Kontuz, aunque sin querer, por fin destapa un caso real de corrupción: el tráfico de tabaco de su portavoz

La rueda de prensa de Kontuz hace unos días, en la que esta organización reaparecía ante los medios tras dos años de silencio del cambio, ilustra como pocas la expresión “salir el tiro por la culata”. El portavoz de esta asociación, Patxi Zamora, comparecía para denunciar su despido de la compañía aérea Iberia a causa de una supuesta persecución ideológica por parte de la Guardia Civil, que le había retirado la tarjeta aeroportuaria, documento que permite a los auxiliares de vuelo como Patxi Zamora acceder a las zonas restringidas de los aeropuertos a realizar sus labores. Sin esta tarjeta no es posible que un auxiliar de vuelo pueda realizar su trabajo lo que determinó el despido de Iberia prácticamente automático. Patxi Zamora denunció que no había justificación alguna que explicara la retirada de su tarjeta aeroportuaria y que era una represalia por las denuncias de Kontuz en el caso de Caja Navarra.

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Por el contrario, navarra.com publicaba ayer que a Patxi Zamora se le había retirado la tarjeta aeroportuaria porque fue sorprendido intentando pasar decenas de cajetillas de tabaco sin declarar en uno de sus vuelos como trabajador de la compañía aérea.

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Nos encontramos por tanto ante el primer caso denunciado por Kontuz en el que efectivamente puede haber una ilegalidad tras la denuncia. Eso sí, no en el sentido esperado por Kontuz. Hemos de recordar que ni una sola de las denuncias de Kontuz ha prosperado en los tribunales, siendo esta la única aportación posible de Kontuz puesto que la denuncia de los hechos siempre ha corrido a cargo de los medios y ha precedido a los movimientos en los tribunales de esta organización.

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Hace dos años que Kontuz ha permanecido silente evidenciando que su preocupación por la corrupción cesaba en el momento en que se produjera el cambio político. A Kontuz no parece preocuparle demasiado la corrupción más que cuando los sospechosos no comparten su ideología. Obviamente podemos poner a eso muchos nombres, pero no luchar contra la corrupción. O por lo menos contra prácticas inmorales o poco éticas, ya que en general en Navarra hemos asistido más a este tipo de hechos, como el cobro abusivo o incontrolado de dietas, que a corrupción en el sentido estricto y legal perseguible desde los tribunales.

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Hablando de prácticas legales aunque feas y poco éticas, en este apartado podría citarse la propia inclusión de Patxi Zamora, a propuesta de Bildu, en un puesto de salida de la lista al Senado de la formación “Aldaketa”, coalición que en 2015 formaron Bildu, Geroa Bai, IU y Podemos para concurrir juntos al Senado y asegurarse al menos 3 de los 4 puestos en liza. La debacle, sin embargo, merece figurar junto a la foto de Patxi Zamora en la definición de tiro por la culata, ya que en esas elecciones las formaciones del cuatripartito obtuvieron 160.000 votos concurriendo al Congreso por separado, y sólo 97.000 en la lista conjunta al Senado. El resultado fue que UPN se llevó 3 senadores y Aldaketa sólo 1, lo que dejó fuera a Patxi Zamora por un puñado de votos. Decíamos que incluir a Patxi Zamora en la lista al Senado fue un movimiento poco estético porque resultaba imposible evitar el pensamiento de que el nombramiento de Zamora era un reconocimiento a los servicios prestados, que difícilmente Kontuz iba a seguir denunciando la corrupción si pasaban a estar en la plantilla del nuevo gobierno y que el montante de la recompensa para Patxi Zamora eran los 65.000 euros del sueldo base de senador.

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Por lo demás, poco le queda por hacer ahora al senador fallido de Kontuz salvo probar que se trata todo de un montaje policial o esconderse debajo de una piedra.