La banca y los políticos en el banquillo de los acusados

 

 

Nadie acepta, como es natural, la paternidad de la crisis. Sin embargo, algunos analistas retrotraen el origen de la crisis nada menos que a la Community Reinvestment Act, introducida por Carter en 1977. Zapatero tenía su propia opinión a finales del 2008.

 “Que nadie tenga ninguna duda, ya hay un consenso amplio de dónde se sitúa el origen de la crisis: en EEUU y las hipotecas subprime”. José Luis Rodríguez Zapatero, septiembre de 2008.

En el año 2008, un artículo del Wall Street Journal retrotraía el origen de la crisis subprime hasta la llamada Community Reinvestment Act (Ley de reinversión en la comunidad). Se trataba de una ley aprobada por Jimmy Carter en 1977 y ampliada por Bill Clinton en 1995. En ambos casos se trataba de presidentes demócratas. Esta norma, explicaba el Wall Street Journal, establecía una especie de “ley de paridad”, en virtud de la cual los bancos tenían que cumplir con un mínimo de préstamos respecto a colectivos pobres que por su dudosa solvencia habitualmente no tenían acceso al crédito. Se generaba así una deuda de poca calidad a través de la regulación y la intervención del estado,  Eso sí, la deuda «subprime» era entonces una deuda progresista. ¿No se lo creen? Pues pueden ver este video en el que aparece el secretario de estado de vivienda en la era Clinton jactándose de ello, o fiarse de nuestra palabra y pasar al siguiente párrafo.

Fannie Mae y Freddie Mac

Estas dos entidades semipúblicas representaban hasta su caída alrededor del 50% de las hipotecas en los EEUU. En buena medida, Fannie Mae y Freddie Mac se convirtieron en la palanca de las leyes demócratas para forzar la expansión del crédito. Gracias al respaldo de la Administración, ambas se dedicaban a comprar deuda de terceros que, al convertirse en suya, podía revender a un interés más bajo debido precisamente a ese respaldo público. La diferencia entre unos intereses y otros era su beneficio. Naturalmente fueron las dos primeras entidades en caer al estallar la crisis subprime. El Wall Street Journal no dudó en calificarlas como el megaturbo de la burbuja de crédito.

“A los bancos hay que preguntarles por qué concedieron esas hipotecas”. Alfredo Pérez Rubalcaba, julio del 2011

El motor y la clave de la burbuja, sin embargo, es el intervensionismo de la Reserva Federal, el equivalente estadounidense al Banco Central Europeo. El origen de la crisis financiera es sin duda el crédito fácil, el dinero infinito. Desde hace una década, y especialmente entre el 2003 y el 2005, la Reserva Federal mantuvo los tipos de interés artificialmente bajos, estimulando el crédito y desincentivando el ahorro. Otro tanto se puede predicar del Banco Central Europeo, el correlato de la Reserva Federal a este lado del Atlántico. Sus permanentes inyecciones de liquidez fueron el combustible necesario para el desarrollo de la burbuja inmobiliaria. No hubo crisis que no se superara inyectando más y más liquidez al sistema, desde el LTMC en el 98 hasta el estallido de la burbuja puntocom o el ataque terrorista a las Torres Gemelas. Los tipos de interés reales en España incluso llegaron a ser negativos. He aquí el porqué del porqué de la burbuja financiera planetaria, la madre del cordero, al menos si usted va un paso más allá del gobierno o los indignados y se pregunta que por qué los bancos otorgaban tan fácilmente los créditos.

“Igual que la caída del muro de Berlín supuso el fin del Comunismo en 1989, la caída del sistema financiero en EE.UU va a suponer la caída del neoconservadurismo en todo el mundo”. José Blanco, septiembre del 2008.

