> N. C. Como bien ha recogido Oroz en uno de sus chistes, la lista de UPN para las elecciones al Parlamento de Navarra no han satisfecho a todo el mundo. Cosas del clientelismo de la política actual. En la nueva lista, aprobada con el 72 por ciento de los votos del Consejo Político (ya se ve que no hay tanta unanimidad como antes), hay, entre otros, dos hechos destacados. La Consejera García Malo, recién llegada al Gobierno, ocupa el número, por delante incluso de Alberto Catalán, uno de los delfines de Sanz. Y, sobre todo, llama la atención la presencia de Jesús Pajares, un hombre que tras una larga carrera en la Delegación en Pamplona de la consultora Ernst & Young, ha aparcado la jubilación para dedicarse a la política. Aunque esta persona es desconocida para la mayoría de los electores, lleva un tiempo colaborando con el Gobierno de Navarra y sus posibilidades ya eran conocidas en el ‘establishment’ foral. En concreto, ha estado trabajando en el Departamento de Economía que dirige Francisco Iribarren, llevando la gestión de Nafinco, una empresa pública usada para ayudar a compañías privadas con problemas. Por ejemplo, ha intentado reflotar las empresas Tecal y Solano, del sector del calzado, entre otros cometidos. Asimismo, participa en la dirección de SPRIN, la entidad pública dedicada a la promoción de nuevas infraestructuras y negocios en Navarra, que en estos días ha salido en los medios por el proyecto del circuito de velocidad de Los Arcos. Por otro lado, durante un año, Jesús Pajares ejerció como asesor de la Institución Futuro, aunque abandonó esta tarea inesperadamente en el año 2006. Por todo ello, como bien se ha apuntado en la prensa, en el caso de que Sanz repita en el Gobierno, es muy probable que Pajares se convierta en el próximo Consejero de Economía. No sería una mala noticia, puesto que se trata de un gran profesional, respetado en los círculos económicos de la Comunidad Foral. Y un último apunte: tanto la designación de García Malo como la de Pajares sugieren que Francisco Iribarren todavía tiene una larga mano en los destinos de UPN, a pesar de que abandona su vida política: ambos candidatos son personas de su confianza.