La autodeterminación consiste en que los ricos se independicen de los pobres y otros argumentos nacionalistas

La ONU no reconoce el derecho de autodeterminación de Cataluña, ni del País Vasco, ni de la calle Iturrama, ni de ninguna otra parte de España porque no son colonias, no han existido como estados independientes antes de formar parte de España, no están separadas geográficamente de España y tampoco están excluidas de la elección del gobierno de España. Para aclararlo de una vez por todas, conviene citar lo que realmente dice la ONU sobre el derecho de autodeterminación en la famosa resolución 2625 de 1975, aunque sólo sea para fijar los límites de ese derecho, el cual –como verán a continuación- sólo resulta aplicable a las colonias:

“El territorio de una colonia u otro territorio no autónomo tiene, en virtud de la Carta de las Naciones Unidas, una condición jurídica distinta  y separada de la del territorio del Estado que lo administra, y esa condición jurídica distinta y separada conforme a la Carta existirá hasta que el pueblo de la colonia o territorio no autónomo haya ejercido su derecho de libre determinación de conformidad con la Carta y, en particular, con sus propósitos y principios”.

“Ninguna de las disposiciones de los párrafos precedentes se entenderá en el sentido de que autoriza o fomenta cualquier acción encaminada a quebrantar o menospreciar, total o parcialmente, la integridad territorial de Estados soberanos e independientes que se conduzcan de conformidad con el principio de la igualdad de derechos y de la libre determinación de los pueblos antes descritos y estén, por tanto dotados de un gobierno que represente a la totalidad del pueblo perteneciente al territorio, sin distinción por motivo de raza, credo o color”.

La ONU no reconoce por consiguiente el derecho de autoderminación a Cataluña, ni a la CAV, ni a Echarri-Aranaz, en el sentido en que se lo podía reconocer al Congo o a La India.

No es que se esté reprimiendo el derecho a la secesión de ningún independentista sino que en el ordenamiento jurídico internacional no existe tal derecho de secesión. Así quedó determinado también en Quebec por el Tribunal Constitucional de Canadá. El derecho de autodeterminación se limita a las colonias y los procesos de descolonización. Se puede discutir la celebración de un referendum secesionista en Quebec o en Iturrama, pero no como un derecho de Quebec o de Iturrama sino como una decisión graciosa (en sentido estricto) entre Canadá y Quebec o entre Pamplona e Iturrama. El derecho internacional no prohíbe la locura, pero tampoco la ampara.

Alguien podría alegar que Cataluña o la CAV son colonias de España aunque tal afirmación no resistiría el más mínimo análisis histórico. De todos modos, más allá del aspecto histórico ni Cataluña ni la CAV tienen “una condición jurídica distinta  y separada de la del territorio del Estado que lo administra”, mucho menos que sea discriminatoria para ellos, y en España tampoco hay un gobierno que, como pasaba con La India respecto a Gran Bretaña, no “represente a la totalidad del pueblo perteneciente al territorio, sin distinción por motivo de raza, credo o color”.  Es decir, que no hay colonias españolas dentro de España, lo cual sería una afirmación un tanto llamativa desde un punto de vista lógico, amén de incompatible con el derecho de autodeterminación tal y como lo define la ONU.

No existe el derecho a privar a alguien de su nacionalidad, ergo tampoco un derecho de secesión

Según la Constitución, “ningún español de origen podrá ser privado de su nacionalidad”. ¿Qué tiene que ver esto con la autodeterminación, o más bien con un hipotético derecho a la secesión? Pues más de lo que parece, porque defender que una parte de un país puede decidir separarse de la otra si quiere y aunque la otra no quiera, también significa que un territorio de un país podría ser expulsado de ese país aunque no quisiera. Si se acepta que Cataluña puede separarse del resto de España aunque el resto de España no quiera la separación, también se acepta que el resto de España pudiera separarse de Cataluña aunque Cataluña no quisiera. Abrir la puerta a este planteamiento es reconocer a las regiones más ricas, ciudades, o hasta barrios, siguiendo la misma lógica, el derecho a separarse de las más pobres, autodeterminarse y autogestionarse como en la película Elysium, sólo que sin moverse de casa. A fin de cuentas, ¿no funciona el secesionismo de las regiones ricas como una suerte de evasión fiscal en grupo? Naturalmente cabe preguntarse si esto es una utopía o es casualidad que las comunidades más independentistas suelan ser las más ricas. En todo caso habría que ver de qué modo es posible que alguien pudiera defender la secesión de los ricos considerándose a sí mismo como una persona progresista o de izquierdas. Y sí, Cataluña es una región muy rica aunque la administración catalana esté en quiebra.