Cuando empezaron a caer los bancos y los estados tuvieron que rescatarlos, la izquierda pensó que podía devolver el mundo a una situación anterior a la caída del comunismo. Pero fue un espejismo. Apenas presentaba al estado como el garante absoluto frente a los desequilibrios de la economía de mercado, empezaron a caer también los estados. La crisis actual ha revelado que el garante final no es el estado, sino el ciudadano que sostiene al estado. El resultado, para previsible perplejidad de José Blanco, es que el color del mapa político europeo es azul y que la prima de riesgo del Banco Santander o del BBVA es inferior a la del estado. La peor crisis del capitalismo, por lo demás, ha sido en cualquier país capitalista mejor que cualquier día en un estado socialista. Ningún país capitalista ha adoptado la cartilla de racionamiento, por ejemplo.

“Han caído las proclamas de decir que cuanto menos regulación, mejor”. José Luis Rodríguez Zapatero. Septiembre del 2008.

Todo lo ya expuesto ayuda a entender que el origen de la crisis trae causas muy distintas de las que en dos tardes establecieron Blanco, Rubalcaba y Zapatero. Su fatal error de diagnóstico implicó una inevitable cadena de errores también a la hora de determinar el tratamiento y el pronóstico. En el origen de la crisis, eliminando los argumentos autoexculpatorios y retrocediendo a la causa de la causa, nos hemos encontrado con leyes que obligaban a conceder una cuota de créditos subprime a los bancos, empresas semipúblicas que actuaron como megaturbo de la burbuja titulizando la deuda subprime y extendiendo la infección a todo el sistema financiero, y banqueros centrales que mantuvieron artificialmente bajos los tipos de interés para crear una ficción de crecimiento perpetuo al gusto de los políticos que los habían nombrado. Es decir: política, intervencionismo y regulación, todo lo contrario de lo que creía Zapatero. Pero si vamos a juzgar a los bancos, capítulo aparte merecen las cajas de ahorros.

Las cajas y los políticos

Cuando Rubalcaba, secundado por la prensa progresista, evade ahora sus propias responsabilidades señalando como culpables de la crisis a los bancos, parece olvidar que la parte más enferma del sistema financiero no son los bancos, sino las cajas de ahorros. Si en el porqué del porqué de la crisis no encontramos tanto la mano invisible del mercado, como la siempre bienintencionada mano de los políticos, la situación actual de las cajas de ahorros muestra bien a las claras el riesgo de dejar las decisiones que debe tomar el mercado en manos de los políticos. Sin ir más lejos, los estatutos de Caja Navarra la definían como “una institución de crédito de naturaleza fundacional y de carácter benéfico-social bajo el protectorado público del Gobierno de Navarra”. En la práctica, esto significaba, como en la generalidad de las cajas, que los órganos de dirección de las entidades eran decididos por instancias políticas. Juzgue cada uno, a la luz de lo acaecido en los últimos tiempos, si el control político ha sido una garantía o un lastre mortal para las cajas.

 

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22 respuestas

  1. Igual que ayer, ahora intentad meter esto en la cabeza de los que gritan » vuestra crisis no la pagamos». Imposible, concretamente MISION IMPOSIBLE. Es una generación de Ninis, ni saben ni quieren saber.

  2. Poniendo el oído en el suelo, en la noche, lejos de los ruidos de la ciudad es perceptible para los hierofantes más avisados un lejano rugir de lo que parece ser unas voces enardecidas que cantan en inglés: On svásticas, on savásticas, on svásticas, artísticas…!!!
    Las svásticas de la mitad del siglo pasado eran sinestrógiras, esto es, giraban a la izquierda.
    Parece que ese rugir perceptible únicamente por los hierofantes avezados, esos himnos encantados que hablan de svásticas artísticas, se refieren a las nuevas esvásticas, las destrógiras, las que giran hacia la derecha, las que son nuevas…las que parecen que vienen a revisar las cosas, los bancos, los políticos, las personas, el pensamiento común, la revisión de los valores perdidos, aquéllo que nunca se contó porque no interesaba, el credo verdadero….vendrán a ordenar la historia????

