Con el anuncio de que votará en bloque a favor de la propuesta, queda despejada la incógnita acerca de cuál será la posición del PNV respecto a la nueva ley del aborto. El Partido Nacionalista Vasco (Jaun Goikua eta Lege zarra, Dios y ley vieja) viene a demostrar de este modo que la oposición al aborto no tiene tanto que ver tanto con creyentes y no creyentes, o con derechas e izquierdas, como con una elemental moral natural de respeto a la vida humana. El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, de hecho ha explicado que apoyará la ley “desde una profunda convicción cristiana y pensando en un Dios misericordioso”. En este caso, sin embargo, si bien no es preciso ser creyente para oponerse al aborto habría que preguntarse si es preciso oponerse al aborto para ser católico.
José Luis Bilbao, uno de los diputados nacionalistas que votarán a favor, declaró ayer su posicionamiento personal en contra del aborto. El diputado señaló que “una cosa es el debate ético, de principios y de valores, y otra cosa es la regulación legal”. No se entiende entonces, desde esta perspectiva, si asesinar a alguien está mal porque es ilegal o es ilegal porque está mal.
¿Merece respeto la vida humana?
No sabemos si el PNV tenía dos respuestas para esta pregunta, y hubiera dado una u otra en función del éxito o el fracaso de sus negociaciones presupuestarias. Cronológicamente, sin embargo, no hay duda que el nuevo posicionamiento del PNV contra el derecho a la vida se produce tras el blindaje del Concierto y la inclusión en los PGE de una partida para las ikastolas navarras de dos millones de euros.
El PNV primero su "Patria" y en segundo lugar siempre que no contradiga al partido "Dios"
Si algún grupo político se ha aprovechado en España hasta la saciedad el ser considerado un partido católico ese ha sido el PNV. Algo que además se ha querido fomentar en muchos círculos bienpensantes como ejemplo de pluralidad . El PNV se ha dejado querer durante estas últimas décadas por esos ambientes y ha alimentado según las circunstancias esa imagen que arrastra de su época fundacional. En realidad desde los convulsos años 30 fue optando antes por la autonomía que por la defensa de los principios católicos . Ya entonces abdicaron de los principios católicos a cambio de estatuto de autonomía aunque no se llegaron a los niveles de los últimos treinta años.
A partir de ahora suponemos despejadas todas las dudas sobre el carácter panteísta de este nacionalismo vasco que en realidad lleva décadas priorizando su "patria" antes que a Dios .