Los que hablan una lengua tienen que tener un estado

Al margen del argumento económico, resulta llamativa la endeblez de la mayoría del resto de los argumentos independentistas. Aunque haya una lengua común, hay pocos estados en los que sólo se hable una lengua. Y desde luego tampoco todas las personas que hablan la misma lengua tienen que pertenecer a un solo estado. Entonces todos los que hablan inglés o español tendrían que pertenecer a un solo estado y, si todos los españoles aprendieran catalán, los nacionalistas catalanes tendrían que convertirse en los mayores defensores de la unidad de España. Según la misma lógica todos los españoles tendrían que cantar flamenco o todos los vascos tocar el chistu.

Es que no me siento español

Elegir entre ser vasco o español, o español  y catalán, es un falso dilema. Si hay muchísimos vascos y catalanes que además se pueden sentir españoles, entonces pensar lo contrario es totalmente subjetivo. Es un problema artificial. Si hay un discurso que te obliga a renunciar a una parte de lo que eres y otro que no, el discurso que más te aporta es el que te permite sumar y no el que te obliga a restar.

La estatalización de los sentimientos

Otro aspecto llamativo del independentismo es la asociación del sentimiento nacional al hecho de que otro político más empiece a pasearse con una escolta motorizada. Como si lo que uno es o lo que uno siente básicamente dependiera de la organización de una burocracia administrativa enfrentada a otras burocracias administrativas. Como si uno dejara se ser lo que es durante unas horas si un apagón de Iberdrola dejara mañana sin luz al gobierno.  A lo mejor resulta que se trata de todo lo contrario y que lo que uno es precisamente es eso que queda cuando se apaga el gobierno. Seguramente no se puede ir tan lejos y algún grado de organización administrativa es reflejo inevitable de lo que un grupo es. Salvo que a veces da la impresión de que se invierte totalmente el proceso.

¿Ha fracasado el modelo administrativo español?

En relación con lo anterior, el hecho es que tenemos el estado más grande, complejo, voraz y desde luego más caro de nuestra historia. Nunca el estado español tuvo tantas personas empleadas. Nunca dictó tantas leyes. Nunca manejó más dinero. Nunca la ciudadanía dependió más de él. Y sin embargo, lejos de ser el más fuerte, tenemos el estado más débil desde hace siglos. Económicamente quebrado. Políticamente en riesgo de disolución. ¿Podemos decir que el modelo administrativo de la Constitución del 78 ha resuelto con éxito los problemas que pretendía? ¿O por el contrario ha fracasado con estrépito? ¿Qué cosas hay que cambiar si es el caso? A lo mejor hay que ponerse a pensarlo aunque sólo sea para llegar a la conclusión de que estamos satisfechos y que ninguno de los problemas actuales realmente tiene relación con el modelo.

España nos roba

Este es un argumento típicamente utilizado en Cataluña para generar odio mutuo. Por un lado a unos se les dice que les están robando; por el otro, al resto se les llama ladrones. Resulta difícil por tanto no realizar este planteamiento sin buscar directamente el enfrentamiento. Por lo demás, son las personas y no los territorios las que pagan impuestos. Si todos entendemos que los ricos tienen que pagar más impuestos que los pobres, es absurdo que los nacionalistas catalanes se quejen de que haya más catalanes ricos que extremeños ricos. Incluso en una Cataluña independiente la provincia de Barcelona pagaría más impuestos que Lérida. ¿Pediría entonces Barcelona la independencia? ¿Diría que Lérida les roba o les odia? No obstante, en este caso lo más llamativo es que en la Transición los políticos nacionalistas catalanes rechazaron un sistema de autogestión como el navarro o el vasco. Es más, lo rechazaron porque les parecía impopular ser ellos mismos los que recaudaran los impuestos. Cualquiera puede confirmar el dato en Google o en la hemeroteca de Navarra Confidencial porque lo han contado políticos del PNV como Xabier Arzallus o Patxi Unzueta. ¿A qué se debe esta pérdida de memoria de los políticos nacionalistas catalanes si el modelo del que se quejan es el que ellos eligieron rechazando otros como el vasco o el navarro? A lo mejor los catalanes hubieran sido más felices con un modelo similar, pero entonces será culpa de los políticos nacionalistas catalanes haber elegido mal. Esto nos lleva al siguiente punto.

