El próximo domingo volverá a ser el aniversario de la batalla de Noáin, librada el 30 de junio de 1.521. Pocos años antes había tenido lugar la incorporación de Navarra a la corona castellana. Para una parte de los navarros, los beaumonteses, la incorporación llegó como una liberación mediante el pacto con su aliada Castilla. Para los agramonteses, supuso el desalojo del poder que habían ostentado desde que el ilegítimo Juan el usurpador había eliminado al Príncipe de Viana.
No obstante, nada de lo sucedido en Noáin se entiende al margen del enfrentamiento entre Carlos I de España y Franciso I de Francia. Al desatarse la revuelta de los Comuneros en 1.520, Francisco I aprovecha que los ejércitos castellanos se encuentren ocupados en este enfrentamiento para atacar España con un ejército que atraviesa los Pirineos por Navarra.
Los agramonteses se unen al ejército francés liderado por el general André de Foix, que avanza por territorio español hasta poner sitio a Logroño.
No se trata por tanto de un enfrentamiento entre navarros y castellanos sino sobre todo entre franceses y castellanos. De hecho, había navarros en los dos bandos.
Los ejércitos castellanos, sin embargo, consiguieron reoarganizarse y el contraataque obligó a replegarse a André de Foix hasta Noáin, donde ambos ejércitos libraron una gran batalla y los franceses fueron diezmados.
El líder francés (André de Foie) se rindió entregando la espada al líder navarro beaumontés (Francés de Beaumont), que evidentemente luchaba junto a los castellanos.
Decíamos que había navarros en los dos bandos, pero por el contrario todos los guipuzcoanos, alaveses y vizcaínos estaban en el mismo bando.
Y no era en el bando del ejército francés donde había algunos agramonteses, sino en el bando castellano en el que también estaban los beaumonteses.
Es por ello que el domingo, cuando el nacionalismo vasco celebre el aniversario de la batalla a golpe de ikurriña, lamentando la derrota franco-agramontesa, se estará disimulando una manipulación histórica y un cambio de chaqueta clamoroso.
Por si alguien tiene alguna duda de dónde está la manipulación, que simplemente espere unos días y podrá ver cómo un año más el nacionalismo vasco celebra en el Alarde de Irún la derrota franco-agramontesa que lamenta en Noáin.
Si entre los propios nacionalistas se pusieran de acuerdo para alterar la historia, al menos no sería tan complicado creer su versión.
12 respuestas
Me viene a la mente la terminación de un chiste en la que un chaval era pillado reiteradamente en falsedades sobre el origen de los arañazos en su cara, grita… ; «¡¡¡El gato es mío y me lo f*ll* cuando quiero!!!»
De igual manera el nazionalismo grita; «¡¡¡Las Ikastolas son mías y enseño la bazofia que quiero!!!» Se puede adoctrinar de una cosa y de la contraria, pero siempre a favor de la secta nazionalista.
Y no se les cae la cara de vergüenza…lo malo es que a los demás se nos ponga cara de…gatos.
Saben perfectamente que manipulan la historia en beneficio propio. Lo tienen más claro que el agua, pero es que el objetivo de esta clase de conmemoraciones no es la investigación histórica o incluso la difusión de la historia, sino la difusión de pensamientos políticos alrededor de mentiras históricas.
Sería interesante que, en honor a la verdad, la diputación de Guipúzcoa devolviera los cañones que durante ¡400 años y hasta 1979! lucieron en el escudo de Guipúzcoa en recuerdo de este hecho de la historia.
O que suspendieran los alardes de Irún y Fuenterrabía, celebrados durante siglos en recuerdo de lo mismo.
¿Cuánto tiempo dicen que llevan celebrando este encuentro los nacionalistas?
Todos los que hoy se proclaman «baskos» estaban del lado de Castilla. Es irrefutable.
Por cierto, no me ofendería que Guipúzcoa volviera a lucir en su blasón los cañones por los que hiciera históricamente mérito, que se le borraron vergonzantemente.
Creo será interesante para todos los que quieran sacar consecuencias de este artículo entrar en el blog nireaitaren.wordpress.com., apretar en «Español» y leer el artículo «La Batalla de Pamplona».
Quienes quieran, pueden también leerlo en «Euskera», que es el idioma que aparecerá al entrar en el blog.
En 1521 los vascos éramos «de otra manera»
¡Ojalá volvamos a serlo!
La manipulación y tergiversación de la Historia es una de las principales herramientas escogidas por el nacionalismo secesionista vasco en la guerra cultural que mantiene desde la Transición para re-euskaldunizar Navarra.
Pero ello ha sido posible por el vacío que ha creado la impasividad imperdonable de los gobiernos de UPN y PSE que no han sabido/querido/pensado estimular el conocimiento de nuestra Historia en la población navarra, especialmente en la juventud.
Así – con el terreno libre – en las ikastolas se ha podido tergiversar la Historia sin que los gobiernos de Pamplona hayan intervenido para detener esta estafa socio-política. Y así llega esa tergiversación hasta conmemorar la batalla de Noain en donde los «vascos» no cerraron filas para defender la legitimidad dinástica del Reyno, sino para colaborar con los castellanos como bien apunta N.C.