  3. Los responsables del quebrantro patrimonial de Caja Navarra son principalmente sus gestores, es decir, Enrique Goñi Beltrán de Garizurieta y Juan Odériz San Martín con el aval político de Miguel Sanz Sesma.

    Si en cuatro años Caja Navarra ha perdido más de 1.300 millones de euros de valor, un 75% menos, es por la negligente gestión de Enrique Goñi y Juan Odériz. Ahora con la salida a Bolsa de Banca Cívica (Cínica) se incurre en gastos de 14 millones de euros, para regalar Caja Navarra y enriquecer a Antonio Pulido y Enrique Goñi con un sueldo de 7,5 millones de euros anuales en conjunto.

    La sinverguenzería de estos negligentes directivos sólo puede pararse por la vía penal, ya que lo políticos están demasiado implicados en los excesos de Caja Navarra. OC

  4. La verdadera cara de Banca ‘Cívica’: 182.441 cláusulas suelo a un tipo medio del 3’75%

    El 38’63% de los préstamos hipotecarios concedidos por Banca Cívica a 31 de diciembre de 2010 incluían las abusivas cláusulas suelo, denunciadas masivamente por ADICAE ante la Justicia. Así lo reconoce la propia entidad en su folleto informativo de oferta pública de adquisición de acciones, de cara a su próxima salida a Bolsa. En dicho documento, indica además que el tipo de interés medio de dichos ‘suelos’ es del 3’75%, y que el importe de las hipotecas con cláusula suelo asciende a un total de 20.732 millones de euros. Banca Cívica sigue amparándose en la inexistencia, por el momento, de jurisprudencia y de una legislación clara para continuar aplicando estas cláusulas abusivas y seguir, de esta manera, desangrando económicamente a, por lo menos, 182.441 familias que no se han visto ‘beneficiadas’ del descenso del Euribor en los últimos años y siguen pagando de más por su hipoteca.

  5. Caja Navarra y su actual director general Enrique Goñi impone a Banca Cívica el rescate de Oesía, desoyendo los llamamientos de varias organizaciones no gubernamentales (ONG) para desvincularse de esta empresa. Las ONG argumentan que una de las filiales de Oesía, Tecnobit, «es un importante socio de Rafael Advanced Defense Systems, empresa propiedad del Gobierno israelí que fabrica una sofisticada gama de misiles y armas» que «se emplean a diario para matar y oprimir a la población palestina en Gaza y Cisjordania».

  6. Perdón por la extensión, pero he hecho un copy-pega de capital.com. Aqui va la noticia integra a la que aludía alicia o.civ. publicada el día 9 de julio; a partir de aquí literalmente lo que dice el citado medio:

    Su director general, Enrique Goñi, ha implicado en la operación de salvamento a BMN y a Effibank
    Caja Navarra impone a Banca Cívica el rescate de Oesía para no perjudicar la salida a Bolsa

    ONG denuncian que una de sus filiales, Tecnobit, es socio de una compañía israelí que fabrica armas que se utilizan contra Palestina

    Enrique GoñiÁngel Guzmán.– Sin hacer ruido, porque no conviene en un proceso de salida a Bolsa, con mucha discreción, Caja Navarra y su director general, Enrique Goñi, han impuesto a Banca Cívica, de la que forman también parte CajaCanarias, Caja Burgos y la sevillana Cajasol, el rescate de una de sus inversiones más polémicas. Goñi, que también es copresidente de Banca Cívica, ha implicado en la operación de salvamento de Oesía Networks a otras cajas de ahorros accionistas: BMN (Caja Murcia, Caja Granada, la catalana Caixa Penedés y la balear Sa Nostra) y Effibank (CajAstur, Caja Cantabria y Caja Extremadura). Caja Navarra y Banca Cívica han desoído los llamamientos de varias organizaciones no gubernamentales (ONG) para desvincularse de esta empresa. Las ONG argumentan que una de las filiales de Oesía, Tecnobit, «es un importante socio de Rafael Advanced Defense Systems, empresa propiedad del Gobierno israelí que fabrica una sofisticada gama de misiles y armas» que «se emplean a diario para matar y oprimir a la población palestina en Gaza y Cisjordania».