Enemigo exterior, podredumbre interior 

Un último elemento de este análisis se refiere a la reiterada experiencia en virtud de la cual cuando se busca un enemigo exterior a menudo se trata de tapar una mala gestión o una desafección por un gobierno interior. El enemigo exterior sirve para que la población se una en torno al gobierno y deje de preocuparse de otros asuntos internos para concentrarse básicamente en la amenaza exterior. Cualquiera puede pensar que la crisis con Gibraltar salta oportunamente, o al menos se aprovecha, para desviar la atención del caso Bárcenas. ¿En qué momento decidió atacar Argentina las Malvinas? Da igual que haya un punto de razón en la desviación. De hecho así funciona mucho mejor. En Navarra, todos sabemos que realmente vienen los vascos, cosa que oportunamente se dedican a recordarnos con ikurriñas gigantes incluso en Sanfermines, ¿pero cuántas torpezas no ha tapado el fácil recurso al que vienen los vascos? Por su parte, da la impresión de que el nacionalismo catalán ha evitado ser juzgado por su propia torpeza, su mala gestión o incluso su corrupción gracias al mantenimiento de un continuo enfrentamiento con el resto de los españoles. Dado el actual nivel de enfrentamiento con el resto de España, puede imaginarse el grado de torpeza, mala gestión y corrupción que se trata de tapar. Aunque, por ser también autocríticos, qué pena que tantos de nuestros políticos en toda España no hayan decidido que apostar por la excelencia moral es también una forma de defender la unidad y la cohesión de la nación.

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10 respuestas

  1. Hemos llegado al cozarón del asunto, a la duramadre del naziinalismo….la pasta gansa. Porque todo se reduce a eso. Aparte de los sentimientos manipulados y de los exabruptos de los subproductos de la Logse, rebuscando, se queda al final sólobel cochino dinero. Como el nazionalismo ya sabe que las patrañas pseudohistóricas no tienen gran recorrido, preparan «el gran argumento final»…que es ni más ni menos que la separación es lo democrático porque hay que respetar la voluntad de hacerlo así. Con un par. ¿y todo lo de antes, que pasa? Imagínense, como el chiste del hombre que le dice a la mujer que prepare las maletas de los dos porque le ha tocado el Euromillones – ¿Adonde nos vamos cariño?- responde la mujer. El millonario marido responde; – Yo todavía no lo he decidido, y tú te vuelves a casa con tu puñetera madre.
    De igual manera en nazionalismo caradura se quiere largar mientras el patrimonio que mantiene es alto, conseguido a base de oligarquías que se elevaron gracias a monopolios estatales y al control de los aranceles; otra cosica sería que tuviera que hacerse esa separación a medias con el resto del estado. Así por ejemplo la Cataluña independiente tendría que soltar una pasta por las infraestructuras que disfruta pagadas por todos los españoles durante 2000 años.
    Aunque la puntilla final es cuando ante el argumento tan democrático de la voluntad, se les pregunta si lo pueden ejercer Val de Arán y Tarragona.
    -Fahcihta, botifler, charnego….!!!!!
    Ya ven que algunos derechos parecen ser unidireccionales. 🙂

  2. Esto se nos ha ido de madre por culpa de los acomplejados políticos que hemos tenido en Moncloa que no han sabido, ni querido parar los pies al nacionalismo. Les han entregado lo más preciado: la tele y la educación. Y han creado monstruos, ojo, como los que han creado en Navarra.

    Lloré ayer al leer a Vargas Llosa, que nunca ha sido santo de mi devoción literaria, pero lloré cuando decía que si queremos acabar con el terrorismo hay que acabar con el nacionalismo.

    Si esto sigue así, en dos días La Milagrosa pide su ingreso en la Liga Arabe. Más que le pese a los vasquitos, allí mola la media luna más que la ikurriña entera.

    العجائبية العربية بالفعل!