Fundación Lebrel Blanco; «Intentos de recuperación legitimista» en «Historia Medieval del Reyno de Navarra»
http://www.lebrelblanco.com/27.htm
Y encima tienen la desvergüenza de llevar la IKURRIÑA,que delata a los foráneos vecinos,esos que se alistaron voluntarios y con saña acabar con Navarra como Reyno.Seran Mamarachos,y como puede haber gente que crea las bazofias escritas de hace tres años para aquí,LES HACE FALTA PASAR POR LA BIBLIOTECA DE SAN FERMIN DE ALDAPA,enfrente,ahí están los textos escritos del XVI,¿ no creen más fiables? NAZIONALISMO vasco vuelve a ser traidor e intenta el segundo asalto: QUEDARSE CON NAVARRA ,NAVARROS EN GUARDIA.Mil veces mil,Viva Navarra foral y Española.
Hagamos un pequeño ejercicio. Pongamos «Batalla de Noáin» en cualquier buscador de internet y fijémonos en qué sale.
Todo son páginas proabertzales que hablan del asunto como todos sabemos que hablan: manipulando.
Páginas abertzales…. y los articulos de Navarra Confidencial, que es el único medio digital de potencia que contesta a las mentiras.
Así, ¿cómo no van a ganar? Vayan preparándose para el presidente bilduero. Llegará, antes o después. Pero con estos mimbres, llegará. No lo duden.
Mi comentario iba a seguir la línea de Obabatarra. Ellos se dolerán, de forma esquizoide, de la derrota infligida en gran medida por sus propios abuelos a un ejército esencialmente francés, para vender la especie de una Navarra oprimida de la que ellos serían los liberadores.
Todo ello envuelto en Union Jacks jelkides, de las cuales hasta el nombre, «ikurriña», es un invento. La bandera de todos que dice el PoPó, y el PSE (en sus orígenes bilbainos, PSOE) y hasta PxL. La bandera del PNV hasta el 33. Muy «de todos».
De su padre si lo conocen es.
Cuatro días después celebrarán en Irún la derrota de los mismos. Para seguir apropiándose de este antiquísima festividad.
Mientras tanto, en frente, no hay banderas siquiera. Directamente. Es que no las hay.
Nunca olvidaré a ese Jon Juaristi («Jon: nombre de gran éxito propuesto en el Santoral publicado por Sabino Arana y Koldo [bautizado Luis] Elizalde. Véase Joan.») que, tras cuatro o cinco páginas de insinuar que, hombre, quizás los leialtzales deberían tener alguna clase de bandera propia, termina envainándosela y diciendo algo así como «puf, qué cansado, con lo presente que está la sabiniña, para qué darle vueltas, es constitucional y tal, mejor seguir tragando».
Pero si hay chavales en Madrid, doy fe, bautizándose como Aitor, con sus padres pensando que es muy antiguo, y muy vasco y tal y que significa «señor padre» (sic). Como pasó lo cuento.
Ellos se apropiarán del Alarde de Irún, de Noáin, del chupinazo, de las Peñas y de todo lo demás, como llevan haciendo cuarenta años. Enfrente nadie celebrará nada, ni desfilará, ni festejará, ni se apropiará de ninguna institución, ni escribirá libros (excepción de Del Burgo), ni artículos, ni camisetas, ni banderas, ni desfiles, ni nada, de nada, de nada.
Pero cómo no van a ganar, por Dios santo. No son especialmente brillantes, ni imaginativos, ni trabajadores (vagos de mierda), ni tienen razón alguna. Simplemente es que no hay oposición alguna a los mismos. En ninguna esfera. En ninguna institución. No hay contrapoderes. No hay contrainstituciones. Nada.
Hay una familia Baleztena poniendo una bandera en un balcón, jugándosela, con dos cojones. Nada más. Bueno, sí: un bertsolari, Peio Urquiola. Y los artículos esporádicos de Navarra Confidencial, entre simplezas Friedmanitas y simplificaciones Misesianas. Pero ésa es otra historia.
Quizás tengas algo de razón,pero nuestros abuelos también aguantaron que la gobernación de la República,los comunistas y socialistas ,estuvieran quitando libertades a los católicos Navarros,hasta que la buena gente Navarra se les hincharon los coj..y se organizaron.A día de hoy se de muchos que están empezando a calentar se de estos Nazionalistas falsea y antinavarra.Ojo que igual empiezan a cambiar las cosas en la calle.Al tiempo…..
Convengo con Olabatarra y Zumalacarregui. La mixtificación de la historia, y la «ingeniería histórica creativa» están en manos de las gentes de Bildu.. pero la credulidad, la predisposición a creerse el pueblo elegido, el gusto por las historias predigeridas sobre qué significa «la navarrridad», «la foralidad» como prueba de fuego que que «somos» una tribu «muy diferente» del «resto», la renuncia a pensar de forma crítica y la compra a todo precio de los sentimientos el orgullo osasunista, los rojillos, san fermín.. hasta empapuzarnos de seudoseguridad (puro sentimiento identitario paranacionalista, como poco)… eso, eso es genuinamente nuestro, amigos!
Después de lo que ha pasado en el chupinazo, en los sanfermines en general, y en las fiestas de Viana y Elizondo en particular, creo que convendría que el primer artículo de NC después del descanso estival hablara del tema. De cómo, tal y como dice Zumalacárregui, no hay nada de oposición a las manifestaciones políticas en celebraciones populares, ni nada que se oponga a que sigan difundiendo su pensamiento. Nada de nada de nada. Pues eso.