Pues no sé muy bien (legalismos constitucionales aparte) a qué viene ese pudor a declarar en qué fundamentos morales basamos nuestro comportamiento en cuestiones tan trascendentes. ¿O es que sólo «algunos» pueden expresar (a veces, iracunda y violentamente) sus creencias?.
La defensa de ciertos intereses generales justifica que los poderes públicos puedan exigir la declaración de ideología, y en la propia Constitución se refleja expresamente en este sentido la objeción de conciencia.
Temo que aquí tengamos un baturrillo con la dimensión interior y la exterior de la libertad ideológica (incluye obviamente la religiosa), en este mundo de modernos fariseos que somos, donde nuestra conciencia nos sigue acusando.
Supongo que habrá algún médico que se dará cuenta de que lo primero que puede hacer es recurrir en alzada al Gobierno Foral la Orden Foral 116/2011, alegando que es nula de pleno derecho por infringir el Artº 16,2 de la Constitución Española y pidiendo la supresión de la petición del dato sobre las «creencias».
Supongo también que el Gobierno Foral, y la propia Consejera de Salud cuando se dé cuenta de su error, rectificará rápidamente.
En todo caso, el 20 de noviembre está cerca y aunque las elecciones sean generales, se presenta UPN, eso sí, en coalición