  3. Es muy fácil vender ideas que parecen muy lógicas y muy sensatas y que, sin embargo, son meras falacias: «el derecho a decidir» o «el derecho a la independencia» de Cataluña. Pero hay que recordar que esta Cataluña a la que se apela carece de toda entidad político-jurídica salvo como parte integrante de la Nación española. Hay que recordar que esta Cataluña ha carecido históricamente de toda soberanía, si bien dispuso de facultades políticas de autogobierno, pero siempre con sujeción a la soberanía de la Corona de Aragón. Hay que recordar que esta Cataluña, más reciente, es una amalgama de ciudadanos integrada también por los millones de españoles (¿cuántos?) que emigraron para ganarse la vida. Hay que recordar que esta Cataluña política, como en episodios históricos anteriores, sólo tiene por propósito defender la independencia y la ruptura con España como medio de mejorar sus privilegios respecto del resto de regiones españolas, y la negociación con el presidente Rajoy ya está en marcha, y léanse además las declaraciones del canciller Margallo. Hay que recordar que en esta Cataluña los que defienden la ruptura no son mayoría y, que de saber las verdaderas y desastrosas consecuencias que tendría para sus bolsillos, pronto se quedaría en minoría romántica. Y hay que recordar que, por mucho que se repitan las falacias, siguen siendo falacias, aunque, de tanto oírlas durante 30 años, calan en una población desprotegida frente a tanta propaganda. Y hay que recordar que esta Cataluña, en fin, no ha sido otra cosa en toda su vida que España.

  4. En tiempos modernos, la industrialización comenzada en España con el Plan de Estabilización de Ullastres en 1957-58 se hizo bajo un fortísimo régimen proteccionista aduanero-arancelario que permitió a las industrias vascas y catalanas – únicas regiones ya en parte industrializadas – vender sus productos en el resto de España a precios muy por encima de los niveles internacionales. El boom industrial y la acumulación de capital que resultó en Cataluña y en las Vascongadas fue impresionante. Pero tomen buena nota: ello se hizo a costa del consumidor de otras regiones españolas a quienes se obligaba a pagar precios muy por encima de los que prevalecían en los mercados internacionales.
    «Historia Medieval del Reyno de Navarra»: «LOS CATALANES EN BUSCA DE UN SEÑOR» http://www.lebrelblanco.com/21.htm?&cap=8;
    Javier Barraycoa «Historias ocultadas del nacionalismo catalán» http://www.lebrelblanco.com/articulos/

  5. La lengua española, que desde el siglo XVI había relegado la lengua catalana a usos menos cultos y más domésticos, recibirá un nuevo impulso, por la rendición a ella de las élites funcionariales como hacía tiempo lo había hecho la clase más culta de la sociedad y la nobleza, para marcar distancias sociales con las clases populares. «Es la llengua castellana nostra llengua de cort, i per ço abandonem el català». La resistencia a la «castellanización» fué en cualquier caso menor en Cataluña y quedó prácticamente limitada a algunos párrocos de iglesia que seguían llevando sus registros en «la llengua pròpia de sa pàtria». Otros signos de protesta no pasaron de apologías sentimentales con escasa significación política.
    «El centralismo borbónico y la fijación del idioma» cap. 19 «La Lengua en el Crisol Navarro» ; http://www.lebrelblanco.com/libro/?cat=190

  6. Yo sólo voy a repetir la frase que dejo marcada,el gran Papa Polaco,Juan Pablo II,Carol woytyglia,LOS NAZIONALISMOS SÓLO LLEVAN A LA GUERRA,Navarra Despierta!

  7. En uno de los puntos de este acertado artículo se dice lo siguiente: «En todo caso habría que ver de qué modo es posible que alguien pudiera defender la secesión de los ricos considerándose a sí mismo como una persona progresista o de izquierdas», pues bien, yo creo que eso es posible desde la tradicional y peculiar realidad de gran parte de la izquierda española, una izquierda en la que predomina su odio a España sobre uno de los pilares fundamentales del socialismo: el supuesto amor a los más desfavorecidos.

  8. Bravo por el texto. Siempre he dicho que contra la locura del sentimiento hay que aducir la moderación del razonamiento. El nacionalismo es irracional, se fundamenta en bases que van contra el pensamiento crítico. Y eso es muy peligroso, mucho. En la Historia hay ejemplos a patadas de lo peligroso que es eso.

    Ahora bien, por hacer de abogado del diablo: ¿qué se puede hacer con este fenómeno? ¿Qué se puede hacer para contener una sociedad enrocada en pensamientos exaltados, antihumanistas, anticiudadanistas…?

    Ya expuse el otro día el ejemplo de la Cuenca independiente. Poco puede hacer España para impedir la independencia de Cuenca si los conquenses, en una mayoría cualificada, quieren la secesión.

    Exponer textos razonados y ciertos es bueno porque da al debate un poso de realidad que los nacionalistas, especialistas en fantasías, no quieren que se dé.

