Un pasado violento.
La Cruzada.
El Papa Inocencio III, a petición del rey de Castilla, Alfonso VIII, convoca una cruzada contra los almohades musulmanes que dominaban Al-Andalus. Cuatro eran los reinos posteriormente españoles de la época: León, Castilla, Aragón y Navarra. De estos cuatro reinos, sólo León desoye el llamamiento a la cruzada. Numerosos cruzados venidos del norte de los Pirineos se unen a la expedición que se dirige a la guerra. Sin embargo, esos cruzados acabarán abandonando antes de trabar combate con el enemigo. Alfonso VIII de Castilla, Pedro II de Aragón y Sancho VII “El Fuerte” de Navarra toman la espada, abandonan sus tierras y encabezan personalmente el mando de sus tropas.
Cuando los dos ejércitos se encuentran frente a frente, es el ejército cristiano quien pasa a la ofensiva. Cuenta con unos 70.000 hombres frente a los más de 100.000 del Califa Al-Nasir, el “Comendador de los Creyentes”, el Miramamolín.
Las tropas castellanas encabezan el ataque frontal. Los cristianos combaten cuesta arriba y tras una larga carrera. En el flanco izquierdo combaten las tropas aragonesas. En el flaco derecho, el temible Sancho el Fuerte, con sus más de 2,30 metros de estatura, encabeza las tropas navarras.
Es el fin de la pujanza de Al-Andalus. Diversas circunstancias, incluida la peste, retrasarán la Reconquista todavía casi tres siglos. A partir de las Navas de Tolosa, sin embargo, la media luna siempre será menguante.
Como puede observarse en el mapa, existe un largo camino entre Navarra y las Navas de Tolosa. Un camino que el rey navarro decidió recorrer personalmente al frente de su ejército. Un ejército en el que, por ejemplo, tenían una importante presencia las gentes del Valle del Baztán. Hombro con hombro en la batalla con Sancho el Fuerte, don Diego López de Haro, Señor de Vizcaya, abanderado del ejército castellano con sus soldados. Lejos de la realidad por tanto esa imagen de Navarra aislada, encerrada en sus fronteras, ajena a lo que pasaba en el resto de España. Cuánto más si nos referimos a la actual Comunidad Autónoma Vasca, siempre vanguardia de Castilla, y en esta rara ocasión en el mismo bando que los navarros.
En este sentido, tras este pequeño relato de distintos españoles que luchan juntos por una idea común muy lejos de sus fronteras, cuando los cruzados europeos habían abandonado, una breve reseña a una noticia de ayer mismo. Se discute estos días en Jaén, precisamente, el origen de la presencia de un curioso escudo de Navarra en un puente del siglo XIII. Tanto hace que los españoles empezamos a tener en común un pasado.