    Oesía Networks, la antigua IT Deusto, sufre permanentes problemas de liquidez y de circulante, debido a la crisis que también ha salpicado al sector de las tecnologías de la información. Con más de 3.300 empleados, una nutrida cartera de clientes públicos (ministerios de Defensa, Sanidad y Justicia) y privados (bancos y cajas) en España y una fuerte presencia internacional, sobre todo en América Latina, México y Estados Unidos, necesita nuevas inyecciones de capital. Muy atrás, en el baúl de los recuerdos o en el bulevar de los sueños rotos, queda el proyecto de salida a Bolsa, en el año 2000, todavía como IT Deusto.

    Con ese banderín de enganche, la empresa atrajo a Caja Navarra, Caja Castilla La Mancha (CCM), a través de CCM Corporación, Cajasol y otras entidades de ahorro, que financiaron a un un grupo de ejecutivos que emprendieron la carrera de la compra de firmas de pequeño y mediano tamaño, tanto en España como en el extranjero, ligadas al sector de las tecnologías de la información.

    Pero el deterioro de los resultados de Oesía y el fracaso de ese plan de expansión provocaron hace ya varios meses el revelo de su equipo directivo. Tras la celebración de una junta extraordinaria de accionistas instada por Banca Cívica, su mayor accionista tras aglutinar las participaciones de Caja Navarra, Caja Burgos y de Cajasol, se produjo la salida de Abel Linares, su presidente y consejero delegado. Éste había sido precisamente el artífice de la estrategia de crecer mediante compras. El problema es que también aumentó la deuda, y la situación del mercado de las tecnologías de la información y la caída de la facturación de Oesía ha impedido que el flujo de caja fuera suficiente para hacer frente a sus compromisos y, a la vez, mantener intactos sus fondos propios. Éstos apenas llegan a los 60 millones de euros, cuando hace dos años estaban en los 120 millones.

    El caso es que Oesía celebró junta general de accionistas el pasado 29 de junio. Ante la necesidad de sanear el balance y garantizar el futuro de la empresa, el pool de 25 entidades financieras, entre ellas las cajas accionistas de Oesía Networks, que suscribió con ésta créditos sindicados por un total de 75 millones de euros, reclamó nuevas aportaciones de capital a los propietarios.

    Y las cajas no están precisamente para realizar esfuerzos. Pero el director general de Caja Navarra, Enrique Goñi, tampoco quería que un deterioro de la situación de Oesía Networks perjudicara al proceso de colocación de acciones de Banca Cívica. Así que implicó a todo el grupo en el rescate de la empresa. Tampoco a Cajasol, presidida por Antonio Pulido, el otro copresidente de Banca Cívica, le beneficiaba un desplome de la firma de tecnología de la información. Así que Banca Cívica tuvo que arremangarse para salvar la empresa, en la que no tiene intereses directos CajaCanarias, si participación accionarial las otras tres entidades del grupo.

    Goñi también implicó en la operación de salvamento de Oesía Networks al resto de las cajas accionistas, que controlan el 90% del capital de la empresa. Todas, curiosamente, inmersas en procesos de fusión virtual, como Banca Civica. Es el caso de Corporación CCM, que tras la intervención de la caja castellanomanchega por el Banco de España, ha pasado a manos de CajAstur. Esta entidad es la promotora de Effibank, en la que también participan Caja Cantabria y Caja Extremadura, además del actual Banco Castilla La Mancha. Y de BMN, impulsado por Caja Murcia y formado por Caja Granada, Sa Nostra y Caixa Penedés. Todas las cajas accionistas han capitalizado sus créditos y aportado capital a Oesía Networks.