    Ahora bien, ¿qué más se puede hacer? Esa es la pregunta que yo me hago y que el Gobierno debería hacerse.

  9. A mi personalmente, lo que diga la ONU sobre el derecho de autodeterminación me parece irrelevante, entre otras razones por que sus propias resoluciones son una mandanga que en mutiltud de ocasiones se quedan en papel mojado o contradicen otras tomadas anterior y posteriormente. Vamos, que lo que diga la ONU…como si lo dice Manuel Chaves.
    Que España sea más grande o más pequeña, a mi entender, no es una verdad inamovible. No hay más que ver qué era España antes de 1898 y qué fué después. No es un dogama de Fé. Pero a esto añadiría algunas consideraciones:
    1º. Para defender la independencia de un territorio NO debe mentirse ni terjiversar la historia. Pon argumentos que definan por qué y para qué quieres la independencia y si eso es bueno para el bién común de la soiciedad/comunidad a la que perteneces pero no mientas ni terjiverses. Si lo haces (mentir) los males que trae son peores que los supuestos beneficios. Por ejemplo terrorismo y fundamentalismo.
    2º La existencia o desaparación de España no ha sido ni es baladí por muchas razones. Una cosa está clara, nos guste o no hay una clara relación entre España y cristianismo. A más cristianismo más España. A mayor descristianización menos España. A los hechos me remito. Es directamente proporcional o inversamente proporcional si se prefiere.
    3ºLos pueblos del resto del país tendremos el mismo derecho de ser escuchados para saber si queremos o no seguir teniendo al hermano en casa. ¿Será que al resto de los pueblos de España nos consultarán para saber si queremos que Cataluña siga perteneciendo a España o qué?
    3º El problema de España y el nacionalismo/separatismo es, en parte fundamental, una cosa creada por la Administración Central. Y no me refiero a Rajoy sino a los 200 últimos años (tampoco me refiero a la Diada). Los fueros, si amigo vecino los malditos fueros. ¿Por qué no se puede trasladar la foralidad navarra al resto de pueblos de España?. ¿O es que alguien puede discutir el patriotismo y lealtad de los navarros para con España mostrados en repetidas ocasiones aun teniendo y defendiendo nuestros pri-vilegios (leyes privadas)?. ¿qué problema hay en que los tenga Cataluña o Murcia?. ¿Por qué no se plantea la recuperación de los fueros en el resto de España? El problema patrio no es de fueros sino de mangantes califas. Otra cosa es que el nacionalismo catalán utilice el concierto como un elemento más para separarse de España y el Estado lo concedira como un elemento más de cesión (el enésimo) por debilidad como intento de contentar a los nunca suficientemente saciados nacionalistas. Otra ecuación recalcitrantemente errónea, Centralismo=Unidad, regímenes forales/conciertos= separatismo.
    4º (Y no aburro más). Cuestión fundamental es la educación. El enemigo de España no son fueros ni comunidades en particular sino la educación. Los nacionalistas catalanes no tienen un gen tocapelotas en sus cromosomas. Simplemente los han educado en el odio a España y en una idea de una Cataluña mitológica.

  10. Es evidente que los sentimientos de orgullo por la historia, cultura, idioma, artistas,…todo lo que Uds. quieran, no son materia política. Lo que a Ud. le llena de orgullo a su vecino le puede resultar ridículo.

    Construir un edificio civilizador sobre esa base está destinado al fracaso cuando la propia dinámica humana, plantea cada vez más posibilidades para la llamada «realización personal» que lleva a cada quisque a perseguir la felicidad donde le lleve su corazón. Esto es parte de nuestra libertad y nuestro proceso como personas.

    Hay que poner la base en otros aspectos que sí podemos compartir. En la esfera política: el proceso de ser ciudadanos, que es una cosa dificil y que está siempre amenazado por los neocaciques y los grandes poderes que siempre imponen sus conveniencias.

    Me llama la atención que nadie ponga sobre la mesa una cuestión. Vemos muy bien la paja en el ojo ajeno, criticamos su pretensión de preferencia y dominio, vemos que es necesaria la igualdad para que exista unión, y comprendemos por qué unos pretenden, con excusas y chantajes, una posición de preeminencia, y que a tal chantaje hay que responder de forma inteligente y resuelta. (vean este artículo: http://t.co/OCFpdoPMiG). Pero no vemos nada más.

    Maldita disonancia cognitiva. Nos engañamos a nosotros mismos continuamente…

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