La palabra maldita.
“Estamos muy cerca de entrar en un proceso de recesión”. Tan sencillo como eso. José Manuel Ayesa calificó además de “grave” que se trate de “poner paños calientes” a la situación actual en vez de reconocer que “el problema ya está encima”. Advirtió además que “lo peor está todavía por llegar”. Llama la atención que el presidente de la CEN haya sido el primer notable que se atreve en Navarra a pronunciar la palabra “recesión”. En nombre de la generación de confianza, se suele huir de este término como si el optimismo, por sí mismo, pudiera acabar con la teoría de los ciclos económicos. Por el contrario, la confianza no es posible sin credibilidad, y la credibilidad es imposible si las palabras van por un lado y la realidad, como está pasando, por otro.
Lo que se debe y no se debe hacer.
Ayesa reclamó “medidas efectivas y eficaces y no efectistas como los 400 euros, ya que decisiones de este tipo, además de ser injustas socialmente, sólo contribuyen a incrementar el gasto público, algo perjudicial en estos momentos”. Entre esas medidas efectivas y eficaces estaría, por ejemplo, “priorizar las inversiones públicas productivas sobre las que generan un mayor gasto corriente, porque se debe reducir el gasto público corriente para liberar los recursos que se orienten a la inversión como fuente de creación de riqueza y empleo”. Propuso además, entre otras, “aprobar medidas que favorezcan mejorar la renta disponible de las familias para activar el consumo y la capacidad económico financiera de las empresas, reduciendo la presión fiscal sobre los beneficios no distribuidos y reinvertidos en actividades productivas”.
Plan 2012.
El presidente de la CEN consideró el Plan 2012 elaborado por el Gobierno de Navarra “absolutamente necesario”, pero a pesar de ello “insuficiente”. No obstante, también subrayó la fortaleza relativa de Navarra en el contexto nacional, por lo que se atrevió a encarar el futuro con “optimismo moderado”.