    Pero el salvamento de Oesía Networks se ha producido en medio de un verdadero clamor por parte de las ONG para que Banca Cívica hiciera honor a su apellido y abandonara una inversión que liga al grupo de cajas con la fabricación de armas. «Señores miembros de los consejos de administración de CAN y de Banca Cívica: sus departamentos de marketing han hecho un extraordinario esfuerzo en los últimos años para convencer a clientes y al público en general de la vocación de transparencia y responsabilidad social de CAN y Banca Cívica. Sus anuncios nos hablan de importantes proyectos sociales elegidos por clientes de CAN y de una revolución en su forma de hacer negocios. Y en su página web leemos que ustedes han firmado el Pacto mundial de la ONU, que les compromete a no ser cómplices en la vulneración de los derechos Humanos. Hasta la misma marca Banca Cívica suena a empresa financiera con vocación de ONG». Así comienza la carta que varias ONG enviaron a los consejeros de Caja Navarra (CAN) y de Banca Cívica.

    «Es una lástima que los responsables de marketing se olvidaran de dar publicidad a la participación de CAN y de Banca Cívica en el negocio del armamento. Como bien sabrán ustedes, las dos entidades, a través de la empresa matriz Oesía, son los principales inversores en Tecnobit, una empresa muy significativa en el sector de fabricación de armamento del Estado español. Peor aún, resulta que Tecnobit es un importante socio de Rafael Advanced Defense Systems, empresa propiedad del Gobierno israelí que fabrica una sofisticada gama de misiles y armamentos utilizados por sus Fuerzas Armadas (y las fuerzas de la OTAN)», continuaba la carta.

    «Éstas son armas que, sin duda, mataron a cientos de civiles indefensos en la invasión israelí de Gaza en 2008/2009 y en la invasión de Líbano en 2006, y que se emplean a diario para matar y oprimir a la población palestina en Gaza y Cisjordania». Por tanto, «exigimos a CAN y a Banca Cívica, entidades que siguen siendo públicas hasta su privatización en julio, que actúen con verdadera responsabilidad social, que escuchen, por favor, la voz de la sociedad civil palestina y navarra y que desinviertan en empresas, como Tecnobit, que están relacionadas con la ocupación israelí de Palestina».

    «Si no, por lo menos, actúen con la transparencia que pregonan y hagan pública su participación en el negocio de armamentos. Un negocio manchado con la sangre de muchas personas inocentes no solamente en Palestina, sino también en Irak, Afganistán, Libia y otros países, a los que la intervención occidental ha llevado la guerra», concluye la carta enviada por las ONG a los consejos de administración de Caja Navarra y de Banca Cívica.

    En julio de 2010, una ONG, Alternativa Antimilitarista-Movimiento de Objeción de Conciencia, envió una carta (véase CapitalMadrid.com del 12 de julio) a los directores generales de las tres cajas que componían entonces Banca Cívica (todavía no se había incorporado Cajasol), en la que manifestaba su preocupación por sus inversiones en empresas fabricantes de armas. Y hacía referencia a que Caja Navarra era el accionista de referencia de Oesia Networks SL, con un 29,2%. A esta participación hay que sumar el 6,2% que tiene Caja Burgos, y la que aportó luego Cajasol.

    «No entendemos cuál es el significado que en Grupo Banca Cívica y CAN dan al concepto ‘cívica’ pero si hace referencia a la ciudadanía, no entendemos cómo pueden invertir en este tipo de industrias y más, cuando en el caso de Navarra, el rechazo a la guerra ha sido manifiesto (amplias manifestaciones durante la guerra de Irak) incluso por parte de las instituciones (parlamento, gobierno, ayuntamientos, etc) y cuando casi mil jóvenes prefirieron la cárcel o fueron inhabilitados antes que acudir al servicio militar», añadía la misiva.

    «Probablemente muchos de esos jóvenes y de las miles de personas que se manifestaron contra la guerra tengan una cuenta, un préstamo, una inversión o una hipoteca en su entidad y no creemos que estén de acuerdo con las inversiones en este tipo de fábricas. Esperamos y solicitamos que tanto desde Caja Navarra como desde el Grupo Banca Cívica reconsideren sus inversiones en fábricas de armas y que en caso contrario, por favor cambien de nombre. Creemos firmemente en la ética y pensamos que cuando ponemos determinados adjetivos debemos ser consecuentes y dotarlos de contenido y que no se trate de palabras huecas, que siembran la desconfianza entre la ciudadanía», concluía la carta de esta ONG.

  7. YOLANDA BARCINA tras la dimisión de Camps,manifiesta que en UPN «ya lo hubiésemos hecho antes»

    Caso de cohecho pasivo impropio en Caja Navarra de relojes de lujo.

    ANTE EL TRIBUNAL SUPREMO MIGUEL SANZ, denunciado por cohecho tras aceptar un reloj de 10.000 euros

    En aquella ocasión recibieron regalos hasta cinco políticos: el socialista Roberto Jiménez; el secretario general de UPN, Carlos García Adanero; la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina; el vicepresidente y consejero de Economía de Navarra, Álvaro Miranda; y el propio Sanz.

    Se les acusa de un delito de cohecho impropio y se basa en la definición del delito que ha hecho recientemente el propio Tribunal Supremo a raíz del caso Camps, cuando aclaró que para que se dé el delito «basta con la aceptación de un regalo entregado en consideración a la función o cargo desempeñado», como así fue.

  8. Banca Cívica se desploma 10,7% en Bolsa la primera semana

    La bolsa valora Banca Cívica en 1.414 millones de euros,descuento de 74% respecto de su valor contable. Calculen cuánto se valora ahora todo Caja Navarra y veréis el escándalo protagonizado por la incompetencia de Enrique Goñi Beltrán de Garizurieta y Juan Odériz San Martín.

  9. El consejero de Economía y Hacienda del Gobierno de Navarra, Álvaro Miranda Simavilla, ha manifestado que Banca Cívica, que ha salido recientemente a Bolsa, «con el tiempo, porque acaba de empezar, a lo largo de los años, coja el vuelo que todos esperamos».

    O sea, que dentro de muchos años puede que Banca Cívica con el sacrificio de Caja Navarra, entidad de todos los navarros, coja el vuelo.. no sabemos a dónde.

    Sr. Miranda primero usted ha sido consejero de Caja Navarra, de su malograda Corporación y protector de los intereses de los navarros en la Caja; lo único que ha conseguido en su gestión es una denuncia por cohecho pasivo impropio que de momento os han hecho el favor de no calificarlo judicialmente; además, gracias a usted hemos perdido los impuestos de Caja Navarra que ahora van a Sevilla. Claro que si financiamos, como con el Circuito de Los Arcos, sin estudios de viabilidad, normal que nos estrellemos.

    Y por vuestra mala gestión Caja Navarra ha pasado de valer en 2007 más de 1600 millones a unos 320 en la actualidad.

  10. Ángel Corcóstegui se incorporará al consejo de administración de Banca Cívica en febrero de 2012

    La cláusula de incompatibilidad firmada con el Santander Central Hispano, del que era consejero delegado, obligó a retrasar nueve meses su ingreso

    El golpe de efecto que Enrique Goñi, director general de Caja Navarra y copresidente de Banca Cívica, tuvo de cara a la salida a Bolsa del grupo formado también por CajaCanarias, Caja Burgos y la sevillana Cajasol y con la vista puesta sobre todo en los inversores institucionales extranjeros tardará ocho meses más en hacerse realidad. Ángel Corcóstegui, que fue vicepresidente y consejero delegado del Santander Central Hispano, no podrá incorporarse al consejo de administración de Banca Cívica, del que fue nombrado el 13 de junio como consejero independiente, hasta febrero del año que viene. Corcóstegui aceptó el nombramiento, pero dejó muy claro que había una cláusula de incompatibilidad suscrita con su antiguo banco, ahora Santander.

  11. En cuanto a la de Oesia, ya contesté en su momento. En cuanto a que los inversores institucionales están sosteniendo la cotización (nadie compra acciones en Bolsa) es cierto pero los colocadores se hartarán y dejarán caer el valor hasta límites razonables (o sea, cero patatero). Si desde el 21 de julio ha caido el 10,7% con sostén, imagínense sin sujetador lo que puede caer. Viva agosto que suele un mes muy volátil en crash bursátiles.

  12. Por cierto, haciendo la comida, como buen soltero que soy, se me ha ocurrido las siguientes preguntas:
    a) ¿Cuál es la comisión de colocación de los inversores institucionales?
    b) Si el valor contable o en libros de Banca Cívica-Can era x, descontado el precio de salida a Bolsa y la depreciación de éstos títulos cuánto vale
    c) Cuantos préstamos se han concedido para comprar acciones de Banca Civica (negocio redondo por cierto); a mi no me la han colado.
    d) El Sr. Corcostegui (para que Francisco González, que nombre más vulgar y además votante confeso del PP, lo cual le honra)le echaron con una pequeña indemnización de 107,9 millones de euros (hablo de memoria) lo cual causó un escándalo mayúsculo (véase ABC); le sustituyó Goirigolzarri (otro a la calle, porque no obedecía al amo). ¿Somos la MECA o somos directamente idiotas?
    Por cierto y por último, a ver si alguien se lee el auto de apertura de juicio oral contra el ex Molt President de Valencia, por cohecho impropio, porque de aceptarse las tesis del tribunal valenciano, aquí pueden rozar cabezas. Y así como creo en la presunción de inocencia, no es incompatible con la presuncion de indecencia.

  13. Hoy Banca Cívica cotiza a más de 70% de descuento de su valor contable. La razón de la prematura salida a Bolsa es que Antonio Pulido y Enrique Goñi deseaban blindar sus puestos en el SIP con sus macrohonorarios. Ello ha costado varios centenares de millones de euros a los navarros.

    Si hubieran salido en octubre o noviembre, el descuento habría sido menor, entorno al 30%. Que es lo que ocurrirá en el caso de otro SIP que saldrá a cotización en esas fechas (Effibank).

    Enrique Goñi no ha tenido pudor en sacrificar el patrimonio navarro en interés propio de prevalecer en Banca Cívica por temor a Yolanda Barcina, que en sus quinielas más personales no era presidenta del Gobierno (caso relojes de lujo).

  14. Hombre, predecir el pasado es cosa de economistas, que te explican perfectamente porque sus previsiones han fallado y hasta hay tontos a los cuales convencen. En http://www.bolsa.com (página nada sospechosa) hacen un interesante chart de la evolución de las acciones de Banca Cívica; hay opiniones para todos los gustos pero la mejor recomienda, a las 10,38 horas de hoy, vender las acciones. Ninguno de los analistas sostiene que el precio vaya a crecer y las dudas se sostienen entre cuánto va a caer el precio. Eso sí, en la página web de la CAN se anuncia a bombo y platillo dos cosas: a) que ha invertido 162.000 euros (vaya pastón) para hacerse con el 21,3% de B2B (empresa puntera en no se sabe qué, salvo que se fundó en 2007)y así contribuir al desarrollo de Navarra (sic).
    b) Que te devuelven el 10% de los recibos domiciliados (luz, gas, telefonía, etc.) en la CAN. Pero tiene más trampas que las que ofrece, porque se trata de traer recibos, o sea que los ya domiciliados no se benefician del 10%, cifra que, por cierto, es de locos.
    Lo más sensato sería comprar acciones de Banca Civica (como diez o así, que suponen unos 25 euros) y pedir la accion social de responsabilidad. He puesto diez pero pueden ser más en funcion de los Estatutos de Banca Civica (la CAN no existe como sociedad anónima ni ha existido nunca). Esto no va contra la CAN, sino contra el invento de Banca Cívica que supongo por el análisis charstita que se irá al carajo antes de fin de año.

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